Medio Ambiente

El campo eleva sus quejas a Luengo por la prohibición de los fertilizantes

Los agricultores trasladan su preocupación al consejero de Medio Ambiente por el "linchamiento que está recibiendo el sector"

El consejero de Agricultura
se reúne con representantes
del sector agrario.  carm

El consejero de Agricultura se reúne con representantes del sector agrario. carm / ISABEL MANZANO

Isabel Manzano

Isabel Manzano

"Hay un linchamiento incomprensible en las últimas semanas hacia gente que ha ejercido bien su profesión durante décadas", se quejaba ayer Joaquín Gómez, de Apoexpa. Critica que las condiciones del Mar Menor no eran tampoco buenas cuando la pandemia comenzó y "sin embargo nadie se acordaba porque llenábamos los lineales de los supermercados y dábamos de comer a la gente".

El sector reconoce su preocupación por el estado de la laguna salada y así se lo trasladó ayer al consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, durante una reunión para tratar las novedades y variaciones normativas que les afectan. Asimismo, expusieron su «convencimiento de que los agricultores llevamos años introduciendo técnicas agrarias que permitan el desarrollo seguro en el Campo de Cartagena sin que afecten al acuífero», según aseguró Marcos Alarcón, de UPA.

Alarcón explicó a Luengo que el campo apuesta por abordar el problema desde el punto de vista científico, pero indicaron que la prioridad ahora es actuar sobre el acuífero. «No se están poniendo soluciones a corto plazo para el acuífero y lo cierto es que, aunque señalen a la agricultura y parásemos hoy, está contaminado y tardaría décadas en mejorar», detalló Alarcón.

En la misma línea, Juan Marín, de Proexport, criticó que «el sector agrario lleva tres años haciendo los deberes. Es el único que ha trabajado desde el último episodio en el Mar Menor. Las administraciones aparte de informar no han hecho nada». Además, señaló que «la situación actual de la laguna viene por las aportaciones de una agricultura que se practicaba hace más de una década, ya no».

Divisiones entre los agricultores

Aunque todos coinciden en defender sus prácticas en el campo, desde Fecoam, Santiago Martínez asumió que «el sector tiene alguna culpa, pero no toda. Hace falta que el resto se manifieste».

Desde la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia trasladaron su apoyo al consejero ante los «ataques que está recibiendo. Estamos con él».

No obstante, otras organizaciones afearon a Luengo la reacción que ha tenido la Consejería ante la crisis ambiental que sufre el Mar Menor. «Lo que no se puede hacer es lo que ha hecho el Gobierno regional al implementar medidas solo sobre el sector agrario. Cuando llegue el siguiente episodio, ¿qué van a hacer, actuar sobre la zona 2, sobre la 3 o prohibir directamente la agricultura?», lamentó Alarcón.

Distintas organizaciones critican duramente que se haya ampliado la prohibición del uso de cualquier fertilizante en el área de 1.500 metros más próxima a la laguna. «Es una auténtica barbaridad, se han dejado llevar por la presión mediática. Además han sacado un decreto sin consenso con el campo, cuando la prioridad es el acuífero», señalan desde UPA, con quienes coinciden en Proexport, que se mostraron sorprendidos por la «ausencia de consenso con el sector. Solo nos han informado».

Por su parte, desde Apoexpa, Gómez asegura que entre los agricultores hay «una sensación de injusticia» con respecto a la modificación de la normativa de fertilizantes, aunque espera «que sirva, pero dudo que haga que las cosas mejoren».

Inversión en mejoras ambientales

Durante la reunión, Luengo destacó que los agricultores del Campo de Cartagena destinan el 10% de las inversiones que realizan a efectuar mejoras medioambientales como instalar placas fotovoltaicas, el abonado verde o el uso de plásticos biodegradables y compostables.

El consejero de Medio Ambiente aseguró que «este proceder corrobora la convicción del Gobierno regional de que la agricultura es compatible con el cuidado del Mar Menor». Además, enfatizó la «decidida voluntad de poner todos los medios para que las explotaciones situadas en el ámbito delimitado por la Ley de Protección del Mar Menor puedan adaptarse y cumplir con todas las limitaciones de la forma más ágil y menos traumática».

Luengo también lamentó «los ataques que viene sufriendo el sector agrario, al que tratan de hacer responsable único del deterioro de la laguna» y señaló que «son los primeros interesados en ofrecer las máximas garantías».