Importantes 2024

Importante de Febrero: 112, un cuarto de siglo al pie de la catástrofe en la Región

No solo coordinan grandes riadas, incendios pavorosos o accidentes terribles: hay quien llama porque se ha caído en su casa, por una indisposición o porque siente miedo: al otro lado del teléfono hay operadores que escuchan, gestionan y, por encima de todo, resuelven

Parte del equipo del 112, con su director, Villalba, a la cabeza, esta semana en las instalaciones de Mariano Rojas, en Murcia.

Parte del equipo del 112, con su director, Villalba, a la cabeza, esta semana en las instalaciones de Mariano Rojas, en Murcia. / ISRAEL SÁNCHEZ

Ana Lucas

Ana Lucas

La gente, cuando necesita ayuda, ya no llama al 091 (la Policía Nacional) ni al 062 (la Guardia Civil): directamente, llama al 112. Lo contaba recientemente la caravaqueña Purificación Sánchez Moreno, supervisora en atención de llamadas del 112 en la Región, y lo certifica el día a día. El corazón del Teléfono de Emergencias, la parte que no se ve, está formado por operadores de llamadas, técnicos y auxiliares que atienden a las personas en los peores momentos de sus vidas. Y por un director general de Emergencias, Ricardo Villalba, que quiere potenciar el aspecto social de un Teléfono Único tras el cual hay personas comprometidas, como él, porque les mueve su vocación de ayudar. Porque una contrariedad, por pequeña que se antoje si le pasa a otro, en ese momento, se convierte en una prioridad para quien la padece. De ahí la importancia de hallar al otro lado de la línea empatía y ayuda.

Un cuarto de siglo tiene ya el Centro de Coordinación de Emergencias de la Región de Murcia. Este 25 cumpleaños se celebró en las instalaciones que el servicio tiene en la avenida Mariano Rojas, en la capital murciana, aunque pronto se mudarán al Centro Integral de Respuesta a Emergencias y Seguridad (Cires), que se ubicará en la población de El Esparragal y se prevé que esté levantado en unos tres años.

 «Asistí a la creación del 112 desde la perspectiva municipal», rememora Ricardo Villalba, a lo que añade que «como ayuntamientos nos requirieron para montar los centros remotos municipales, ‘satélites’ del 112, que fue algo muy novedoso. Viví la instalación de centros remotos; el primero fue el de San Pedro del Pinatar y luego llegaron algunos más. Eso fue el inicio, que fue muy interesante».

Ricardo Villalba, director general de Emergencias, esta semana en las instalaciones del 112 en Murcia.

Ricardo Villalba, director general de Emergencias, esta semana en las instalaciones del 112 en Murcia. / ISRAEL SÁNCHEZ

El Efecto 2000

Villalba (que estuvo al frente del Servicio de Emergencias de Lorca y de la Dirección de la Escuela Pública de Emergencias y Protección Civil, también de la Ciudad del Sol) ha vivido historias «potentes» como, por ejemplo, el Efecto 2000. Cabe recordar que lo que ocurrió fue que se dio por hecho que los sistemas informáticos solo funcionaban durante los años cuyos números comenzaran con 19: cundió el pánico de que pudiesen fallar y provocar el caos en todos los países y todas las empresas; por supuesto, también en Emergencias.

"Cuando hay un terremoto, en otras partes de la Región sigue habiendo accidentes de tráfico, robos, incendios e infartos que hay que asistir"

«Se planteó incluso a nivel científico, que podía haber un problema a la hora de sincronizar ordenadores», recuerda Villalba, que vio cómo se aplicaban «medidas de refuerzo insólitas». «Se pusieron grupos electrógenos en todos los centros de coordinación, en las comisarías de Policía... creo que agotamos los grupos electrógenos», comenta, para apostillar que «una de las cuestiones que se temía es que hubiese un apagón general». «Y no pasó nada, absolutamente nada», remarca. «Aquello fue en Nochevieja. La gente esperaba, si no una catástrofe, una perturbación en el funcionamiento de algo. Por suerte no pasó nada», manifiesta. 

El terremoto de Lorca

Le marcó también «el terremoto de Lorca» del año 2011, el cual supuso «un antes y un después en lo que fue la atención a la población, la inmediata y la atención post catástrofe». «La más grande afectación que sufrió una ciudad desde la Guerra Civil española, fue total», subraya, puesto que se trató de «la primera vez en España que teníamos que atender a 60.000 desplazados en la vía pública, personas que se quedaron en la calle». «Movilizamos mucha gente, hubo que atender a personas en sus necesidades básicas esa noche en la calle», apunta Villalba, que tiene claro que «hay que resaltar la parte positiva: dentro de lo malo, las infraestructuras públicas aguantaron, tuvimos luz en la vía pública, las líneas telefónicas no colapsaron nunca y lo único que pasó es que se saturaron. El 112 siguió funcionando».

Una grúa derriba un inmueble seriamente dañado por el seísmo, tres días después del terremoto de Lorca de 2011.

Una grúa derriba un inmueble seriamente dañado por el seísmo, tres días después del terremoto de Lorca de 2011. / ISRAEL SÁNCHEZ

También pone el acento en las inundaciones, las cuales «son traumáticas y duras, pero tienen un periodo de recuperación más rápido» en lo que respecta a la población, por regla general.

El director de Emergencias, tras toda una vida volcada en las mismas y con las ganas por bandera, pone en valor «el esfuerzo que se hace desde los sistemas de coordinación», dado que «están en un municipio atendiendo una catástrofe (como por ejemplo un terremoto), pero en el resto de la Región sigue habiendo accidentes de tráfico, delitos, incendios en viviendas, desapariciones, robos, infartos, ictus y cualquier cosa que surja».

"Me iba a ahorcar y me he roto el tobillo"

Al 112 telefonean vecinos que creen haber visto «conductas sospechosas» desde su casa. Hay quien, armado con unos prismáticos, ha divisado desde su domicilio hasta cadáveres en la orilla del mar

A la pregunta de qué llamadas curiosas recuerda, Ricardo Villalba explica una anécdota que tuvo lugar cuando él estuvo en el centro de coordinación de Lorca. «Llamó un hombre que dijo: ‘Oiga, por favor, necesito que venga al 061, porque estaba intentando suicidarme, se ha roto la cuerda y al caerme me he torcido el tobillo, que me manden una ambulancia’». «Le mandamos el recurso sanitario, obviamente», sentenció. Eficacia, profesionalidad y, una vez más, se salvó una vida.

Mayores y vulnerables

El Teléfono Único de Emergencias 112 atendió el año pasado en la Región casi un millón de llamadas: en concreto, 911.583, un 10,2 por ciento más que en 2022, según los datos que constan en la Memoria de Actividad del Centro de Coordinación de Emergencias. Ricardo Villalba tiene claro que uno de sus objetivos al frente del organismo es potenciar «la parte social», puesto que «es capital, es importantísima».

«Por poner un ejemplo, solo en un año nos han derivado 24.000 llamadas del servicio de teleasistencia, que están gestionando avisos que nos pasan a nosotros», enumera. «Quiero potenciar al 112 como soporte a los más vulnerables y a los mayores», asevera el actual director general.

Una mano tendida al otro lado de un número al que, a diario, llegan llamadas de personas que manifiestan que quieren quitarse la vida. «La prevención del suicidio es algo importantísimo», destaca Villalba. También lo es la «coordinación con el 112 vecino»: desde otras comunidades se han salvado a personas en la Región de Murcia.