Los Barreros de Cartagena contará con un centro de asociaciones

El antiguo colegio San Francisco Javier de Los Barreros se convertirá en un centro de asociaciones. Así lo ha anunciado el Ayuntamiento de Cartagena anunciando una inversión de 1,3 millones de euros para rehabilitar el inmueble con el objetivo de acoger una nueva sede para el tejido asociativo del municipio. Se trata de un proyecto que cuenta 829.000 euros de financiación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y que tiene un plazo de ejecución de siete meses.

«Este proyecto es un compromiso que desde el Gobierno municipal teníamos con el tejido asociativo del municipio, para dar respuesta a las necesidades de estos colectivos, ya que muchos de ellos han crecido y se han quedado con falta de espacio», ha indicado la alcaldesa, Noelia Arroyo. Y es que, tal y como afirma la regidora, son muchos los colectivos del municipio que requieren de un espacio para coordinar sus acciones y sus actividades, debido a que actualmente no cuentan con espacios propios y la situación del alquiler hace inviable que las asociaciones puedan disponer de algún local de forma autónoma.

El inmueble se encuentra actualmente en desuso, toda vez que perdió su carácter docente al trasladar el colegio a otro edificio más moderno y actualizado. Con la rehabilitación se busca obtener un edificio «más sostenible y saludable», ya que actualmente está expuesto al amianto en parte de sus tejados. Además, se pretende hacerlo «más eficiente energéticamente y más atractivo y contemporáneo». Una vez llevados a cabo los trabajos, se le devolverá por tanto la actividad al centro, acogiendo a asociaciones de Cartagena, al tiempo que asume una nueva dimensión cultural para reactivar la zona.

Para cumplir con los objetivos energéticos marcados, el proyecto incorpora diferentes estrategias bioclimáticas que vinculan el edificio con la naturaleza: cubierta vegetal, chimenea solar y vegetación en el entorno. También se mejorará el espacio con una nueva piel de fachada ventilada de madera, unas carpinterías con rotura, vidrio doble con control solar y unas cubiertas aisladas y mejoradas.

Integrado en el barrio

Desde el Gobierno municipal han señalado que se ha puesto especial énfasis en el diseño para que el edificio quede integrado en el barrio. De esta forma, el árbol existente en la zona noroeste de la parcela se trasplantará a un vivero municipal, debido a que sus raíces están dañando la edificación. «De no moverlo, podría generar patologías en la cimentación en el edificio», han afirmado desde el Ejecutivo. Por ello, está previsto plantar dos nuevos árboles en la parcela, en la fachada sur, para ayudar con la protección solar y sobrecalentamiento del patio.