Semana Santa en Cartagena: El lunes es de La Piedad

El primer cortejo pasionario marrajo lleva tras la Virgen a una multitud de promesas que forman un ‘mar de gratitud’

El trono de la ‘Caridad chica’ saliendo de Santa María.

El trono de la ‘Caridad chica’ saliendo de Santa María. / La Opinión

La Opinión

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 Para entender el lunes pasionario de Cartagena hay que detenerse en el significado de 'promesa' en esta noche. Son aquellas personas que, en un momento difícil de sus vidas, se han encomendado a la Virgen implorando ser escuchadas, ser ayudadas.

Después, en gesto de gratitud, cumplen con lo que le habían prometido a cambio de esa mediación para bien de ellas o para sus esres queridos. Si tenemos en cuenta el volumen de promesas que cada Lunes Santo va detrás de La Piedad, el significado es incuestionable. Son miles. ¿Tres mil?, quizás más. ¿Cinco? Aún nos podríamos quedar cortos.

No se ha calculado con exactitud, pero lo indiscutible es que es mucha, pero mucha gente. Así que a las promesas que les pilla en el grupo de cola la visión de La Piedad es casi imposible por esa enorme distancia con el trono, como refleja que la Virgen ha salido de la calle del Aire cuando aún no han terminado de incorporarse el gran ejército de devotos. “Vamos detrás de una Virgen a la que no vemos, pero no importa, la sentimos”, expresaba a esta redacción una mujer en esas circunstancias de gran lejanía.

Así que es fácil entender porqué hace 94 años, allá por 1930, se decidió crear esta procesión del Lunes Santo, ya que el número de promesas alargaba en exceso el cortejo del Viernes Santo.

El trono de la ‘Caridad chica’ saliendo de Santa María.

El trono de la ‘Caridad chica’ saliendo de Santa María. / La Opinión

La procesión de ‘Las promesas de la Santísima Virgen de la Piedad’ comienza a las 21 horas. Es cuando los guiones y el estandarte cruzan la rampa. La ‘Caridad Chica’, como también se la conoce, aparecerá por el pórtico de Santa María a las 21.50 horas para iniciar su caminar sobre los hombros de sus fieles portapasos, una buena parte de ellos con el rostro oculto, y entre constantes ovaciones del público. Integrantes de las agrupaciones de Granaderos, Santo Cáliz y Virgen de la Piedad forman parte del cortejo, al igual que las miles de promesas.

En su ‘caminar’, el dolor de María, quien lleva en su regazo el cuerpo sin vida de su hijo, se verá acompañado por el canto de saetas surgidas de los finalistas del concurso que organiza la agrupación de portapasos de La Piedad.

También serán especiales la llegada ante la Basílica de la Caridad (23.42 horas), donde el trono será elevado ‘al cielo’ y cuando se entreguen las rosas negras (tradición surgida en 1947), sin olvidar la recogida, pasada la una de la madrugada, escuchando la Virgen de la Piedad la salve desde la rampa de Santa María de Gracia por parte de uno de los coros más multidunarios conocidos.