Repsol creará 1.000 puestos de trabajo con la construcción de la planta de biocombustibles

La producción en las nuevas instalaciones, que entrarán en funcionamiento en 2023 y que utilizarán residuos como el aceite de cocina usado, permitirá reducir 900.000 toneladas de CO2 al año

Vélez, Miras, Brufau y Arroyo durante la visita a las obras de la nueva planta de biocombustibles, ayer | IVÁN URQUÍZAR

Vélez, Miras, Brufau y Arroyo durante la visita a las obras de la nueva planta de biocombustibles, ayer | IVÁN URQUÍZAR / juan daniel gonzález

Juan Daniel González

Repsol ha comenzado las obras de la primera planta de biocombustibles avanzados de España en la refinería que tiene ubicada en el Valle de Escombreras de Cartagena.

La compañía invertirá 200 millones de euros en este proyecto, que tendrá capacidad para producir 250.000 toneladas de biocombustibles avanzados al año y que permitirá reducir la emisión de 900.000 toneladas de CO2.

La construcción de la nueva planta va a suponer la generación de unos 1.000 puestos de trabajo en las diferentes fases del proyecto, 800 de ellos durante las obras. Esto supondrá la implicación de 240 empresas auxiliares, de las que el 21% serán locales, el 25% regionales, el 42% nacionales y el 12% internacionales, según explicó el director de la refinería de Cartagena, Antonio Mestre. En la actualidad ya se encuentran trabajando en el interior de la refinería más de 25 empresas contratistas y unas 300 personas. La cifra se irá incrementando hasta llegar a los 600 empleados de media, previendo que la punta se alcance el próximo otoño con unos 800 trabajadores, entre directos e indirectos.  

El presidente de Repsol, Antonio Brufau, estuvo presente en el acto de presentación del proyecto que tuvo lugar ayer. También acudieron el presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, el delegado del Gobierno en la Región, José Vélez, la alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, y el director de la refinería de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre.

Las instalaciones entrarán en funcionamiento en el primer semestre de 2023, según prevé la multinacional.

«Los biocombustibles avanzados son una solución para una parte de la movilidad que todavía no puede utilizar la electricidad como fuente de energía, como es el caso del transporte pesado por carretera, el aéreo y el marítimo», según aseguró Brufau. Con ellos se podrá reducir «entre un 65% y un 85% las emisiones netas de CO2 respecto a los combustibles tradicionales a los que sustituyen».

El proyecto, que utiliza la economía circular, forma parte del proceso de transformación que Repsol ha puesto en marcha en sus complejos industriales con el objetivo de descarbonizar sus procesos y fabricar productos con baja, nula o incluso negativa huella de carbono. El objetivo de la multinacional es el de ser una compañía cero emisiones netas en el 2050.

Según Brufau, este proyecto «va a consolidar a Cartagena como un centro de abastecimiento de productos fundamentales para el presente y para el futuro y en un ejemplo del compromiso de Repsol con la movilidad sostenible».

Por su parte, el Presidente del Gobierno Regional, Fernando López Miras, afirmó que se trata de «una planta de vanguardia y un magnífico ejemplo de la economía circular» y aseguró que desde el Gobierno regional «van a seguir desarrollando las infraestructuras necesarias para fomentar el desarrollo sostenible».

El Delegado del Gobierno en la Región, José Vélez, señaló que «Repsol será una vez más, una de las grandes empresas de la Región canalizadora de empleo de calidad y potentes inversiones, situando a la Región a la vanguardia tecnológica».

La Alcaldesa de Cartagena, Noelia Arroyo, considera que «lo que hoy comienza es otra gran apuesta industrial de Repsol en Cartagena, por la inversión que representa y por el empleo que genera». Además, ha destacado que «ejemplifica la aplicación industrial de la investigación más vanguardista en materia de generación de combustibles mediante el reciclado».

La regidora también hizo mención del desarrollo del hidrógeno verde y considera que Cartagenera «debe y puede ser referente» de esta «fuente alternativa para mover, iluminar y calentar el mundo».

Sobre el proyecto, el Director de la refinería de Repsol en Cartagena, Antonio Mestre, ha destacado que la nueva planta «es un paso muy importante en la transformación del complejo industrial como polo multienergético».

La planta producirá biocombustibles avanzados a partir de distintos tipos de residuos de la industria agroalimentaria, como aceites de cocina usados y de cultivos no destinados a la alimentación, por lo que su uso no «entrará en conflicto con recursos que tengan valor añadido», según aseguró Mestre.

El proyecto se está desarrollando en cuatro áreas diferentes que abarcan una superficie de 41.500 metros cuadrados.

Tres de ellas se ubican en el interior de la refinería y corresponden con la unidad de hidrotratamiento, la unidad de producción de hidrógeno y el área de depósitos para el almacenamiento de los biocombustibles.

La cuarta zona se ubica en las instalaciones de la Autoridad Portuaria de Cartagena, donde opera Repsol. En esta área se habilitarán las infraestructuras necesarias para el almacenamiento de las 300.000 toneladas anuales de los distintos tipos de residuos que llegarán por vía marítima, y su posterior suministro al mercado nacional o de exportación.