Tragedia en Atalayas

La madre de una víctima del Madrid Arena, sobre Murcia: "Que los responsables se pudran en el infierno"

La mujer critica que nadie detectara que las discotecas incendiadas no tuvieran permiso

Pabellón Madrid Arena

Pabellón Madrid Arena / AYUNTAMIENTO DE MADRID

E.P.

La madre de una de las víctimas del Madrid Arena, el trágico suceso que se cobró la vida de cinco jóvenes la madrugada del 1 de noviembre de 2012 en Madrid, ha criticado que ningún inspector detectase que las discotecas del incendio de Murcia en las que han fallecido trece personas no tuvieran permisos.

"Que los responsables se pudran en el infierno", ha escrito en sus redes sociales Isabel de la Fuente, quien lamenta que al final "los muertos se quedan en sus tumbas y los homicidas en sus casas" en referencia a las personas que en el caso de su hija se encuentran ya en libertad tras cumplir sus condenas por lo sucedido aquella noche en el pabellón Madrid Arena.

La madre de Cristina Arce critica que nadie detectara que las discotecas incendiadas no tuvieran permiso y alude en su mensaje a las declaraciones del abogado de La Fonda en las que sostiene que la licencia se ha quemado con el fuego, que arrasó los dos locales.

"Los papeles se han quemado. La culpa va a ser de unos, de otros, del cha-cha-chá... van a mentir y marear la perdiz hasta que la culpa sea de los muertos. ¿De verdad ningún inspector detectó que no había permisos?? A qué hora se inspecciona un local nocturno para pillarlo abierto???? Al final los muertos se quedan en sus tumbas y los homicidas en sus casas. !Qué asco de todo!!!", recoge el mensaje colgado en su cuenta, que agrega "qué los responsables se pudran en el infierno".

En menos de dos meses, se cumplirán once años de aquella fatídica madrugada en el Madrid Arena en la que murieron cinco chicas durante la celebración de una macrofiesta de Halloween protagonizada por el DJ Steve Aoki. El promotor de la fiesta, Miguel Ángel Flores, está en régimen de libertad desde octubre de 2020.

El Tribunal Supremo ratificó en marzo de 2018 que el exceso de las entradas vendidas por los organizadores fue el origen del resultado mortal. El aforo máximo permitido era de 10.620 personas, pero Diviertt vendió 16.605 entradas para el espectáculo Thriller Music.