Judicial

Cuatro años de internamiento para el menor que mató a un hombre en la gasolinera de Lorca

El primer crimen del año 2023 ya tiene sentencia: el adolescente, de 15 años en el momento de los hechos, admite que "pinchó" a su víctima mientras dos sujetos le pegaban

Dos agentes custodian al autor del crimen, que fue detenido en Mula.

Dos agentes custodian al autor del crimen, que fue detenido en Mula. / La Opinión

Ana Lucas

Ana Lucas

El primer crimen del año 2023 ya tiene sentencia: el adolescente, de 15 años en el momento de los hechos, admite que "pinchó" a su víctima mientras dos sujetos que iban con él le pegaban. Le pinchó y acabó con su vida. Ahora, el titular del Juzgado de Menores Nº 1 de Murcia ha condenado al chico a cuatro años de internamiento en régimen cerrado, seguidos de dos de libertad vigilada. Igualmente, le impone a sus padres, en concepto de responsables civiles, la obligación de indemnizar con un total de 170.000 euros a la madre y los seis hermanos del fallecido. La sentencia se dictó un voce y es firme.

El crimen tuvo lugar en la madrugada del 26 de mayo. Un hombre de 47 años y nacionalidad española, llamado Silvestre, perdía la vida tras recibir una cuchillada en el corazón en los lavaderos de una gasolinera de Lorca. Los investigadores descubrieron días después que el robo de un patinete pudo ser el desencadenante. El dueño del vehículo sería este menor de edad. Dijo a Silvestre que, o se lo devolvía o le clavaba un cuchillo. Y le clavó un cuchillo. 

"Sacó de su riñonera un arma blanca que portaba y asestó un golpe en tórax a la víctima, que seccionó la pared aórtica, provocando que cayera al suelo, mientras aquel gritaba “le he pinchado”, y falleciera poco después", indican fuentes judiciales.

Lo patearon en el suelo

"El menor se había desplazado a la gasolinera con tres familiares, mayores de edad, y su hermana pequeña. Allí, según la resolución, uno de sus acompañantes vio al hombre con el que había discutido la tarde anterior, lo que motivó que el menor se abalanzase sobre él, y junto a sus tres acompañantes, tras hacerlo caer al suelo, le propinaran “repetidas patadas”. Y, aunque dos de los amigos de la víctima lograron separarlos y que cesara la pelea, los agresores -se relata en la sentencia- volvieron a localizarlo en una zona destinada al estacionamiento de vehículos.

Fue entonces cuando, el menor, mientras dos de sus familiares golpeaban a la víctima, asestó la puñalada letal.