Uno de cada cinco niños murcianos vive en una casa expuesta a una mala calidad del aire

Los problemas de acceso a la vivienda tienen consecuencias en los menores de la Región de Murcia. Tanto es así, que uno de cada cinco niños murcianos (18,3%) viven en hogares expuestos a problemas de contaminación, suciedad u otros problemas medioambientales, muy por encima de la media de España, que se encuentra en el 11,8%.

Lo devela el último informe presentado ayer por Unicef España, que refleja la falta de acceso de muchas familias con niños y niñas a una vivienda adecuada y la invisibilidad de la infancia en las políticas públicas sobre esta materia. En el estudio ‘Yo también vivo aquí’, la ONG explica que, a la hora de estimar la relación entre vivienda y salud en la infancia, debe tenerse en cuenta la calidad del aire. «Los niveles de contaminación del aire exterior pueden afectar negativamente los precios de la vivienda, es decir que, a mayor nivel de contaminación, menores precios. Por lo tanto, los niños de los hogares con menos recursos tienden a residir con más frecuencia cerca de las fuentes de contaminación y, en consecuencia, pueden estar expuestos a niveles más altos de contaminación», dice el informe. 

El 17,3% de los hogares con hijos de Murcia no pueden mantener la vivienda a una temperatura adecuada

El informe también resalta que el 17,3% de los hogares con hijos de la Región no pueden mantener la vivienda a temperatura adecuada, por encima de la media nacional, que alcanza el 16,7%. Este indicador se asocia muy directamente con la pobreza energética, gravemente acentuada en los dos últimos años por los grandes incrementos en los precios de la energía. En España, por tipos de hogares con y sin niños destacan los monoparentales, con cifras muy superiores a la media (26,9%).

Por otra parte, casi el 15% (14,9%) de los hogares murcianos con niños y niñas tienen retrasos en pagos relacionados con la vivienda principal (alquiler, hipoteca o suministros). En este caso, la Región de Murcia se encuentra por debajo de la media española, del 15,3%. Esta situación afecta de forma especial a aquellos hogares que están a cargo de una sola persona adulta, que en torno a un 80% son mujeres. 

Escenario nacional

Unicef denuncia que el coste de la vivienda incrementa en casi 10 puntos porcentuales (9,7) los ya muy altos niveles de pobreza infantil en España: si de los ingresos se dedujeran los gastos de la vivienda, 780.000 niños, niñas y adolescentes más quedarían en situación de pobreza, incrementando la tasa de pobreza infantil del 28,9% al 38,6%.

«La tasa de pobreza infantil en nuestro país es ya muy alta, la más alta de la Unión Europea», recuerda José María Vera, director ejecutivo de Unicef España. «Y la vivienda, que se está convirtiendo en un bien menos accesible para muchas familias, es, cada vez más, un factor importante de incremento de la pobreza infantil. Sin embargo, la infancia está prácticamente invisibilizada en las políticas públicas relativas a este ámbito», apunta Vera. Por ejemplo, el Plan Estatal de Acceso a la Vivienda no menciona ni una sola vez a los niños y niñas o a la infancia, solo los considera un ‘anexo’ a la situación familiar.

La falta de una vivienda adecuada supone un obstáculo para acceder a un nivel de vida apropiado. Pasar demasiado frío o calor en casa puede derivar en problemas de salud física para los niños, que además están en mayor riesgo de sufrir accidentes domésticos relacionados con incendios o intoxicación si viven en hogares donde se utilizan velas o estufas, advierten desde Unicef. 

También tiene efectos sobre la salud mental, tanto derivados de la incertidumbre ante la inseguridad residencial, como ocasionados por vivir hacinados. Esto lleva también a efectos sobre la educación de los niños, que a menudo tienen más dificultades para desarrollar con normalidad la educación obligatoria porque no tienen ni espacio propio para estudiar, añaden.