Opinión | Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo

Juan Blázquez García

La crisis climática y los nuevos retos para la seguridad y salud en el trabajo

La ciudadanía, y sobre todo las personas que trabajan expuestas al aire libre, corren un riesgo elevado de sufrir patologías derivadas de las consecuencias sobre el medioambiente del cambio climático

Contaminación atmosférica en Murcia.

Contaminación atmosférica en Murcia.

La Organización Mundial del Trabajo (OIT) ha elegido como tema central de debate para la conmemoración del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, las repercusiones que puedan tener los efectos del cambio climático en el ámbito laboral. Dicha organización cita como ejemplos «(…) el estrés térmico, la radiación UV, la contaminación atmosférica, los accidentes industriales graves, los fenómenos meteorológicos extremos, el aumento de las enfermedades transmitidas por vectores y la mayor exposición a los productos agroquímicos».

Queda claro que nuestra Región podría convertirse en referente de estudio, dado que las personas trabajadoras de esta comunidad autónoma están expuestas a todos y cada uno de los riesgos mencionados.

El estrés térmico podríamos calificarlo como consustancial a nuestro entorno. Cada año padecemos olas de calor más frecuentes y prolongadas, incrementando la exposición a las radiaciones solares. En la Región también se incrementa este riesgo por los niveles de humedad que junto con la temperatura nos indican el valor de la sensación térmica. Las medidas preventivas recomendadas incluyen facilitar ropa de trabajo ligera, asegurar espacios frescos para el descanso, agua fresca, organizar el tiempo de trabajo para evitar las horas de calor más intenso, realizar pausas, entre otras medidas destinadas a proteger a las personas trabajadoras.

Según la OIT, la previsión de pérdida de horas de trabajo en el sector agrícola y de la construcción será de un 60 y 19 por ciento respectivamente, consecuencia del estrés térmico, en el año 2030, el cual «(…) está más extendido en los países con déficits de trabajo decente. En su conjunto, los países que están más afectados por el estrés térmico son países donde los índices de pobreza laboral, empleo informal y agricultura de subsistencia son más elevados».

Las consecuencias de la contaminación atmosférica en el trabajo son uno de los peligros a los que no se le presta la debida atención. El informe realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medioambiente cuando se publicó) y como respuesta y desarrollo a la Medida 5, recogida en el Plan Nacional del Aire 2017-2019, trata de evaluar el impacto que sobre la salud humana tiene la calidad del aire, en particular, de las partículas PM10, PM2.5, NO2 y O3. El estudio, técnico y riguroso, concluye que la composición del material particulado (PM), como son los metales, compuestos orgánicos, material de origen biológico, sulfatos, nitratos, gases reactivos y otros componentes orgánicos, aporta una alta toxicidad al aire. El dióxido de nitrógeno (NO2), resultado de la quema de combustibles fósiles; el ozono (O3), formado por la acción de la radiación solar sobre todo sobre los compuestos orgánicos volátiles (COV) y el dióxido de nitrógeno junto con el dióxido de sulfuro (SO2), forman una combinación altamente peligrosa para la salud humana y, en consecuencia, para las personas trabajadoras que se encuentran expuestas a dichos elementos por su actividad al aire libre.

Los efectos se concretan sobre los sistemas cardiovascular, respiratorio, nervioso y reproductivo, fundamentalmente, con el resultado de enfermedades de diversa índole a corto, medio y largo plazo, pudiendo incrementar el índice de mortalidad prematura.

En Murcia, a mayor abundamiento, hay que destacar la exposición a la intrusión de polvo sahariano y a los microplásticos de poliestireno de la agricultura intensiva, transportados por el aire, que pueden introducirse en el torrente sanguíneo y se asocia con enfermedades cardiopulmonares y respiratorias graves. (Trabajo realizado por el Departamento de Ingeniería Química y Ambiental, Campus Regional de Excelencia Internacional ‘Campus Mare Nostrum’ UPCT)

Los accidentes industriales graves pueden significar la exposición a fugas de materiales peligrosos, y según el tipo y la cantidad de sustancias químicas existentes, la OIT las detalla como: fábricas químicas y petroquímicas; refinerías de petróleo, lugares que almacenan gas de petróleo licuado, grandes depósitos de gas y de líquidos inflamables; depósitos de sustancias químicas; fábricas de fertilizantes e instalaciones de tratamiento del agua que utilizan cloro.

Los fenómenos meteorológicos extremos, como las olas de calor y las lluvias intensas en cortos períodos de tiempo, son a los que se encuentran expuestos en mayor medida las personas trabajadoras de la Región de Murcia.

Las enfermedades transmitidas por vectores (dengue, fiebre del Nilo, encefalitis, etc), consecuencia directa de la invasión de especies foráneas, en particular los insectos, son consecuencia de la crisis climática que padecemos y que propicia la adaptación de estas especies invasoras.

La mayor exposición a los productos agroquímicos, circunstancia que en una economía con una fuerte implantación de agricultura intensiva, resulta obvia.

Como señalábamos al inicio, la ciudadanía y sobre todo las personas que trabajan expuestas al aire libre corren un riesgo elevado de sufrir patologías derivadas de las consecuencias sobre el medioambiente del cambio climático. Por todo ello, CCOO de la Región de Murcia, coincidiendo con las recomendaciones de la Organización Mundial del Trabajo, considera que es necesario implantar las políticas adecuadas, inversiones en tecnología, profesionalización y sensibilización, que propicien un cambio en el modelo productivo que permitan el mantenimiento de la actividad laboral en un entorno saludable y seguro.

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