Arranca la rehabilitación del molino de viento de El Algar tras años de espera

La Concejalía de Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cartagena, que dirige la vicealcaldesa Ana Belén Castejón, quiere dejar los deberes hechos en cuanto a molinos se refiere antes de la cita electoral del próximo 28 de mayo. En diciembre del año pasado anunció la contratación del proyecto básico y de ejecución para la recuperación y colocación del chapitel del Molino de la Tía Seña, en El Bohío. Hace unas semanas La Opinión informó de que el Consistorio sacará a contratación la obra de restauración del Molino-Ermita. Y esta misma semana han iniciado los trabajos de rehabilitación del molino de viento de El Algar.

El proyecto, cuya redacción culminó en agosto del año pasado, acumula años de demandas vecinales. Según han explicado en más de una ocasión desde el Ayuntamiento, la ubicación del molino, que se encuentra situado entre dos viviendas de la calle La Paz, ha complicado el inicio de los trabajos. Es por ello que fue necesario redactar un proyecto que se adecuara a las especificaciones recogidas en el Plan director de los Molinos, así como un estudio y autorización por parte de la Dirección General de Bienes Culturales.

El documento, que fue redactado por el arquitecto José María López Martínez, especialista en la recuperación de este tipo de arquitectura tan singular del paisaje cartagenero, contempla un estudio exhaustivo de los elementos conservados. Lo más reseñable que refleja es que en el interior de estructura se conserva en bastante buen estado la maquinaria de madera propia de su funcionamiento como molino de agua. El proyecto supone una inversión de más de 280.000 euros y el plazo de ejecución de la obra es de cuatro meses.

La obra prevista contempla la recuperación de la estructura de mampostería y cal correspondiente al molino propiamente dicho, así como a la rueda de la noria de agua situada en la parte trasera. En el interior, se ha previsto la recuperación de los forjados interiores, así como la escalera para acceder al piso superior; la conservación y restauración de toda la maquinaria de madera que conseguía la puesta en marcha del molino, así como el desmontaje del chapitel y botalón existente y su sustitución por una pieza nueva que asegure la impermeabilidad del monumento y con ello, su conservación.

Debido a que el molino se encuentra encajado entre dos viviendas, se ha previsto el soterramiento de las líneas aéreas que interrumpen su visión, la apertura del molino a la calle, la adecuación de la acera para su correcta contemplación, así como la construcción de una plataforma metálica que permita el acceso al interior del molino, generando una estructura en gradas que puedan utilizarse para fines culturales y de divulgación. De igual modo, se trabajará en las medianeras de los edificios colindantes para mejorar el aspecto del conjunto.

Cabe recordar que estando al frente de Patrimonio Arqueológico Ana Belén Castejón se han restaurado la casa molino del Monte Sacro, el Molino Zabala, el del Molinete y el de Las Piedras en Los Mateos, recuperando de esta forma un patrimonio "esencial" de la historia de Cartagena.