Medio ambiente

Los científicos ultiman el informe para abrir la gola de Marchamalo en el Mar Menor

Ecologistas denuncia que la laguna vuelve a ser una «sopa verde» por la falta de visibilidad

Entorno de la gola de Marchamalo, en el Mar Menor. | LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS

Entorno de la gola de Marchamalo, en el Mar Menor. | LOYOLA PÉREZ DE VILLEGAS / EFE

EFE

El grupo de científicos que trabajan en la recuperación del Mar Menor están ultimando el proyecto de actuación en la gola de Marchamalo que ha solicitado el Ministerio para la Transición Ecológica para que éste lleva a cabo la actuación, según informó ayer en rueda de prensa el consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo.

El consejero afirmó que la situación es «muy crítica» motivada principalmente por la entrada de agua desde las ramblas que desembocan en la laguna, especialmente la del Albujón, y en la cubeta sur existen tres puntos en los que las mediciones diarios muestran picos de 30 miligramos por litro de clorofila, con hipoxia.

Con vientos en la zona probablemente no se produzca la anoxia, pero la situación «es tan complicada» que podría producirse, recalcó. Del citado proyecto de actuación se han calculado los centímetros de arena y fango que habría que extraer en cada punto del canal, para lo que se elaboró inicialmente una batimetría que determinó el tipo de calado existente en la actualidad.

Tras ello se ha diseñado una simulación, en colaboración con la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) para conocer el volumen de intercambio de agua que habrá. El estudio científico analizará las tasas de renovación de agua, su incidencia en el ecosistema, así como su aportación a la restauración de la ecología lagunar.

Por otra parte, Ecologistas en Acción denunció ayer que el Mar Menor es una «sopa verde» después de que la tripulación de su velero Diosa Maat recorriese la laguna salada para comprobar el estado de turbidez de sus aguas.

Los vídeos confirman que la visibilidad es «prácticamente nula», según Ecologistas en Acción, que lamentó que los fondos están «visiblemente eutrofizados, sin apenas presencia de las praderas subacuáticas de macroalgas y plantas que antes funcionaban como un filtro natural que retenía gran parte de los nutrientes disueltos en agua».