30 años de la quema de la Asamblea Regional

Carlos Collado: "Lo de Lorca de esta semana es más grave, paralizando un pleno con violencia y fuerza"

El expresidente de la Comunidad en 1992 asegura que no pasó "miedo ninguno" cuando vio arder el Parlamento murciano

Carlos Collado, en la Asamblea Regional.

Carlos Collado, en la Asamblea Regional. / LA OPINIÓN

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

Carlos Collado, presidente de la Comunidad en 1992, recuerda ya «vagamente» lo ocurrido hace treinta años. Sin embargo, afirma con rotundidad que no pasó «miedo ninguno»

En este sentido, descarta que fuera un ataque organizado y defiende la versión del «accidente» y la «mala suerte» que provocó que el cóctel molotov entrara en el interior del edificio. 

Según Collado, los hechos que han tenido lugar en Lorca esta semana, con la entrada violenta de algunos manifestantes (presuntamente ganaderos) en el Centro de Desarrollo Local para reventar el Pleno municipal, son «más graves» que lo ocurrido en la Asamblea de Cartagena hace treinta años. «Han obligado a suspender la sesión plenaria, con violencia y por la fuerza. Algo así no ocurrió en 1992, cuando los protestantes ni siquiera entraron» en el hemiciclo murciano. 

Asimismo, Carlos Collado recuerda que «Cartagena estaba pasándolo muy mal por aquel entonces debido a la crisis industrial». El expresidente de la Comunidad de 1984 a 1993 señala que, a pesar de aquella crisis, «la recuperación de Cartagena fue relativamente rápida»

Alberto Castillo: "Un tipo solo no tira una piedra"

Alberto Castillo

Alberto Castillo

El actual presidente de la Asamblea Regional, Alberto Castillo, trabajaba en un medio de comunicación en Sevilla cuando ardió la Asamblea Regional. 

«La crisis industrial del 92 fue terrible. Los astilleros de Cádiz eran primos hermanos de los trabajadores de Cartagena», explica. En su opinión, «lo que pasa es que había cierta tendencia a tapar todo aquello por la Expo de ese año; en cierta forma, había que dar una imagen distinta». 

Castillo vive esta efeméride con «tristeza» y, a pesar de la crispación de la época, subraya que los dos causantes fueron «alborotadores», uno de los cuales estaba en busca y captura. En este sentido, señala que «un tipo solo no tira una piedra, los violentos aprovechan a la masa para llevar a cabo sus fechorías».