Opinión | Nos queda la palabra

Por bulorías

Olé por Murcia. Ojalá sirva de precedente. De puertas para adentro y hacia afuera. Frente a los que dan el cante con la buloría del buen estado del Mar Menor, aupados por el dinero ingente de la mal llamada Fundación Ingenio, un coro de ciudadanos han acallado la sinrazón. Su ejemplo, encarnado de forma magistral por la abogada y profesora Teresa Vicente, ha sido merecedor de los Premios Goldman Europa. Un prestigioso reconocimiento medio ambiental en los cinco continentes.

Del uno al otro confín, los murcianos nos movilizamos para defender nuestra laguna, que sigue amenazada por la mentirosa y tediosa melodía que, esparcida a golpe de cheque, niega la evidencia científica. Son los nitratos.

Nuestro Mar Menor se ha puesto flamenco. Tiene personalidad jurídica y puede defenderse desde lo más jondo de su alma. Ya se encuentra inmersa en tres procesos judiciales para cantar sus derechos. Junto a él, las 600.000 firmas que hacen posible luchar por su salvación y frenar el bulo y a los que, pagadores y marionetas, se esconden detrás de él.

La firme determinación de los murcianos es la que ha levantado el tablao que acoge el Plan del Mar Menor. Y propiciado la buena sintonía entre las administraciones regional y nacional que harán posible el milagro. Impidiendo el silencio, la ciénaga y cualquier paso atrás.

Cuando en el resto de España los murmullos contra la mentira son cada vez más sonoros, en la Región de Murcia podemos mostrarles la partitura de la victoria porque en ello nos va la vida. Cuando se cuestionan los beneficios de la movilización ciudadana, qué les voy a decir de unas señoras y señores de este trocico del Sureste a los que hoy miran con admiración desde el resto de Europa.

Y si hablamos de regeneración y no solo del Mar Menor sino de la democracia, qué mejor que la implicación diaria de todos en defensa de la verdad. Qué suene la mejor Murcia.