Economía

Las empresas de la Región son las que más tardan en pagar de toda España

El plazo medio de pago de las compañías murcianas supera la media nacional en más de 14 días

Caja registradora de una empresa.

Caja registradora de una empresa. / Juan Carlos Caval

María José Gil

María José Gil

Las empresas de la Región son las que más tardan en pagar sus facturas en toda España, según los datos que ofrece el Observatorio de Morosidad que elabora la patronal Cepyme. Las compañías murcianas, que hacen efectivas sus compras a los 95,7 días, tardan 26 más que las de Castilla y León, cuyos plazos de pago se reducen a 70 días. En comparación con la media nacional, el plazo de pago de la Región se alarga más de 14 días. Las microempresas y las grandes son las que alargan el tiempo necesario para saldar sus deudas, mientras que las pequeñas y medianas han mejorado su capacidad para pagar.

El informe de Cepyme destaca que el plazo medio de pago ha descendido en doce de los últimos trece trimestres en toda España y que el del segundo trimestre de 2023 está entre los tres más bajos, en un momento de encarecimiento de los intereses bancarios, que repercute en el gasto financiero y en las cuentas de resultados de las empresas.

Sin embargo, el plazo se ha alargado en ocho comunidades, entre las cuales figura Murcia, que tiene las empresas más remolonas, con 95,7 días, más de tres meses. 

En segundo lugar aparece Madrid (92,6 días) y Andalucía (90,4 días). 

El plazo medio en España se sitúa en los 81,3 días, que resulta «el más corto para un segundo trimestre desde 2017».

 Por el contrario, entre las más diligentes en el pago figuran las empresas de Castilla y León, con 69,8 días; las de Cantabria, que pagan a los 70,7 días, y las de Aragón, que lo hacen en 71,4 jornadas. 

Galicia es la comunidad que muestra la peor evolución, ya que encadena cinco trimestres consecutivos con aumentos. Asturias es el caso opuesto, pues es la única región en donde el plazo medio de pago lleva once bajadas seguidas.

Entre abril y junio un 29,5% del importe total facturado se pagó de forma puntual. «Es la proporción más alta en un año y medio», se indica en el informe.

Los autores consideran que, pese a tratarse de una evolución positiva, «aún queda un trecho importante hasta recuperar, por ejemplo, los niveles de 2015, cuando los pagos puntuales superaban el 31% del total».

Además del impacto que tiene la subida de los intereses bancarios, las empresas tienen que hacer frente a una elevada inflación que, pese a resultar más moderada que hace un año, «implica una pérdida en el poder de compra de las facturas por cobrar de las empresas».

Por otra parte, en momentos de inflación elevada y de tipos de interés altos «aumenta el coste de financiación de la deuda comercial». 

El Observatorio de la Morosidad establece diferencias entre las empresas en función del tamaño. Así, en «el segundo trimestre del año, al igual que en el anterior, el plazo medio de pago aumentó en las microempresas y, en especial, en las grandes. En cambio, se redujo en las compañías de tamaño pequeño y mediano». 

En comparación con el segundo trimestre de 2019, el plazo medio de pago de las pequeñas empresas disminuyó en 3,5 días y el de las firmas medianas lo hizo en 3,7 jornadas. En las microempresas el plazo de pago es 4,6 días más elevado.

La construcción es el sector con mayor morosidad, mientras que los servicios, la industria y el sector agroalimentario registra también el desfase más alto desde 2020. 

Sin embargo, hay tres actividades cuya morosidad en las ventas a plazo es más de un 45% inferior a la media general: electricidad, gas y agua (40,2 puntos), venta de vehículos (47) y otros servicios (53,2).

La proporción de facturas pagadas entre 31 y 60 días después de la fecha acordada se mantuvo por encima del 2%, lo que no ocurría desde septiembre de 2021. En las grandes empresas la deuda comercial del segundo trimestre alcanzó cerca de 70.000 millones de euros, un 12% más que un año antes. El importe de las facturas pendientes rozaba los 110.000 millones de euros en junio, tras un incremento del 5%. 

La Comunidad ha reducido el plazo de pago de 81 a 54 días

La Comunidad Autónoma, que había llegado a acumular una deuda de casi 310 millones con sus proveedores en el mes de marzo, ha reducido el importe de las facturas pendientes a 53 millones en el mes de mayo. De este cantidad, 34,4 millones correspondían a productos y servicios suministrados por las empresas del ámbito sanitario.

También el plazo de pago de la Administración regional se ha acortado en este periodo, pasando de los casi 81 días que alcanzó en abril a 54 en mayo, según los datos del Ministerio de Hacienda. La deuda de la Administración regional empezó a aumentar en junio de 2022, coincidiendo con la etapa en la que se inició al escalada de los intereses bancarios, cuando el Gobierno regional trató de contener el endeudamiento financiero con las entidades bancarias.

Así, el volumen de los créditos contraídos por la Comunidad apenas ha crecido, mientras que se acumulaban las facturas sin pagar, que llegaron a alcanzar los 309,1 millones en el mes de marzo. Era la cantidad más elevada desde diciembre de 2019, cuando se superaron los 362 millones.

Tradicionalmente la deuda comercial de la Comunidad empieza a aumentar después del verano, cuando se agota su capacidad de gasto, pero suele reducirse al año siguiente. 

La patronal regional Croem, que había llegado a reclamar un plan de pago a proveedores al Gobierno regional esta primavera para poner al día las facturas pendientes con las empresas proveedoras, había advertido de que Murcia era la comunidad autónoma que más tardaba en pagar sus facturas.