Fútbol

El Real Murcia estropea otro domingo perfecto

Los granas, derrotados por un sólido Intercity, vuelven a sacar su peor cara justo en el día en el que más de 22.000 personas se vuelven a dar cita en Nueva Condomina y en el que podían acercarse a 3 puntos del play off

Ángela Moreno

Ángela Moreno

Si Felipe Moreno vino a Murcia para conseguir récords de asistencia, Felipe Moreno nunca se tendría que haber comprado el Real Murcia. Si Felipe Moreno vino a Murcia para llenar Nueva Condomina, Felipe Moreno se tendría que haber comprado los Harlem Globetrotters. Pero Felipe Moreno no se compró los Harlem Globetrotters, Felipe Moreno se compró el Real Murcia, y al Real Murcia poco le importan conseguir récords de asistencias, al Real Murcia lo que le importa es jugar en el fútbol profesional. Y de momento, el fútbol profesional no es ni un sueño, porque el día en el que se podía empezar a mirar el play off , fue el día en el que el Real Murcia hizo lo de siempre, llenar las gradas y perder en el campo.

No parece haber entendido todavía Felipe Moreno a qué vino al Real Murcia. Y no lo ha entendido porque cada vez que nota un poco de optimismo, se empeña en tirarlo todo por la borda. Es verdad que Felipe Moreno no salta al campo, no marca goles o no se pone bajo los palos, pero también es verdad que Felipe Moreno se empeña en aumentar la presión de un equipo que ya tiene excesiva presión.

«Nos duele no haber podido dar un triunfo a las 22.000 personas que han venido» | I.S.

Al inicio del partido todo eran buenas caras en los aficionados del Real Murcia. / Israel Sánchez

Y eso es lo que ocurrió este domingo en Nueva Condomina. Porque no solo se enfrentó el Real Murcia al Intercity, un rival peligroso por sí solo solo, ni tampoco fue un duelo entre Alfaro y Sandroni, donde Sandroni volvió a plantar su bandera en el césped del estadio grana, porque; por obra y gracia de Felipe Moreno, el Real Murcia se enfrentó al Intercity y a 22.315 aficionados. 22.315 aficionados que vestían de grana, que apoyaban a los granas, pero 22.315 aficionados que volvieron a asustar y mucho a un equipo que ya no es el de Mario Simón, que ya no tiene jugadores de nivel medio-bajo como hace una temporada, pero al que le volvieron a temblar las piernas hasta tal punto de que todo lo hizo al revés.

Y no solo porque en el minuto 9 el marcador ya estaba en contra para el Real Murcia. El gol de Nsue solo fue un obstáculo para un Real Murcia que no dio pie con bola, que se atragantó con las trampas que le puso el Intercity, pero también con sus precipitaciones. Un Real Murcia, que aunque lo intentó, aunque quiso agradar, nunca estuvo cerca de sacar algo positivo del choque.

Perdió constantes balones, nunca lo intentó por centro, y las bandas, pese a la insistencia de Burón y de Dani Vega, no acabaron de hacer daño.

Se condenaba a sí mismo el Real Murcia, con demasiadas urgencias, exigido por los resultados matinales -había perdido el Recreativo de Huelva- y también exigido por unos aficionados que son todo apoyo, pero que con su sola presencia llenan la mochila de piedras a jugadores que acumulan muchos miedos pese a los últimos buenos resultados.

Esos miedos, esas urgencias por remontar en la clasificación, comenzaron cuando Nsue abría el marcador a los nueve minutos. Ya a pleno rendimiento tras su participación en la Copa de África, el delantero pintó la cara a Marcos Mauro. Antes había sido Aarón Piñán, asistente de lujo, el que había dejado en evidencia a una defensa que estaba pensando en la luna de Valencia.

«Nos duele no haber podido dar un triunfo a las 22.000 personas que han venido» | I.S.

Mucho público joven en Nueva Condomina. / Israel Sánchez

Alfaro cae en la trampa

Si Alfaro, ayer en la grada por sanción, había revisado el partido de la temporada pasada entre el Real Murcia y el Intercity no se notó. Y no se notó porque el Real Murcia de Alfaro cayó en la misma trampa del Real Murcia de Mario Simón. Aunque más que caer en la trampa lo que hicieron fue caer en la libreta de Sandroni, un Sandroni que tendrá ya a Nueva Condomina como su estadio favorito.

Porque Sandroni hizo todo lo que había que hacer. Vio a los suyos adelantarse en el marcador y vio a sus jugadores ajustarse al guion, un guion sencillo, el de desesperar a los granas, abocarlos a la precipitación. Se desesperaron los jugadores y se desesperó la grada, que protestaba cada falta visitante, que se revolvía ante cada parón de juego, ante cada pérdida de tiempo.

