Los 12 retos para hacerle frente a la escasez de agua en la Región

«En relación con el problema del agua en el Mediterráneo español, la cuestión medioambiental debe ser entendida como un enorme reto que obliga a evolucionar, adaptarse y a afrontar los cambios sociales y económicos necesarios. Pero el cambio climático debe ser un punto y seguido, no un punto y final».

Es la primera conclusión que expuso el director de desarrollo de Nuevos Proyectos de la Zona Mediterránea de Prensa Ibérica, Tomás Mayoral, de las 12 a las que ha llegado tras la celebración de las anteriores mesas de trabajo llevadas a cabo en Murcia.

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Según Mayoral, «la ‘paradoja Mediterránea’ hace que una de las zonas más importantes de España desde los puntos de vista económico y demográfico tenga en las carencias hídricas un verdadero ‘talón de Aquiles’ y una seria amenaza a su desarrollo futuro».

Garantizar la seguridad hídrica «debe incluir una adecuación de la demanda, pero sin descartar que la oferta se construya mediante un ‘mix de aguas’ en el que todas las fuentes estén abiertas de acuerdo a sus posibilidades».

La reutilización para el riego agrícola o para otros usos de las aguas urbanas depuradas debe ser, según expuso el director, «obligada en la zona Mediterránea o en donde haya escasez».

Mayoral también hizo mención de la desalación: «Es cada vez más una fuente ‘convencional’ de abastecimiento para el litoral Mediterráneo español; el único debate sigue siendo el alto precio del agua desalada y su posible impacto en la rentabilidad agrícola».

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Los trasvases también han sido uno de los puntos que más se han tratado en los distintos consejos: «Seguirán siendo fundamentales para el Mediterráneo español, especialmente el Tajo-Segura, pero la climatología puede obligar a que en el futuro deban ser menos importantes de lo que han sido hasta ahora», explicó Mayoral.

El problema territorial del agua prosiguió, «rompe hoy día cualquier posibilidad de consenso político, incluso dentro de los partidos, lo que cierra la puerta a un diálogo que podría llevar a pactos como primer paso para un nuevo Plan Hidrológico».

Por otro lado, «la agricultura consume entre el 70% y el 80% del agua en España». Por ello, en palabras del director, «debe seguir la senda de la tecnificación para reducir la presión hídrica que ejerce al realizar su actividad».

Además, «el’quien contamina paga’ y el principio de recuperación de costes en el ciclo del agua requiere ser explicado y comprendido: el ciclo del agua necesita muchas inversiones».

Según las conclusiones expuestas por Mayoral, «el precio puede ser el único resorte para conseguir un cambio de hábitos en el consumo de agua que desemboque en la concienciación en el usuario de que debe contribuir a la sostenibilidad de los servicios que le permiten tener agua».

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Asimismo, la situación para con Europa debe de cambiar, «pues actualmente no entiende el problema del agua más allá de una cuestión medioambiental, por eso les resulta tan difícil a las autoridades europeas comprender cuál es el problema que tenemos en el Mediterráneo».

Por último, en otras zonas se deben aplicar las enseñanzas del modelo de gestión hídrico de la Región, «aceptando sus luces pero también sus sombras».

Gran Foro

Estas conclusiones se llevarán al Gran Foro, llamado ‘La Fuerza del Mediterráneo’. Este reunirá el próximo 26 y 27 de junio en Valencia, por primera vez, a todos los agentes implicados en los ocho consejos que ha celebrado en sus otras cabeceras del Mediterráneo en un espacio de reflexión y debate y a los presidentes regionales de las comunidades del Mediterráneo. Las conclusiones y el plan de desarrollo del Foro se trasladarán al Gobierno de España en un encuentro institucional.