Alerta por la aparición de cadáveres de cormoranes en el Mar Menor

Un cormorán es un ave acuática de imponentes alas, plumaje oscuro y cuerpo alargado que vive en el litoral de la Región. Se alimenta básicamente de peces, a los cuales caza con una técnica que, en ocasiones, le cuesta la vida al propio depredador.

Varios ejemplares de esta especie han aparecido en la orilla del mar, en concreto en Playa Chica, en La Manga del Mar Menor. Según indican ecologistas y vecinos, es habitual que los pájaros queden enganchados en redes de pesca y, de ahí, terminen en la orilla del mar. Sin embargo, en los últimos días ha aparecido un número inusitado de aves muertas.

Un hombre indica que en dos semanas ya ha retirado de la arena cinco ejemplares de esta especie

Un residente en la zona explicaba este lunes a La Opinión que en solo las últimas dos semanas ha hallado en la arena los restos de cinco ejemplares de esta especie. Asimismo, los vecinos lamentan el estado de suciedad en el que se encuentra el arenal, algo que también comprobó este diario este lunes: está lleno de ramas y de algas.

Un anzuelo en el pico

Volviendo a los cormoranes muertos, el protocolo manda que, tras descubrirse los ejemplares sin vida, se desplacen a la zona agentes medioambientales, para realizar una inspección. Los animales que sean recuperados (de algunos se deshicieron por sus medios los vecinos, tal y como admitieron) son sometidos a necropsias en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma. 

Y no solo en Playa Chica: otros vecinos aseguran haber visto media docena más de cadáveres, en concreto cuatro en la Cala del Pino y dos en la Playa de la Isla. «Uno de ellos llevaba un anzuelo en el pico: caen en redes, mueren y fuera», detalla un testigo. 

A la Consejería no le consta; al Seprona, sí

Este periódico se puso en contacto con la Consejería de Medio Ambiente, desde donde manifestaron que agentes medioambientales han ido a la zona y no tienen constancia de que hayan aparecido últimamente cormoranes muertos en playas del Mar Menor. 

Aunque el Gobierno regional asegure que "no hemos detectado nada", al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil le consta al menos una muerte, y está a la espera de la necropsia para ver si el ave fue envenenada o murió por medios naturales, apunta el cuerpo. Fue un particular quien puso en alerta a la Benemérita (en concreto, el equipo de Torre Pacheco) que alertó, a su vez, al Centro de Recuperación de Aves, donde se hicieron cargo de los restos mortales. Los investigadores aguardan ahora el análisis que, de los mismos, se lleve a cabo en El Valle.

Numerosas aves acuáticas perecen cada invierno entre las artes fijas que calan los pescadores para cazar especies. De ahí que asociaciones ecologistas lleven años pidiendo que la Comunidad y los pescadores acuerden medidas para que se mantenga el oficio sin riesgo vital para animales como los cormoranes. 

Estos animales tienen una buena habilidad buceadora, que se une a su interés por los peces que se han colado en las redes. Por eso, como sostienen los ecologistas, mueren muchos de los ejemplares que llegan al Mar Menor a pasar los meses fríos. 

La Fiscalía archiva una denuncia por las obras de la Cala del Pino