Salud y Rock 'n' roll

Trumpismo agrícola

Entiendo que el sector agrícola y ganadero se manifieste, pero siempre estaré en contra de todos aquellos que lo hagan reventando la vida de la gente y secuestrando una ciudad

Ilustración de Sabiote

Ilustración de Sabiote

Belen Unzurrunzaga

Belen Unzurrunzaga

Cómo en el mítico final de Blade Runner, he visto cosas esta semana que jamás creerían: un montón de agricultores de ‘manera espontánea’ (sería telepatía o algo) han salido con sus tractores a los centros de las ciudades y autovías para manifestarse, aunque las organizaciones del sector acordaron movilizaciones autorizadas para el 21 de febrero. Ellos, que son independientes y apolíticos, han decidido, sin pedir autorización a la delegación del Gobierno, colapsar la capital de la Región de Murcia y más ciudades del país. Un señor que dice qué comer nuestras propias heces es saludable, una señora que dice que nos fumigan por las noches y nos están matando y un tipo engominado y con patillas que conduce camiones son los líderes del movimiento espontáneo 6F. Los independientes y apolíticos resulta que son simpatizantes o han pertenecido al partido que tiene nombre de diccionario. Es muy patriota y ‘putodefiende’ a España todo el tiempo, para que luego digan qué es impactante el final de Blade Runner y lo de la puerta de Tannhäuser.

A las pocas horas del colapso de la ciudad de Murcia y sus accesos, a través de redes sociales, un vídeo de una ambulancia atascada en la ratonera intentando abrirse paso se hizo viral. Me parece muy bien que quien quiera se manifieste, se exprese y reivindique, siempre y cuando no obstaculice la vida de la gente, y mucho menos los servicios esenciales, como en este caso, los servicios de emergencias sanitarias. Comenté esto por redes y no saben la que me ha caído, trumpismo agrícola de manual. 761 comentarios: ‘imbécil’, ‘furcia mediática’, ‘merma’, ‘comunista’, ‘burlona globalista’ (este, les reconozco, que me gusta mucho y hasta lo he subido a mi bio de X), ‘feladora del Gobierno’, ‘basura’, «ojalá te mueras de hambre y tengas que comer cucarachas»… Piropazos escondidos bajo perfiles sin nombre, con muchas banderas de España, todos muy patriotas. Que si la ley de amnistía, Marruecos, Puigdemont o Cataluña y muchas banderas de España son los argumentos de los que habían salido a la calle a manifestarse por la ruina del campo. Pero la protagonista indiscutible de sus reivindicaciones es la Agenda 2030, que, al parecer, es cosa de rojos y comunistas. La agenda 2030 para el desarrollo sostenible constituye un llamamiento universal a la acción para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y mejorar las vidas y las perspectivas de las personas en todo el mundo. No le veo cuernos y rabo a este acuerdo internacional.

Europa tiene que flexibilizar la burocracia que ahoga a nuestros agricultores, así como exigir las mismas medidas para los países extracomunitarios. Aunque lo que realmente mata a nuestros agricultores es la escasa rentabilidad; los beneficios que obtienen las grandes cadenas de supermercados al comprar los productos muy baratos y vender al triple de lo pagado, aquí está el problema. No todo está perdido, en el País Vasco lo entendieron rápido y se dejaron de tanta banderita y patriotismo para reivindicar frente a Lidl, Mercadona y Eroski. Los precios deben cubrir los costes de nuestros agricultores, y no arruinarles.

Entiendo que el sector agrícola y ganadero se manifieste, pero siempre estaré en contra de todos aquellos que lo hagan reventando la vida de la gente y secuestrando una ciudad. Impidiendo que personas que tenían citas médicas que esperaban desde hace meses las perdieran, que se obstaculice el paso de ambulancias, todo porque los que han dejado de rezar en Ferraz han cogido el tractor para seguir desgastando y crispando a la gente.

Es curioso como en mitad del proceso de la ley de amnistía hemos visto esta semana manifestantes lanzando piedras a guardias civiles, zarandeando un coche de la benemérita y cercando a un grupo de policías nacionales, todo por ‘putodefender’ la agricultura. Aunque parecía que estaban en la calle celebrando un título de algún mundial de futbol de España. Qué curioso ¿no creen? Las imágenes me recordaban a otros tiempos, ahora lo llaman terrorismo. A esto que hemos visto estos días, con agresiones a los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, ¿cómo lo vamos a llamar?

Solo es febrero y esto no ha hecho nada más que empezar. Defiendan lo que quieran, pero no por ello revienten la vida de la gente, no se trata de no saber colocarse para dejar paso a una ambulancia, es mucho más que eso, solo hay que tener un poco de sentido común, y, por lo que veo, los ungidos para ser líderes de este movimiento agrícola tienen poco.

Salud.

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