El nuevo reparto de la desaladora de Torrevieja premia a la Región

Las nuevas condiciones de reparto de los caudales de la planta desaladora de Torrevieja han deparado una buena noticia para los agricultores murcianos y una mala para los alicantinos. Tras los duros recortes del trasvase de agua de la cuenca del Tajo a la del Segura, unos 70 hectómetros cúbicos menos al año ( según la mejor estimación), el Gobierno de España ha modificado el reparto del agua que produce la desaladora de Torrevieja entre Almería, Murcia y Alicante, de manera que va a beneficiar sobre todo al campo murciano, que va a recibir casi el 80 por ciento de lo que produce, unos 64 hectómetros cúbicos al año, mientras que Alicante se quedará solo con algo más del 13 por ciento. De esta manera, la Región recuperaría parte del terreno perdido vía trasvase, pero no es suficiente y no ha impedido que el Gobierno de López Miras haya decidido, junto con Andalucía y Comunidad Valenciana, presentar el pasado mes de abril un recurso contra el recorte al trasvase ante el Tribunal Supremo.

La Confederación Hidrográfica del Segura ya ha notificado al Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) la implantación de este nuevo sistema de distribución del agua desalinizada del mar que, a partir de ahora, se realizará con la propuesta de concesiones establecida por una ley de 2019. La medida deja sin efecto la Ley 52/1980 de Regulación del Régimen Económico de la explotación del acueducto Tajo-Segura. Con este cambio, de los de los 25 hectómetros cúbicos de agua que la planta destinaba a los comuneros alicantinos se va a pasar a 13 hectómetros cúbicos al año, destinándose los 12 restantes a la Región de Murcia.

Esta noticia no ha sentado nada bien a los agricultores alicantinos que hablan de un maltrato histórico. «Esto es una auténtica barbaridad para la Vega Baja y para Elche que sin embargo no va a afectar en nada a la Región de Murcia. Y es todavía más barbaridad teniendo en cuenta el agua que hay almacenada en los embalses», ha señalado el presidente de Asaja-Alicante, José Vicente Andreu. «Esto demuestra, una vez más, el maltrato histórico que sufre Alicante por estar entre dos tierras, entre Valencia y Murcia. Somos la provincia más infradotada del trasvase Tajo-Segura a pesar de que la desaladora está en nuestro territorio y cargamos con el impacto ambiental de las salmueras que se vierten al Mediterráneo», sostiene Andreu, que lamenta que de los 80 hectómetros cúbicos de agua desalada que se producen al año en la Vega Baja, la provincia de Almería se lleva 3, Alicante 13 y Murcia los 64 hectómetros cúbicos restantes.