Salud

Ácido hialurónico: cuando la obsesión por la belleza puede suponer un peligro

Alertan de que cada vez más jóvenes acuden a las consultas de Medicina Estética tras aplicarse inyecciones de este compuesto en el rostro sin aplicación médica y que conllevan graves riesgos para la salud

Tratamiento de medicina estética con una inyección de ácido hialurónico en el labio

Tratamiento de medicina estética con una inyección de ácido hialurónico en el labio / L.O.

Adrián González

Adrián González

Una peligrosa moda que está al alza entre pacientes cada vez en edades más jóvenes. Su facilidad a la hora de poder comprarlas junto a la publicidad cada vez más invasiva en redes sociales e Internet sobre sus beneficios y la omisión de los graves riesgos que se pueden sufrir si no se utiliza adecuadamente hacen de las inyecciones de ácido hialurónico para la mejora de la estética y belleza un auténtico peligro para la salud si no se aplica por un especialista médico.

En buenas manos y bajo supervisión de un profesional, sí; pero el riesgo que supone utilizarlo por cuenta y riesgo del usuario es demasiado importante como para dejarlo pasar por alto solamente por querer mostrar una imagen distinta en redes sociales.

Cada vez son más jóvenes los que acuden a la consulta de Medicina Estética con problemas de distinta gravedad -algunos de ellos incluso de Urgencias- causados por inyectarse ácido hialurónico y otras sustancias «en cualquier lugar, sin control y por personas no cualificadas que banalizan los tratamientos y los realizan en hoteles, en sus domicilios, en instalaciones no autorizadas por sanidad o en los trasteros de peluquerías, poniendo en riesgo la salud de las personas que acuden buscando un bajo precio por ignorancia o irresponsabilidad». Así lo alerta Virtudes Ruiz, presidenta de la Asociación Murciana de Medicina Estética y Cirugía Cosmética (AMMECC).

Facilidad para comprar en la Red

La voz de alarma la daba hace unos días la Asociación Española de Consumidores (Asescon) alertando del auge de la venta a través de Internet de estas inyecciones para ser usadas sin aplicación médica. Un hecho, explica Asescon, que es «tremendamente preocupante en tanto que su utilización sin los debidos conocimientos sanitarios podría conllevar graves problemas de salud».

"Habría que preguntar a los usuarios si se dejarían operar una rodilla por un carpintero"

Actualmente puede usarse el ácido hialurónico de tipo cosmético o tópico para ser aplicado por el propio usuario cosmético y por profesionales de la estética «siempre que no atraviese la piel en tanto que si debe ser inyectado debe realizarse por un especialista» para mejoras de la piel facial o los labios.

El ácido hialurónico, recuerdan desde Asescon, es un producto sanitario «inyectable indicándose por el Ministerio de Sanidad que solo debe ser infiltrado por un médico y en un establecimiento sanitario autorizado».

Secuelas «para toda la vida»

«Los efectos secundarios graves están aumentando considerablemente y muchos de ellos dejan secuelas en los pacientes para toda la vida, como cuando es necesario realizar un injerto de piel para tratar la necrosis producida por una obstrucción vascular debida a un relleno con ácido hialurónico por personal no cualificado, sobre todo porque no saben detectar el problema y tratarlo a tiempo, y cuando acuden al médico, que es quien puede tratar los efectos secundarios, suele ser tarde», indica Virtudes Ruiz.

«Habría que preguntarle a los usuarios si se dejarían operar una rodilla por un carpintero, o unas varices por un fontanero, así entenderían que solo un médico puede realizar tratamientos de medicina estética y siempre en unas instalaciones adecuadas, porque son actos médicos que no se deberían banalizar», añade.

El problema está, dice, cuando un «acto médico» de este tipo lo lleva a cabo un «intruso» que no es un facultativo especializado: «El riesgo de efectos secundarios graves aumenta muchísimo».

Asimismo lamenta que estas inyecciones estén al alcance de cualquiera y se puedan comprar fácilmente en diferentes sitios web de Internet «por no considerarse un medicamento y poder adquirirlo sin ningún control».

"Las generaciones venideras no tienen miedo a que el resultado sea demasiado llamativo"

También advierte de los graves riesgos para la salud Eugenia Cutillas, especialista en Dermatología y presidenta de la Sección de la Academia Española de Dermatología y Venereología en la Región: «Para la correcta aplicación de ácido hialurónico hay que tener un conocimiento muy exhaustivo, casi tanto como de un cirujano de la anatomía facial».

La dermatóloga expone que «es un problema más que esperable» la posibilidad de que sean cada vez un mayor número de pacientes los que acudan a la consulta tras haber sufrido problemas como la necrosis o la muerte del tejido como consecuencia de que el producto haya quedado dentro de algún vaso sanguíneo, así como una posible infección o el riesgo de sufrir nódulos inflamatorios tardíos, «es decir, la aparición a largo plazo de bultos en la zona donde se ha aplicado el ácido hialurónico».

Cutillas asegura que «tradicionalmente siempre ha habido cierto ‘respeto’ en las generaciones de a partir de 40 años a tener resultados demasiado exuberantes. Ahora vemos que las generaciones venideras no tienen miedo a que el resultado sea demasiado llamativo, por lo cual no temen pasarse con el producto. Cada vez se ven publicidades más atractivas que minimizan los riesgos exponenciales, solo resaltan los beneficios».

«Habrá personas que sufrirán las consecuencias»

«Si no existe ningún control de cómo se vende y a quién se vende este tipo de productos, y mientras no haya una regulación del sector como pide la Sociedad Española de Medicina Estética, no cabe la menor duda que habrá personas que sufrirán las consecuencias de un mal autotratamiento, que debiera estar solo puesto en manos de especialistas», advierte Roberto Barceló, presidente de la Asociación de Consumidores y Usuarios en Red de la Región de Murcia (Consumur). Barceló añade que es difícil que estos casos lleguen a ser denunciados ante la asociación que preside dado que es el usuario, en todo caso, «quien asume la responsabilidad de su utilización», aunque, insiste, «lo razonable es ponerse en manos de un profesional para que sea quien le inyecte este producto», explica.

Exigen una mayor regulación para evitar el «intrusismo laboral»

Una buena información y educación sobre la medicina estética es fundamental para atajar este tipo de problemas en aquellos pacientes que deciden aplicarse este tratamiento por su cuenta y riesgo y sin la correspondiente aplicación médica. Pero tanto Virtudes Ruiz como Eugenia Cutillas ven prioritaria la regulación por parte de la Administración para evitar el intrusismo laboral y que solo un personal médico especializado pueda realizar estas inyecciones con todas las garantías sanitarias y de seguridad. 

«Actualmente, según la legislación española, los únicos profesionales que pueden aplicar ácido hialurónico a un paciente son los médicos especialistas, ni siquiera los enfermeros», recuerda Cutillas, quien añade que en una consulta médica «se hace una valoración, con asesoramiento, de qué producto hay que utilizar dependiendo del caso y en qué localizaciones». 

Por su parte, Virtudes Ruiz apunta que la Administración «suele controlar mucho» las consultas que están reguladas, «pero no hacen nada para actuar contra los intrusos y los que pinchan en cualquier lugar, que siempre quedan impunes, porque los problemas que causan siempre los tratamos los médicos tanto en consultas privadas como en la Seguridad Social a coste de todos», lamenta.