Limón&Vinagre

Cuando el hijo de Odín halló a la hija de Letizia

Chris Hemsworth, en el estreno en EEUU de Tyler Rake 2, el pasado lunes en Nueva York.

Chris Hemsworth, en el estreno en EEUU de Tyler Rake 2, el pasado lunes en Nueva York. / Angela Weiss / AFP

Pilar Garcés

Pilar Garcés

Dice el actor australiano Chris Hemsworth que posiblemente en este país se le quiere y se le recibe con auténtica pasión porque está «casado con una de las españolas más encantadoras». Qué tipo tan majo, para ser una estrella y un icono mundial. Como en España la envidia es el deporte nacional, su censo de población se divide en dos mitades: personas que envidian a Chris Hemsworth por ser el marido de Elsa Pataky, y personas que envidian a Elsa Pataky por ser la esposa desde hace 13 años del protagonista de Thor. Tras conocerse en una cita a ciegas ya no se separaron. Ambos llevan una vida retirada en una pequeña y preciosa ciudad de Nueva Gales del Sur y llenan las redes sociales de estampas idílicas con sus tres hijos, una de 10 años y dos gemelos de 9: montando a caballo, abrazando koalas, navegando, haciendo surf, practicando deportes, viajando por todo el mundo.

Tan rubios, tan guapos, tan atléticos, tan libres, de una sencillez pluscuamperfecta pero ajena al boato y la impostura características de Hollywood. Trabajan duro, viven en familia como todo hijo de vecino, y de vez en cuando les toca cumplir con sus compromisos publicitarios. Uno de ellos, el multitudinario estreno de Tyler Rake 2, reclamó la presencia de la pareja la semana pasada en Madrid. «Llegamos, vimos y comimos», anotó el intérprete nacido en Melbourne, conocido por su sentido del humor, en su Instagram con 56 millones de seguidores, junto a la foto de unas tapas de jamón, pimientos del padrón y tortilla de patatas, un elogio de la capital que vale oro promocional. Ni que se lo hubiese servido en bandeja el camarero favorito de Isabel Díaz Ayuso, Mario Vaquerizo, íntimo de Elsa Pataky porque fue su representante en los albores su carrera.

Encuentro entre bambalinas

Usando un término muy a la moda, Hemsworth, 39 años, 190 centímetros de músculo y sonrientes ojos azules, concita delirios de forma transversal. O sea, que lo mismo me gusta a mí, que a ustedes, que a Elsa Pataky o a Sofía de Borbón. En efecto, una de las anécdotas más suculentas del viaje relámpago del australiano para la presentación de la segunda entrega de las arriesgadas misiones del mercenario de Netflix Tyler Rake tiene como protagonista a la infanta. El hijo de Odín y la hija de Letizia Ortíz mantuvieron un breve encuentro en las bambalinas del programa El Hormiguero de Pablo Motos, adonde acudió como invitado especial. La joven Sofía, que acaba de celebrar su confirmación y en breve partirá a Gales para estudiar el bachillerato internacional en el mismo internado exclusivo en el que se ha graduado su hermana Leonor, es una gran fan de Thor. En cuanto supo que el dios del martillo iba a visitar Madrid se propuso conocerle. Acompañada por la Reina acudió al estudio de Antena 3, y tras asistir a la grabación pudo departir un rato con su ídolo. Pese al secretismo de la cita, ya sabemos algo más de la segunda hija de Felipe VI: que de momento no cultiva el gusto por el cine de arte y ensayo de que hace gala su madre, y que además del fútbol le encantan los superhéroes de Marvel.

Ni idea de qué hablaron, qué tendrán en común la alteza real de 16 años y el mediano de los tres hijos de una pareja formada por un trabajador social especializado en la infancia y una maestra, que a fuerza de poner en marcha proyectos comunitarios vivían con lo justo y acumulaban deudas. Podría decirse que sus vidas adolescentes se encuentran tan en las antípodas como Madrid y Australia, una criada en los estrictos protocolos palaciegos y el otro en plena naturaleza en una comunidad aborigen. Los hermanos Hemsworth, Luke, Chris y Liam, todos actores, lograron resarcir a la familia de sus penurias económicas y de la angustia de no llegar a fin de mes, y ahora el marido de Pataky es una de las estrellas mejor pagadas del momento. Compatibiliza las sagas de acción y aventuras con entrenamientos tan duros que ha de compensar con meses de reposo, y otros proyectos como la serie documental Limitless de National Geographic que exploraba las fronteras del cuerpo humano. 

Por su participación en el programa se sometió a unos análisis genéticos que arrojaron como resultado una predisposición superior a la media a padecer alzhéimer, noticia que compartió para concienciar sobre la importancia de la salud y la detección precoz. Una imprevista grieta en su traje de héroe. Siempre dispuesto a reírse del cliché de guaperas y de superhombre con el que se le identifica, el otro día proporcionaba a Eldiario.es otro de esos titulares con retranca que le definen: «Tener el cuerpo de Thor es guay en la pantalla, pero limita mucho tu vida». Aunque tanto o más divirtió la respuesta de Pablo Echenique, que se desplaza en silla de ruedas: «A mí me pasa exactamente lo mismo. Gracias, Chris, por ser la voz de tantos que llevamos ese sufrimiento en silencio».

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