Noticias del Antropoceno

No solo de subvenciones viven las startup

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Nadia Calviño se despide del Ministerio de Economía para hacerse cargo de la Presidencia del Banco Europeo de Inversiones, la institución financiera con el balance más abultado del mundo en créditos internacionales, más que nada centrados en los propios países europeos. Es un puesto ganado por influencia reforzada de Pedro Sánchez en Europa, que parece tener ganas de deshacerse de un personaje gris con perfil funcionarial y escasa garra política, como demostró de sobra cuando se incorporó como mitinera a la campaña de las últimas elecciones generales.

Del legado de Calviño va a quedar poco, porque no se ha aprobado en su período ninguna ley de impacto que haya surgido de una iniciativa suya o impulsada decisivamente por ella. Se ha limitado a administrar la situación de emergencia por causa del Covid y los Fondos que se aprobaron en Bruselas para apoyar a los países más afectados, como el caso de España. Pero después de casi cuatro años, seguimos peor que el resto de grandes países europeos en términos de paro y solo el turismo, esa gran industria nacional de bajo valor añadido y escasa productividad, va camino de recuperar este año sus niveles preCovid.

 Si algo ha hecho relativamente popular a Calviño y al Gobierno entre las pymes ha sido el programa para la digitalización de empresas y autónomos denominado Kit Digital. Aunque solo ha llegado a beneficiar en la práctica a menos del 2% de las pymes, la verdad es que el impulso de los proveedores (llamados en este caso Agentes Digitalizadores) por colocar sus soluciones digitales entre sus potenciales clientes, ha funcionado más que razonablemente bien. También el propio mecanismo burocrático en el proceso de acuerdos, implementación y liquidación de las subvenciones, está siendo ágil y resolutivo.

Esa generosa línea de subvenciones, que durará en principio hasta diciembre de 2024, contrasta sustancialmente con un año de sequía en las diferentes líneas de ayudas a pymes y startups gestionadas por el Instituto de Fomento de la Región de Murcia, dependiente de la CARM. Una situación catastrófica para algunas empresas innovadora y de cuyas causas nadie se ha molestado en dar una mínima explicación pública.

Suscríbete para seguir leyendo