Política

La guerra abierta entre Arrimadas y Bal pilla "fuera de juego" a Ciudadanos en la Región

El senador Miguel Sánchez confía en que ambos lleguen a un acuerdo: "Quien gana con todo esto es el PP"

Miguel Sánchez, detrás de Patxi López, camina junto a Inés Arrimadas durante el acto del Día de la Constitución.

Miguel Sánchez, detrás de Patxi López, camina junto a Inés Arrimadas durante el acto del Día de la Constitución. / Eduardo Parra (EP)

Jaime Ferrán

Jaime Ferrán

Lo que le faltaba a Ciudadanos, sumido en una profunda crisis esta legislatura tanto a nivel nacional como regional, es una división entre dos de sus principales activos en el partido: Inés Arrimadas y Edmundo Bal. El abogado del estado anunció su intención de trabajar en una candidatura propia para liderar la formación a partir de la asamblea general del próximo mes de enero. Bal encarna oficialmente el sector crítico contra Inés Arrimadas, que respondió que presentará una candidatura en Cs si su compañero no rectifica y acepta una lista de unidad. En el acto por el Día de la Constitución en el Congreso de los Diputados ni se saludaron.

Los dirigentes murcianos de Ciudadanos asisten atónitos a lo que está ocurriendo en Madrid, conocedores de que la moción de censura fallida en la Región fue la guinda a la crisis de los naranjas. La coordinadora autonómica, María José Ros, remite a un tuit de hace tres días en el que afirma que «si somos capaces de llegar a acuerdos con los que piensan distinto, también lo haremos entre nosotros con generosidad y reflexión». Es más de lo que dice su secretario de Organización, el concejal del Ayuntamiento de Murcia Pedro García Rex, que prefiere no hacer valoraciones. 

El senador Miguel Sánchez reconoció ayer a esta Redacción que la crisis le ha pillado «fuera de juego» e invitó a los líderes nacionales a «sentarse, hablar, negociar y ponerse de acuerdo» porque «quien gana con todo esto es el Partido Popular», señalando que la formación de Alberto Núñez Feijóo sigue con su estrategia de absorción a Cs. 

«A Edmundo lo considero mi amigo y a Inés la respeto mucho y la admiro. Una crisis como esta y en estos momentos no nos la podemos permitir. No beneficia a ninguno, tampoco a ellos. Estoy convencido de que tenemos un espacio y de que mucha gente se abstendría en las elecciones si no nos presentáramos», dijo. 

Además, apuntó a que «cualquier alternativa» a la dirección actual de Cs «pasa por ellos dos». 

Fuentes más críticas de la formación liberal en la Región lamentan la «imagen del quítate tú para ponerme yo» que se está dando desde la dirección nacional. Además, recuerdan que Bal obtuvo «cero escaños» en las elecciones madrileñas. 

«Las cosas no se hacen así», afirman. Asimismo, consideran que «ninguno de los dos» debería ponerse al frente del partido tras la refundación, ya que hacen falta personas que no hubieran sido responsables de los errores cometidos durante la legislatura.