Incendio en Murcia

Tragedia en la discoteca: trece fallecidos en el incendio de Atalayas

Las llamas se originaron en Fonda Milagros, donde veinte personas celebraban un cumpleaños, y se propagaron a Teatre

El techo de la discoteca se vino abajo, dificultando la recuperación de las víctimas, cuyo número fue aumentando durante toda la mañana

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

La ciudad de Murcia amaneció este domingo con la trágica noticia de que un incendio durante la celebración de un cumpleaños en una discoteca se llevó por delante la vida de trece personas.

Eran las seis de la mañana del domingo cuando las cámaras instaladas en el pico de El Relojero, en el Parque Regional del Valle, detectaron fuego en la zona de Atalayas. Al mismo tiempo, varias llamadas al 112 confirmaban que había fuego en la discoteca Teatre de la calle Isla Cristina, si bien algunas fuentes matizaron después que pudo comenzar en la primera planta del local anexo Fonda Milagros y que de ahí se propagó a Teatre y a Golden.

El Ayuntamiento de Murcia movilizó a todos los efectivos de bomberos, más de cuarenta y doce vehículos (tanto del Infante como de Espinardo). «Gracias a eso el fuego no se extendió a los distintos negocios de Atalayas», explicaba ayer el concejal de Seguridad Ciudadana y Emergencias, Fulgencio Perona.

Sin embargo, no pudieron evitar la catástrofe: trece muertos y cuatro heridos. Estos últimos son dos mujeres de 22 y 25 años y dos hombres de 41 y 45 que fueron atendidos por inhalación de humo. Luego se supo que otras personas llegaron a diversos hospitales de la ciudad de Murcia por su propio pie y que ninguno revestía gravedad.

Los servicios de extinción apagando el fuego en la discoteca Teatre

L.O.

A las siete de la mañana, una hora después de que comenzara el incendio, el fuego estaba controlado y se declaró extinguido a las ocho. La zona más castigada fue la de Fonda Milagros, en donde parte del techo no aguantó las altas temperaturas que se alcanzaron allí dentro y se terminó viniendo abajo.

Según informan fuentes cercanas al caso, las víctimas mortales se encontraban en el piso superior, se vieron sorprendidos por las llamas y no pudieron salir. Estas fuentes señalan que algunos de los cuerpos estaban completamente calcinados.

Las cámaras del pico de El Relojero detectaron el fuego a las seis de la mañana y pusieron en marcha el protocolo

Los fallecidos se encontraban celebrando el treinta cumpleaños de Eric, un ciudadano nicaragüense que perdió la vida allí, junto a su madre y su hermano Sergio.

La deflagración provocó un corte de luz en toda la zona que obligó a todas las discotecas de alrededor a desalojar a sus clientes y trabajadores. «Vi a una chica salir de la discoteca en llamas», asegura una camarera de Callejón, un local cercano. Otras dos chicas, que estaban en Golden, una discoteca cercana, también se encontraban en la zona buscando a unas amigas que pasaron la noche en Fonda Milagros.

Durante la mañana se asistió a un doloroso goteo de nuevas víctimas, que iban apareciendo conforme avanzaban las tareas de desescombro. A las diez de la mañana el alcalde de Murcia, José Ballesta, que se marchó para allá nada más conocer las existencia de fuego, informaba de cuatro fallecidos, que aumentaban a seis media hora después y a siete a las 11.30. Dos horas después, los bomberos ya contaban once víctimas mortales y, a las dos de la tarde, eran ya trece.

Antes del mediodía ya trabajaban en el interior la Policía Judicial, el equipo de Medicina Legal y el juez para identificar los cuerpos. «No está siendo nada fácil», reconoció el propio regidor.

La situación era compleja también para extraer los cadáveres. La parte del techo que aún no había cedido amenazaba en todo momento por hacerlo, por lo que hubo que hacer un trabajo previo para apuntalar la estructura.

Se hizo necesario apuntalar la zona ante el peligro de derrumbe antes de poder extraer los cadáveres

«Los trabajos de extracción están siendo extenuantes. Los bomberos salen, se tumban en el suelo con oxígeno, beben agua...», comentó Ballesta, que aprovechó para informar de que el Ayuntamiento había establecido un punto de asistencia a familiares en el Palacio de los Deportes donde Protección Civil, Cruz Roja y psicólogos estuvieron atendiendo a los familiares de las víctimas que hasta allí iban llegando. Además, recogían información sobre el número de personas desaparecidas. «Lógicamente, están llegando familias que no han podido encontrar a algún ser querido, pero eso no significa que estén aquí. Pueden estar en cualquier lugar», señaló Ballesta.

De hecho, el número de desaparecidos se iba reduciendo y no siempre llevaba aparejado un aumento de las víctimas mortales. «Poco a poco se van aclarando estas situaciones conflictivas que se van produciendo», afirmó.

Familiares, trabajadores de la zona y curiosos se acercaron a lo largo de la mañana a la calle Isla Cristina para conocer los detalles del suceso. Yofre Herrera, ecuatoriano amigo de los desaparecidos, confirma que eran unas veinte personas en le cumpleaños: «Algunos se fueron antes del incendio y llevan toda la mañana preguntando en los hospitales pero no los encontramos».

La Policía Científica y la Judicial del Grupo de Homicidios y los investigadores del Cuerpo de Bomberos trabajan desde ayer para averiguar los motivos que causaron la deflagración, aunque ya han avisado de que pueden tardar semanas en conocer las causas. En concreto, se necesitarán varios días para que bajen las altas temperaturas interiores de los inmuebles siniestrados.

El Ayuntamiento de Murcia ha decretado tres días de luto por los fallecidos y ha suspendido todas las actividades lúdicas en la ciudad y pedanías.