Media docena de fachadas del Casco Histórico de Lorca podrán ser derribadas

El plan de reconstrucción del Casco Histórico sigue su curso. En esta ocasión Fulgencio Gil, alcalde de Lorca, anunciaba la reducción del grado de protección de un total de 6 fachadas apeadas de la zona. Iniciada al poco de la llegada del equipo de Gobierno liderado por Gil Jódar al poder, esta revisión se centraba en una docena de fachadas que, según los argumentos presentados a las autoridades pertinentes, carecían de valor histórico, arquitectónico o ambiental. Finalmente, la dirección general de Patrimonio Cultural ha otorgado la reducción a la mitad de ellas, que podrán ser derribadas siempre y cuando se repongan los elementos protegidos durante el proceso de reconstrucción.

De hecho, según el regidor, una vez se reciba el informe definitivo por parte de Comunidad Autónoma, se procederá a la aprobación en el Pleno del PEPRICH –Plan Especial de Protección y Rehabilitación Integral del Conjunto Histórico de Lorca–, paralizado hace meses a la espera del mismo. Concretamente, el pasado día 1 de diciembre técnicos de la Dirección general de Patrimonio Cultural de la CARM, efectuaban "una revisión de las fachadas ‘apeadas’ y edificaciones con la intención de consensuar las actuaciones a llevar a cabo, para catalogar esas fachadas conforme a sus valores históricos, arquitectónicos o ambientales. Y, en su caso, definir cuál de esas fachadas no cumplen los requisitos para estar catalogadas conforme lo están actualmente", explicaba el primer edil.

Tras la visita se determinó que existen fachadas y edificaciones que a día de hoy no tienen un grado de protección adecuado a su valor artístico histórico, por lo que se decidía modificar el catálogo de inmuebles protegidos de la ciudad. "Tras las demoliciones del cuerpo del inmueble ejecutadas a consecuencia de los terremotos, habían perdido todo su valor", abundaba Fulgencio Gil, que calificaba esta modificación como un avance "fundamental" para conseguir la reconstrucción de seis solares situados en las calles Tintes, Cava, Leonés, Abad de los Arcos, Santiago y Martín Piñero.

Estas fachadas cuentan con un Grado de Protección 3 y aparecen en el Pepri clasificadas como ‘Edificios de Interés Ambiental Clase B’, edificios integrados en su entorno urbano, que tienen algún elemento distintivo respecto a los demás (cornisas, adornos en fachada, recercado de huecos, escudos de armas…) sin que pueda tampoco individualizarse su importancia. "Sin embargo, en sus fichas no se distingue ningún elemento puntual singular que destaque en las fachadas, únicamente una decoración en esquina en una de ellas y en otra un recercado de huecos", apostillaba. Por otro lado, el primer edil señalaba que a raíz de esta reducción de la protección algunos propietarios han mostrado interés en iniciar el proceso de reconstrucción, pero "en cualquier caso, se ejecutará el mecanismo de reedificación forzosa", declaraba.

A este respecto Nines Mazuecos, edil del Partido Socialista, señalaba que "durante años estas fachadas y edificios han tenido una protección justificada por informes técnicos, que sustituyen por otros que argumentan la perdida de esta catalogación, informes que se han redactado a petición del Partido Popular de Lorca. Estaremos atentos y pediremos todos los informes que descatalogan las fachadas". Asimismo, Mazuecos acusaba al actual equipo de Gobierno de "tener obsesión por la destrucción del Casco Histórico". "No es así como hay que tratar a nuestro mayor tesoro patrimonial", denunciaba.

Contra la regulación del mercado

Preguntado acerca de la posible declaración del municipio de Lorca como 'Zona Tensionada' a modo de paso previo a la aplicación de la Ley de Vivienda estatal, Gil Jódar se mostraba contrario. "La regulación forzosa de precios no ha funcionado nunca. Debe operar la libertad de mercado y tenemos que intentar incentivar la puesta en el mercado de viviendas de alquiler con ayudas o incentivos, no limitaciones", respondía, y abogaba por aportar garantías de estabilidad a los propietarios como mecanismo para aumentar la oferta de viviendas en alquiler.

El plan para la reconstrucción del Casco Histórico de Lorca genera dudas entre los defensores del patrimonio