Patrimonio de Cartagena

La obra del Molino-Ermita de San Cristóbal sale a contratación en mayo

El proyecto de intervención ya está terminado y cuenta con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Cultural - La actuación costará 230.000 euros y el plazo de ejecución es de cuatro meses

La Concejalía de Patrimonio Arqueológico del Ayuntamiento de Cartagena, que dirige la vicealcaldesa Ana Belén Castejón, deja un nuevo proyecto terminado encima de la mesa de aquel que entre a gobernar a partir del próximo 28 de mayo. En esta ocasión se trata de la restauración del emblemático Molino-Ermita de San Cristóbal, situado en lo alto del cerro del Molinete, declarado Bien de Interés Cultural.

El documento en el que se basará la intervención, cuya redacción ha corrido a cargo del arquitecto Juan de Dios de la Hoz Martínez, ya cuenta con el con el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma. El informe de necesidad de la contratación también ya está firmado, por lo que desde la Concejalía calculan que «en unos 10 o 12 días estará preparado para subir a licitación». La actuación costará unos 230.000 euros y el plazo de ejecución de las obras es de cuatro meses

La premisa principal del proyecto es la de «no eliminar ninguna huella del paso del tiempo, y de las distintas etapas constructivas y de uso del edificio». En este sentido, la construcción sirvió en el siglo XVI como molino, aunque se conservan pocos elementos de aquella, más allá de su estructura circular y cilíndrica. En el siglo XVII, para convertirlo en ermita, el edificio fue sometido a una remodelación que supuso la construcción de un tambor para la sustentación de una pequeña cúpula de la que tan sólo se conservan varias fotografías antiguas.

Entre las distintas actuaciones que se van a llevar a cabo destaca la construcción de una nueva cubierta (una cúpula semiesférica), a imagen de la que poseyó en su época de ermita y vivienda y utilizando las mismas técnicas y materiales tradicionales. Además, se colocará un nuevo suelo, se reparará el peldaño de acceso, en la planta baja se retirarán las rejas actuales y se ubicarán nuevas de acero y vidrio para las ventanas.

En el tambor se demolerá el tabique que ciega uno de los huecos y se instalarán cuatro ventanas de acero, dos de ellas fijas y las otras dos abatibles, que se accionarán mediante un motor que se colocará en el interior del edificio y cuyo objetivo será la de ventilar el interior del edificio.

Asimismo, se intervendrá en las cornisas interiores, reponiendo con mortero las pequeñas partes faltantes y reparando las grietas existentes, mismo procedimiento que se seguirá en el muro exterior. En la zona del altar, también se reparará la moldura existente y se colocarán prótesis en las partes faltantes.

En cuanto a las instalaciones, solamente está prevista una sencilla instalación eléctrica, consistente en dos vástagos anclados en el suelo, capaces de albergar varios orientables, enchufes o cualquier otro tipo de clavija.

Y con este proyecto, la Concejalía de Patrimonio Arqueológico que dirige la vicealcaldesa Ana Belén Castejón sigue con su apuesta por la recuperación del patrimonio del municipio. En este sentido, hace unas semanas también se acabo la rehabilitación de la cripta de la Muralla Púnica, se inició la 3ª Fase de Recuperación de Despeñaperros y los trabajos previos de la nueva fase del Anfiteatro.

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