A pijo sacao

La maldición de España por su éxito turístico

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Los economistas la llaman la maldición de los recursos, de la que la maldición del oro negro es un caso puntual pero muy abundante. Y es que contar con algo que todo el mundo quiere comprar provoca que los dirigentes del país agraciado por ese recurso natural tengan aparentemente muy sencilla su gestión económica y asegurada por ende su permanencia en el poder. Si uno se para a analizar detenidamente, excepto Noruega (una democracia institucionalmente muy consolidada cuando se encontró petróleo en el Mar del Norte) la historia de los países que encuentran petróleo suele ser proclive a la destrucción del resto del tejido productivo. A eso ayuda enormemente, como exponen los que han estudiado ese fenómeno, que la moneda del país se revaloriza por la demanda de ese recurso, haciendo perder competitividad al resto de los productos exportables el país.

Evidentemente no era la intención de Manuel Fraga y las autoridades que impulsaron el crecimiento turístico descontrolado de España en los años sesenta, pero las consecuencias para nuestro país tienen mucho que ver con la maldición asociada al descubrimiento de petróleo o gas. La economía turística se ha apoderado como un cáncer de los recursos disponibles del país, de entre los cuales la mano de obra es la esencial. Los chavales dejan pronto sus estudios encandilados por la posibilidad de ganarse un sueldo en un bar o, como mucho, un restaurante. Disponer de dinero siendo tan jóvenes parece una bendición, pero es una maldición. Y esto no lo entenderá la gente con mentalidad de izquierdas, pero un chaval en paro es una oportunidad, mientras que un chaval trabajando de camarero es un completo desperdicio de talento.

España oculta sus vergüenzas con el boyante empleo en el sector turístico en forma de los famosos fijos discontinuos, que no conducen nada más que al empobrecimiento de las personas y la falta de estímulos para formarse y progresar en otros sectores que aporten mayor valor añadido a nuestra economía.

Suscríbete para seguir leyendo