Sánchez debe dar soluciones al campo ya

En la Región de Murcia contamos con una industria agroalimentaria de alto valor añadido, que tiene un peso muy importante en nuestra economía y es motor de creación de riqueza y empleo, no solo en nuestra tierra, sino en toda España. 

Un sector, sobre todo, representado por más de 60.000 trabajadores que, gracias a su empeño diario, garantizan que a nuestras casas lleguen las frutas, verduras y hortalizas que consumimos. Unos trabajadores que llevan desde hace ya mucho tiempo sufriendo un escenario cada vez más difícil y adverso para desarrollar su labor.

Y es que los agricultores están viviendo una situación de verdadera asfixia. El aumento de los costes energéticos, la ausencia por parte del Gobierno de España de una planificación hidrológica, los recortes al Trasvase Tajo-Segura o la competencia desleal por parte de terceros países les han colocado en una posición insostenible, hasta decir basta. 

No piden más que lo que es justo: respeto a su trabajo, a su labor y dedicación, a sus campos y a los frutos que se obtienen de ellos.

No nos engañemos: la gran dificultad del campo en España no está solo en Bruselas, sino también en un Gobierno de Sánchez que hace oídos sordos ante el grito de auxilio del sector. Sin ir más lejos, el ministro Planas, tras consentir que la ministra Montero no rebaje el IVA a la carne, al pescado y la conserva, que Ribera imponga sus prejuicios ideológicos basados en el ecologismo radical, y que Yolanda Díaz criminalice a los trabajadores del campo tachándoles de esclavistas, ha tardado nada menos que ocho días en reunirse con el sector.

Un Gobierno que, recordémoslo, ha llegado a afirmar que los agricultores desperdician el agua; que el Pacto Nacional del Agua puede esperar; que esta PAC es una maravilla; o que el lobo requiere más protección que las cabezas de ganado. Y un presidente del Gobierno que también ha desaprovechado la presidencia española de la UE para dar soluciones a las demandas de nuestro sector primario porque su única obsesión era su propia investidura.

Por desgracia, Pedro Sánchez sigue más pendiente de satisfacer a los independentistas que de cumplir con su obligación de defender los intereses de España en Bruselas. Solo mostraría interés real por el campo si Miriam Nogueras fuese agricultora o Puigdemont manejase un tractor. Y es que Sánchez no gobierna para los españoles que le pagan el sueldo, sino para los que le han puesto en La Moncloa.

Urge que desde el Gobierno de España y desde las instituciones de la Unión Europea se den soluciones ya a los problemas de nuestros agricultores. Defendemos una Política Agraria Común más justa y equitativa para nuestros agricultores; que se pongan en marcha medidas que permitan conjugar el desarrollo del sector y la rentabilidad de las producciones con el respeto y la conservación de nuestro medio ambiente; y también la aplicación de férreos controles a los productos agrícolas que vienen de terceros países que deberían tener la misma normativa que se impone a nuestros productos.

Ya es hora de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez coja las riendas de una vez, atienda las justas reivindicaciones del sector primario y vaya a Europa a defender a nuestro campo, a nuestros ganaderos y a nuestros pescadores.

Frente a un Gobierno de Sánchez que se queda de brazos cruzados, el Ejecutivo de Fernando López Miras vuelve a volcarse con nuestros agricultores. Dentro de un trabajo permanente con el sector primario, el Gobierno regional se ha comprometido con las organizaciones agrarias a aprobar en días un plan plurianual para ayudarles a completar las subvenciones de la Política Agraria Común, que es escasa y no llega a todos los agricultores que necesitan esos apoyos.

La agricultura lo es todo, para la Región de Murcia, para España y para Europa. Como siempre hemos hecho desde el Partido Popular y el Gobierno regional, vamos a estar con nuestros agricultores, a su lado, defendiéndolos y protegiéndolos. 

El 21 de febrero no faltaremos a las movilizaciones convocadas por las organizaciones agrarias en apoyo de nuestro sector primario.

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