Música

Cartagena se ha convertido en un terreno yermo para las salas de conciertos

La burocracia a la hora de conseguir las licencias y la falta de público hacen que los directos en locales del municipio sean una rara avis

Concierto de Soziedad Alkohólika en 2012 en la sala La Matriz Creativa, que estaba situada en Cabezo Beaza.

Concierto de Soziedad Alkohólika en 2012 en la sala La Matriz Creativa, que estaba situada en Cabezo Beaza. / L.O.

Actuar en La Mar de Músicas, en el Cartagena Jazz Festival, en Los Conciertos del Fuerte, en el auditorio El Batel o en el festival Rock Imperium es el sueño de cualquier banda cartagenera, pero para llegar allí deben curtirse en pequeños espacios de los que Cartagena carece: las salas de conciertos. Y es que, la ciudad portuaria es un terreno yermo de este tipo de locales, que apenas suman tres licencias en todo el municipio y algunas de ellas apenas cuentan con una programación anual, sino que van programando según la oportunidad de mercado.

Es el panorama al que se enfrentan las bandas emergentes o ya asentadas y que se encuentran los cartageneros que buscan disfrutar de conciertos en directo alejados de las grandes superficies y de los nombres más llamativos del panorama musical. Fuentes municipales indican que, actualmente, existen tres locales con licencia para hacer conciertos: Leyendas del rock y D’lío, en calle Comandante Villamartín, y Míster Witt Café, en Tolosa Latour. También está Espacio Alviento, de Trips, como sala y, ya en zona costera, el propio complejo Trips La Manga.

No obstante, los primeros apenas programan directos. Más Míster Witt Café, que suele contar con programación esporádica de nombres emergentes y más consolidados. Además, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento en eventos que coinciden con festivales locales, como el Cartagena Jazz, ofreciendo en su sala conciertos dentro del programa oficial del certamen. Por su parte, Alviento cuenta con una agenda que va renovando según mercado, pese a que en un primer momento la idea era contar con una programación anual definida y de garantías. La falta de respuesta del público ha obligado a la sala a administrar las fechas. Por último, Trips centra su cartel de directos en los meses veraniegos, con alguna apuesta por la desestacionalización como el festival Hermosa Fest, en octubre, que poco a poco se hace un hueco en el panorama nacional.

Actuación de ‘The Retro Shaker’ en Míster Witt Café durante la celeración del Cartagena Jazz Festival del año pasado. | IVÁN J. URQUÍAR

Actuación de ‘The Retro Shaker’ en Míster Witt Café durante la celeración del Cartagena Jazz Festival del año pasado. | IVÁN J. URQUÍAR / salvador gonzález

Se trata de un panorama que contrasta con la escena de la capital regional. Murcia cuenta con incontables salas y locales que programan conciertos, llegando fines de semana a organizar decenas de directos. El presidente de la Asociación de Salas de Conciertos de la Región, Murcia Live!, Isaac Vivero, reconoce que la cultura de conciertos en Murcia está mucho más asentada que en Cartagena, donde «no ha habido continuidad». «Mantener una sala no es nada fácil y necesitas la respuesta del público», señala y apunta que «Murcia cuenta con un bagaje que la ha hecho ser un referente nacional de directos, por lo que la gente sabe que cuenta con una amplia programación y eso va en detrimento de Cartagena, donde la oferta es escasa».

Para Vivero, la programación pública o público-privada, que en Cartagena es bastante amplia con los festivales y certámenes habituales, no influye en la escasa proliferación de las salas en una ciudad, ya que en Murcia también cuentan con una agenda ‘oficial’ extensa y los locales siguen teniendo éxito.

Programadores musicales reconocen esa dicotomía entre Murcia y Cartagena hablando de que para un artista es más atractivo programar en la capital que en la ciudad portuaria por la respuesta del público. «Los artistas quieren vender entradas y eso lo consiguen en Murcia, pero en Cartagena muchas veces se quedan a medias», afirman. Desde Murcia Live! proponen la colaboración público-privada para impulsar el atractivo de los directos en sala. Vivero apunta a una programación coordinada entre el Ayuntamiento y los locales, de forma cofinanciada, para incrementar la oferta y potenciar el sector.

Por su parte, el Ayuntamiento ha apostado esta legislatura por la Cultura, con una agenda importante de citas. No se descarta esa colaboración público-privada, aunque hay que definir cómo llevarla a cabo. De hecho, en próximas fechas habrá una reunión entre el Gobierno local y la asociación ‘Por Amor al Arte Cartagena’, que aglutina a cerca de 160 bandas locales. Precisamente el presidente del colectivo, Jorge Gens, coincide con la lectura de sus ‘socios’ de Murcia Live! «Falta algo de cultura musical en la ciudad, donde incluso siendo gratis ha habido conciertos que apenas han tenido público». Por ello apuesta por la enseñanza. Desde la asociación han puesto en marcha una iniciativa en colegios del municipio para incentivar la cultura musical en los más pequeños de cara al futuro. Llevan kits musicales, con instrumentos y otros enseres, a los centros para que los escolares puedan familiarizarse con ellos.

Apuesta personal

No obstante, Gens también pone el foco en la burocracia a la hora de montar una sala de conciertos, tediosa en muchos casos. Incluso en la Ley del Ruido, que no mira con buenos ojos este tipo de negocios. Desde el Ayuntamiento destacan la incorporación en la Ordenanza de un artículo, el 48, que permite las actuaciones en directo de pequeño formato, aunque lo hacen con restricciones que condicionan sumamente el espectáculo y atan de manos a los programadores.

En definitiva, los profesionales del sector reconocen que los primeros pasos para una sala de conciertos en Cartagena son difíciles porque apenas hay mercado. «Nadie se hace rico con estos negocios y es más una apuesta por gusto personal que por negocio», indican. Salas como La Matriz Creativa, en el polígono Cabezo Beaza, no logró asentarse hace ya años; mientras que otras más recientes, como La Tata, en calle Cuatro Santos, ha acabado diluyéndose en trámites burocráticos.

Reacciones

Tras la publicación de este artículo, las reacciones en las redes sociales lamentando esta situación no se hicieron esperar, la mayoría de ellos, para lamentar la falta de salas de conciertos en Cartagena y la falta de oportunidades para los músicos de la ciudad portuaria. Entre otros, Dani Sánchez, guitarrista del grupo Arde Bogotá, quien lamenta que "la aspiración de los músicos más jovenes cartageneros no puede ser irse a la ciudad de Murcia a tocar porque la suya está muerta" y asegua que, en este sentido, "Cartagena da pasos hacia atrás y nadie hace nada".