Entrevista | José Tomás Palma Méndez Profesor titular de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones

"No hay que ser tan alarmistas con la Inteligencia Artificial: desaparecerán profesiones, pero también se crearán otras nuevas"

El futuro llega imparable y algunos trabajos sufrirán para adaptarse, como el de los profesores y periodistas, pero el experto de la UMU cree que no hay que preocuparse demasiado porque "la inteligencia artificial carece de pensamiento crítico y la creatividad", por ahora...

José Tomás Palma Méndez, profesor titular de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones

José Tomás Palma Méndez, profesor titular de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones / L.O.

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

El profesor titular de Ingeniería de la Información y las Comunicaciones de la UMU, José Tomás Palma, aporta algunas claves para entender la primera ley que regula la inteligencia artificial del mundo.

¿Qué ganamos con esta ley?

La regulación es buena y era necesaria porque intenta poner coto a sistemas que vayan en contra de los derechos fundamentales o que puedan atacar la democracia.

Esta es la primera del mundo.

Sí, eso puede ser un problema. Muchas personas creen que el avance que van a tener en otras regiones será más rápido que aquí, ya que vamos a poner controles.

¿Cree que la gente sabe el peligro que supone?

No somos conscientes de cómo influye en nuestras vidas. Llevamos años interactuando a diario con la IA y la gente no lo sabe.

Como cuando nos bajamos una aplicación y aceptamos todos los términos sin leerlos.

Exacto. Por ley, hay obligación de avisar del uso de los datos que se va a hacer. Se informa, pero nadie lo lee. Como dice un compañero mío de la universidad, si el servicio es gratuito, el negocio son tus datos.

¿Teme las consecuencias de la inteligencia artificial o le apasiona esta herramienta?

Me apasiona porque investigo sobre ella. Evidentemente, trabajo con datos anónimos porque es una tecnología muy potente, pero según en manos de quién puede ser peligrosa o no serlo.

Póngame un ejemplo.

El reconocimiento facial. Se puede desarrollar un videojuego en el que el personaje tenga mi propio rostro, pero también se puede crear un dron con un arma y que dispare a las personas cuyas caras reconozca. Un cuchillo no es peligroso en sí mismo, pero depende de quién lo utiliza y para qué.

¿Cómo se puede preparar la Administración?

Mucha formación y divulgación, no solo a nivel interno y a nivel directivo, sino a nivel de personal administrativo y de los ciudadanos. El ChatGTP puede ayudar para acciones muy repetitivas y muy concretas, pero hay que saber discriminar cuando no está dando una respuesta adecuada. Se hace necesario certificar que esos datos son correctos, que no se ha alimentado el sistema con ‘fake news’ ni con blogs que puedan aportar teorías que no se fundamentan en nada.

¿Cómo sabrá el usuario que no nos engaña ChatGTP?

Los usuarios tienen derecho a que la IA les explique sus conclusiones. O sea, si a ti un banco te dice que no te da un crédito porque la inteligencia artificial te ha dicho que tú eres una persona de riesgo crediticio, deberá explicar las razones.

El sesgo de los datos marca las respuestas.

Claro. Si vamos a tener una herramienta con la que, por ejemplo, clasificar pacientes para darles prioridad a determinados servicios según su riesgo para padecer una enfermedad peligrosa, es importante demostrar que se ha entrenado el sistema de forma correcta y que los datos no incluyen ningún sesgo de tipo racial o económico-social.

La IA va a cambiarlo todo a nivel laboral.

Empezando por vosotros, los periodistas. Ya existen bots...

No me diga que esta entrevista la haría mejor una máquina.

No, porque hay una cosa que es el trato personal, pero ya existen bots que, con los datos de la Bolsa del día, generan noticias económicas. Otra profesión que va a cambiar mucho es la docencia. Habrá que fomentar todo lo posible el pensamiento crítico y la creatividad, que es algo que todavía no tiene la IA. No hay que ser tan alarmistas. Pueden desaparecer profesiones, pero se crearán otras nuevas, tendiendo a trabajos con más valor añadido.

Adiós al trabajo repetitivo.

Es lo que pasó es la automatización de las fábricas. Cuando apareció primer coche, se acabaron los conductores de carros de caballos, pero aparecieron los mecánicos. La inteligencia artificial nos va dar más tiempo de ocio. Tal vez el trabajo del futuro sea el entretenimiento, y no hablo de películas, porque también las podrá hacer la inteligencia artificial. Ya hace vídeos...