Cómo Irán parte el bacalao en Oriente Medio

Los persas siempre han sido un pueblo inteligente y astuto. Conocí a un ingeniero petrolífero iraní que estudió en Cambridge con un brillante historial académico. Era la pareja de mi cuñada Silvia entonces y mi mujer y yo compartimos con ellos un apasionante viaje a Croacia, Bosnia y Montenegro, justo un año antes de que estallaran la primera de las terceras guerras balcánicas, entre Serbia y Eslovenia.

De esa astucia e inteligencia están dando muestras los ayatolas, la casta religiosa que gobierna de forma autoritaria la teocracia iraní, al manejar sus grupos marioneta alrededor de Oriente Medio. Son grupos terroristas (de acuerdo con la calificación establecida por Occidente) con un enorme poder gracias a la financiación y el apoyo logístico y armamentístico que reciben gracias a su patronaje iraní. Son los Hizbolá que controlan parte del Líbano y bombardean a los israelíes desde sus posiciones en el Sur; los Hamás que protagonizaron la mayor masacre terrorista que el mundo ha contemplado después del 11S, y también los Hutíes de Yemen, un grupo terrorista chií que controla un 30% del territorio de este país. En concreto, los Hutíes han lanzado una campaña militar contra el tráfico marítimo de mercancías por el Mar Rojo, lo que ha motivado la intervención de estadounidenses y británicos.

Lo relevante de la situación actual, en contra de lo que pueda parecer, es la contención de los iraníes en el conflicto que enfrenta a su prótesis en Gaza, Hamás, con los odiados israelíes, el país que Irán ha jurado eliminar del mapa. Lejos de aprovechar el conflicto y utilizar todas sus fuerzas para enfrentarse a sus enemigos, Irán está sujetando la mano de Hezbolá, y se ha desentendido prácticamente de la defensa de Gaza frente al ejército israelí. 

Aunque parezca increíble a la comunidad internacional, parece que Hamás no solo engañó a los israelíes, sino que ocultó sus planes últimos a los propios iraníes. Pero está claro a estas alturas que Irán no quiere una guerra total en Oriente Medio, y menos hasta el punto de enfrentarse con los saudíes, con los que llegaron a una entente cordial algún tiempo antes del asalto de Hamás en territorio israelí.

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