Carta de un expresidente

Quoque tú, filia mea?

"No nos extraña que el día que Sumar y Yolanda Díaz consumaron su alternativa a gobernar España Pablo Iglesias recordara el magnicidio de Julio César y sus últimas palabras a su hijo Marco Bruto, su asesino: Quoque tú, Filia Mea?"

Pablo Iglesias

Pablo Iglesias

Alberto Garre

Alberto Garre

Evidentemente no nos encontramos ante un magnicidio como los de Prim, Cánovas, Canalejas, Dato o Carrero Blanco, no ha habido asesinato con derramamiento de sangre, a lo que los españoles estábamos acostumbrados, pero sí el naufragio electoral seguido del desplome orgánico del que hasta hace poco era líder indiscutible de un partido, Podemos, a la izquierda del PSOE, Pablo Iglesias.

Podemos, fundado el 17 de enero de 2014, obtuvo 69 diputados en las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015, todo un éxito. El 10 de noviembre de 2019 sus escaños en el Congreso de los Diputados quedaron reducidos a 35, todo un fracaso en el que debió influir el cambio de residencia del Sr. Iglesias desde un piso en Vallecas a un chalet en Galapagar.

Sin embargo, la conformación del denominado ‘gobierno Frankenstein’, siendo el grupo parlamentario de Podemos imprescindible para, con otros partidos radicales y separatistas, alcanzar la investidura de Pedro Sánchez, propició que Pablo Iglesias fuese Vicepresidente 2º del gobierno de España. No obstante, Iglesias era consciente del fracaso electoral de su partido, por lo que, con la finalidad de relanzarlo, optó por dimitir de la vicepresidencia del gobierno el 15 de marzo de 2021 y presentarse a las elecciones autonómicas madrileñas a celebrar el 4 de mayo del mismo año, tras señalar a Yolanda Díaz para que le sustituyera como vicepresidenta del ejecutivo español.

El resultado electoral de las autonómicas madrileñas no fue el deseado, Isabel Díaz (PP) obtuvo 65 diputados y Podemos 10 con su secretario general al frente de la candidatura. Iglesias dejaba la política ese mismo día.

Un año después, Yolanda Díaz, registraba formalmente la plataforma Sumar, y el 8 de julio de 2022 celebró su primer acto en el Matadero de Madrid, premonitorio lugar de la enfermedad letal que podría llevar al subsiguiente despiece de Podemos.

El augurio se ha confirmado. El pasado día 2 del presente mes, en el Pabellón Magariños de Madrid, Sumar y Yolanda Díaz consumaron, con el apoyo de la práctica totalidad de la izquierda, excepto Podemos, su alternativa a gobernar España.

No podemos afirmar sin temor a equivocarnos que todos los que apoyaron a Yolanda Díaz son sus fieles apóstoles, pero sin riesgo de error podríamos aseverar que, para Podemos, Judas tiene nombre de mujer y es gallega, vicepresidenta del gobierno y rubia, que, como aquel, terminará políticamente suicidándose por su traición.

Lo que no nos extrañaría es que ese día, Pablo Iglesias, recordando el magnicidio de Julio César y sus últimas palabras a su hijo, Marco Bruto, su asesino, musitara entre dientes: Quoque tú, Filia mea? (¿Tú también, hija mía?).

Aquel líder que se tenía por un encantador de mujeres ha fracasado estrepitosamente ante dos de ellas, Isabel Díaz Ayuso y Yolanda Díaz Pérez. Pese a su apellido no son descendientes de Rodrigo Díaz de Vivar, ‘El Cid’, pero como si lo fuesen, una y otra, hoy por hoy, son las heroínas de la política española.

Por sus manifestaciones en torno al asunto tratado en este artículo, tampoco nos sorprendería que Pedro Sánchez, que debe estar hasta el gorro de Podemos y de Iglesias, esté aún celebrando la ruptura de la izquierda, sin caer en la cuenta de que Sumar, sin Podemos, es restar, supone la división de la izquierda y la pérdida de unos votos y escaños que le alejan aún más de su objetivo de mantenerse en Moncloa.

Al describir la tragedia de Julio César, Williams Shakespeare, llega a considerar acertada la decisión de Marco Bruto de asesinar a su padre, el emperador que con el afán del poder absoluto originaba continuos conflictos con Roma, con la república y el derecho, convirtiéndose en un tirano. Al presidente del Gobierno de España nadie desea ese final, nada ha de temer, pero debiera leer a Shakespeare para no terminar odiado como el emperador romano ni derrumbado como Pablo Iglesias.

Camino lleva.