Pero, daba igual que pitaran o que la tomaran con el árbitro, y daba igual porque Sandroni tenía el partido en sus manos, un partido que nunca estuvo cerca de quedarse en Murcia. Y es que el Real Murcia, impulsado por Dani Vega, apenas puso en aprietos a la defensa alicantina. Es que el Real Murcia ni tiró a puerta. Es que el Real Murcia tenía que confiar en la inspiración de Dani Vega o Loren Burón ante un centro del campo que ayer no daba aliento.

Un disparo cruzado de Svidersky, tras una gran jugada de Burón, y una chilena de Carrillo fueron las únicas aproximaciones de la primera parte, y no cambió mucho la cosa en la segunda. Aunque volvieron tras el descanso con un Dani Vega inspirado, pronto se volvió a la realidad. Y esa realidad no cambió ni con las modificaciones de Alfaro. Porque aunque salió Amin, Amin sufrió la condena de los delanteros, y porque Enol Coto, otro de los que saltó al campo, más que ayudar, estuvo cerca de complicar. Perdiendo un balón que permitía al Intercity plantarse delante de Gianni.

«Nos duele no haber podido dar un triunfo a las 22.000 personas que han venido» | PRENSA REAL MURCIA

Tato, segundo técnico, dirigió al equipo ante la sanción de Alfaro. / Israel Sánchez

Gianni evita una derrota mayor

Menos mal que reaccionó bien el meta grana ante el disparo de Moha Traoré. Porque si el Real Murcia no perdió por un resultado más abultado fue gracias a Gianni. Apenas tuvo que intervenir, pero las dos veces que le tocó ser protagonista, se convirtió en salvador. Lo hizo ante Traoré en el 80 y lo hizo frente a Xemi con el tiempo ya añadido.

Ese peligro que provocaba el Intercity las pocas veces que se plantó en el área grana nunca lo consiguió provocar el Real Murcia cuando miraba a la portería de Gaizka Campos. Porque Dani Vega no era suficiente o acaba por los suelos en cada uno de sus intentos y porque Loren Burón no tuvo su día. Pese a ello, el segundo llegó a completar hasta 82 minutos. No fue hasta esos intantes finales cuando abandonó el campo. En su lugar entró un Mariano Carmona que sigue acumulando minutos por obra y gracia de Pablo Alfaro. El que se quedó en el banquillo todo el partido por segunda semana consecutiva fue Pedro León.

A seis del play off

Al final una derrota que ensombreció un domingo que muchos habían pintado de color de rosa, una derrota que dejó el play off a seis puntos. Un domingo ante el que en el palco se frotaban las manos, contando la gran asistencia, y un domingo que pintaba perfecto cuando el Recreativo de Huelva perdía por la mañana, cuando muchos sacaban la calculadora y ya se veían a tres puntos del play off. Pero un domingo en el que nadie pensó en lo importante, y lo importante era que ganara el Real Murcia, un Real Murcia que ya nos tiene más que acostumbrados a emborronar los días que pintan perfectos.

«Nos duele no haber podido dar un triunfo a las 22.000 personas que han venido»

Más seguidores granas en la grada. / Israel Sánchez

«Nos duele no haber podido dar un triunfo a las 22.000 personas que han venido»

El Real Murcia recibió un golpe de realidad por parte del Intercity. El conjunto grana no supo reponerse tras el 0-1 del primer tiempo. Alfaro, desde la grada, ya que estaba cumpliendo el partido de sanción, cambió hasta 3 veces el sistema del equipo, pero aun así, el gol se les resistió. La parte más amarga del partido, aparte de no sumar puntos, fue no poder brindarle un triunfo a los más de 22.000 espectadores que acudieron a La Nueva Condomina.

Al equipo le pesó el recibir de nuevo un gol tempranero, y tener que remontar el partido desde los primeros minutos, además de que el equipo venía de unos partidos muy buenos, concediendo poco al rival. «Claro que nos ha influido, no es algo que haya que obviar. Veníamos de una racha muy buena, que no es fácil, pero el partido no nos ha sorprendido, ha sido como esperábamos», comentó Pablo Alfaro.

Pablo Alfaro intentó cambiar a los suyos a lo largo del partido, mientras veía las fortalezas del rival, buscando cambiar a los extremos de banda, a los interiores, y sumando un segundo delantero para meter más poder arribar. «Hemos metido a Enol, que tiene un enfoque más ofensivo que José Ruíz, y nos podía dar más profundidad, cambiar el dibujo a una 4-4-2, con la entrada de Amin, y tener más presencia en el área, buscando tener más ventaja en los ataques, pero no se ha dado en la tecla, como si pudimos dar en Alcoy», comentó el técnico del Real Murcia.

«Aparte de la derrota, nos duele, haberle podido dar una victoria a los 1.000 espectadores que fueron a Alcoy, y no a los casi 23.000 que han venido al campo», concluyó Pablo Alfaro.