semana sa

Semana Santa en Cartagena: Pasión viva

Cartagena acoge sus diez días más importantes de cada año con la puesta en la calle de unas procesiones que movilizan cifras espectaculares de personas y de euros

Penitentes del tercio de la Vera Cruz pasando junto a los sorpotales de la plaza de Juan XXIII

Penitentes del tercio de la Vera Cruz pasando junto a los sorpotales de la plaza de Juan XXIII / La Opinión

Carlos Illán

 'Se llena de procesiones

el mapa de Cartagena,

y cada noche se llena

de infinitas ilusiones.

Colgados de los balcones

los estandartes, bordados

con sentimientos morados

y con rojos sentimientos.

Sentados en sus asientos,

espectadores clavados.

Abre tu alma, Cartagena,

y saborea la aurora;

que la luz madrugadora

te encuentre de gozo llena,

personaje de cada escena.

¡No seas espectadora!

Entra y goza, hora a hora,

contemplando y venerando

los pasos que van pasando...

Mira, calla, siente y ora'.

Estas dos décimas, que están extraídas del libro 'Reflexiones para marcar el paso' que escribió Paulino Sáez López en 2005, nos sirven para dar la bienvenida, un año más, a la 'Semana grande de Cartagena', en la que el epicentro son las procesiones que organizan cuatro cofradías (Nazareno, Prendimiento, Socorro y Resucitado), capaces de movilizar a miles y miles de persona, amén de miles y miles de euros en su entorno durante sólo diez días.

Las cifras respaldan lo expuesto. Hay cerca de nueve mil procesionistas de pago, pero la cifra se duplica o triplica si nos referimos a los integrantes de núcleos humanos que tengan un familiar directo metido en los desfiles pasionarios. En cuanto a público, un estudio de 2019 reflejó que ese año fueron 255.000 los espectadores, cifra, que bien podría haberse superado en 2023, una vez superada plenamente la época pandémica.

En cuanto al turismo, se cuantifica en unos setenta mil los turistas que vienen a esta tierra estos días, de los que un 32% (según sondeos efectuados) lo hacen por las procesiones, siendo el tiempo de estancia de 4,22 días y la ocupación hotelera del 95%. Esto nos lleva directamente al terreno económico. Un informe de la UPCT de hace unos años concluyó que el impacto económico de la Semana Santa en Cartagena supera los 16 millones de euros.

Además, desde la asociación de hosteleros (Hostecar) se reconoce que Viernes Santo y Domingo de Resurrección son los días que más caja se hace en la mayoría de bares y restaurantes.

Pasamos a otra vertiente, el sentido de estos días, que realmente es mostrar las imágenes en una labor catequista de evangelización por las calles, un propósito que en el último año parecer haberse reforzado entre los cofrades sin descuidar la belleza y lucimiento de los desfiles pasionarios. En esa línea, los procesionistas están cuidando y restaurando tallas que han recibido como legado para que lleguen a futuras generaciones en buen estado.

Penitentes del tercio de la Vera Cruz pasando junto a los sorpotales de la plaza de Juan XXIII

Tercio y trono del Cristo de la Agonía del Viernes Santo noche / La Opinión

Además, se incorporan nuevos pasos ('Lavatorio de los pies' este año) y se estrenan vestuarios, hachotes y otros enseres, sin olvidar un magnífico arreglo floral que convierte los tronos en 'jardines flotantes' alrededor de las escenas de la Pasión. Y, por supuesto, manteniendo año tras año un orden casi centenario en el desfilar que sorprende a quien lo contempla por vez primera, para cautivarlo enseguida. Cartagena es devoción, cultura, religiosidad y tradición en Semana Santa.

Este año la Semana Santa se ha adelantado con respecto a otros ejercicios y durante su cuaresma se han sucedido actos litúrgicos, culturales, ensayos, presentaciones de numerosas revistas, conciertos, entrega de distinciones, convivencias, etc. Incluso, ha habido tiempo para debatir el cartel oficial más controvertido en muchos años.

Ahora se abre otro capítulo, el más esperado. Comienzan las procesiones, comienzan los pasos de una pasión que derivará en una muerte de la que emergerá la esperanza. Comienza la Semana Santa, fervor de Cartagena.