Cartagena

Las bodas en la playa no tienen el tirón esperado por hosteleros

Hostecar propone que la ciudad sea ‘gayfriendly’ para aumentar el número

El Pleno del Ayuntamiento de Cartagena aprobó en octubre del año pasado la ordenanza que abría la puerta a la celebración de bodas y otros eventos de interés turístico en las playas del municipio a partir del primer semestre de 2023. Desde entonces se ha celebrado un casamiento, que tuvo lugar el pasado noviembre en la playa de Levante, en Cabo de Palos. Para este año hay programada una, que se celebrará el 30 de septiembre en Cala Cortina, y se está empezando a tramitar una segunda para octubre en La Azohía.

Una cifra que al presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Alojamientos Turísticos de Cartagena y Comarca (Hostecar), Francisco Garnero, le resulta «escasa», «sobre todo teniendo en cuenta la popularidad que están alcanzando este tipo de celebraciones». Y ello teniendo en cuenta también que esta iniciativa estaba llamada a ser un impulso para el turismo y la hostelería del municipio, que, en palabras de la concejala de Litoral, Cristina Pérez, ayudaría a «crear más empleo, desestacionalizado y diversificando la actividad de las playas». La realidad a día de hoy es que de las 83 bodas que hay programadas a través del Ayuntamiento, 82 se celebran en el Palacio Consistorial y tan solo una en la costa.

Por ello, Garnero considera que el Consistorio debería fomentar este tipo de celebraciones, que «puede ser una importante fuente de ingresos para muchos hosteleros». Una de las propuestas que hace el presidente de Hostecar para conseguirlo es el de convertir a Cartagena en una ciudad ‘gayfriendly’, como son consideradas Reikiavik, Amsterdam, Rotterdam o San Francisco. Esto permitiría, en palabras de Garnero, mover una gran cantidad de turismo, ya no solo con el aumento de la celebración de enlaces matrimoniales de parejas que busquen un lugar idílico para llevar a cabo su celebración, sino también por la celebración de actividades y eventos multitudinarios relacionados con el colectivo.

Recuperación del Mar Menor

Para promocionar las celebración de bodas en la playa los hosteleros también consideran indispensable darle una mejor imagen al Mar Menor, para que el entorno resulte más atractivo. Para el presidente de Hostecar, la laguna salada es «una decoración inmejorable» para celebrar un enlace matrimonial. Además, destaca la gran oferta hostelera que hay en La Manga, Cabo de Palos y La Azohía para acoger estas celebraciones.

Mientras piden por su recuperación, el sector reza para que este año no se vuelva a producir una anoxia, pues eso «tiraría para atrás las reservas de hoteles, de alquiler», y «también repercute en la hostelería», expuso Garnero.

Durante el debate de la propuesta el pasado mes de octubre, MC criticó la imposición de una tasa de «casi 100 euros» para aquellos que opten por casarse en estos emplazamientos. «Han demorado todo lo que se ha podido la aprobación de la ordenanza y ahora nos vienen con esta tasa, que pretenden justificar con un estudio en el que imputan como tal coste: tres horas de sueldo de concejal y las correspondientes tres horas del chófer municipal y la gasolina», apuntó la edil de la formación Isabel García.

Por parte del Gobierno local, la concejala de Turismo, Cristina Pérez, explicó que «las tasas que cobra un Ayuntamiento por los servicios que presta tienen que estar en consonancia con los gastos que genera», de modo que «el precio no es ni justo ni injusto, es lo que calcularon los técnicos en base a los precios y repartos de costes directos e indirectos que genera esta actividad y que este Gobierno no cuestiona»

Las celebraciones pueden realizarse en 16 puntos de la costa

En total, hay fijados 16 puntos del litoral aptos para acoger ceremonias: la Cala de Turco, la playa de Entremares, tres zonas de la playa del Vivero, playa del Cavanna, playa del Ciervo, y playa del Galúa, playa de Levante y Cala Reona, la playa de La Azohía y San Ginés, Cala Cortina, playa Estrella de Mar, playa de Mar de Cristal y playa de Villas Caravaning. La ordenanza no permite la realización de bodas durante la temporada alta de baño, que va desde el 15 de junio al 15 de septiembre.