Opinión | El blog del funcionario

4 años del 14-M: gracias, doctor Villegas

Los datos de cómo se afrontó la pandemia en la Región de Murcia están ahí, y eso no fue mérito de San Esteban, sino de Ronda de Levante

Leonard Beard.

Leonard Beard.

El próximo jueves, catorce de marzo, se cumplirán cuatro años desde que el Boletín Oficial del Estado declaraba el estado de alarma y millones de personas veíamos como la circulación debería realizarse individualmente y se limitaría a actividades de primera necesidad, tales como compras de alimentos o medicamentos, asistencia a centros sanitarios o entidades financieras, retorno a la residencia habitual o asistencia a personas vulnerables. Entrábamos en un túnel lleno de incertidumbre, miedo, muerte y desorientación.

Durante los siguientes meses, el mundo andaba a tientas; nuestros vecinos, conocidos, familiares, conciudadanos y amigos empezaban a sentirse mal, y a los hospitales entraban unos a trabajar, otros a morir y muchos a intentar sobrevivir.

Aquí, en la Región de Murcia, tuvimos la suerte de tener a un equipo directivo al frente del Servicio Público Sanitario que no dudó en tomar el mando de un barco en medio de una niebla absoluta, con olas de más de diez metros, sin brújula y sin libro de instrucciones.

Eran momentos en los que se robaban mascarillas hasta en los centros de salud, mirabas a tu alrededor como si tu vecino llevara la peste y a los sanitarios se les pintaba incluso los coches en sus aparcamientos, invitándolos a irse de la Comunidad.

A pesar de todo eso, cada día, el doctor Villegas y su equipo salían a tranquilizar a la población. Cada mañana, cada tarde y cada madrugada estuvieron velando por el millón y medio de murcianos y murcianas, visitando hospitales, trasladando cordura en medio de la locura, invitando a la mesura frente al fanatismo y el negacionismo y, sobre todo, poniendo material sanitario en medio de la selva en la que se había convertido el mercado internacional, donde mandaban mercenarios, asesinos, individuos sin escrúpulos, comisionistas y pistoleros, desgraciados, asesores de ministros, hermanos de presidentas y gente de mal vivir.

El pago que hizo esta Región a la labor de los doctores Villegas, López, Martínez, Novoa, Barceló o Vicente, tras muchos meses de sufrimiento, dedicación, esfuerzo, sacrificio y entrega, fue ‘crucificarlos’ en la vía pública, alentados por políticos infantiles unos y ambiciosos otros, donde el periodismo sacó el látigo inquisidor sin tan siquiera leer la realidad, y donde la sociedad, ávida de buscar culpables a su frustración y desesperación, se lanzó a la calle como si fuera una jauría humana en busca de sacrificar a alguien por encima de todo.

El próximo jueves, cuatro años después, los datos de cómo se afrontó la pandemia en la Región de Murcia están ahí, y eso no fue mérito de San Esteban, sino de Ronda de Levante, y creo que ya va siendo hora de rendir un homenaje público al doctor Villegas y su equipo por el trabajo realizado.

En la película Campeones, uno de sus actores protagonistas, y Goya al mejor actor revelación, Jesús Vidal, le decía a su entrenador, interpretado magistralmente por Javier Gutiérrez: «A usted no le gustaría tener un hijo como yo, pero a mí sí me gustaría tener un padre como usted». Pasados cuatro años, les digo: «Seguramente a mí no me gustaría tener un compañero como yo, pero a mí me gusta tener compañeros como vosotros».

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