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Blas Cantó se confiesa como un "animal distinto": de su depresión a la carga sobre sus hombros y la homofobia

El cantante murciano habla claro sobre salud mental y sobre la discriminación: "Hemos romantizado la idea de show must go on (....) Cuando vas por la calle y te llaman maricón ya es una agresión"

Blas Cantó tras una actuación en televisión.

Blas Cantó tras una actuación en televisión. / Telecinco

Paula M. Gonzálvez

Paula M. Gonzálvez

Si algo ha tenido que enfrentar Blas Cantó a consecuencia de su carrera profesional, es la sobreexposición mediática. El artista murciano arrancó su trayectoria con ocho años, pasó por Veo Veo (con Teresa Rabal), fue finalista de Eurojunior -concurso que ganó María Isabel-, formó parte de la exitosa banda Auryn, ganó Tu Cara Me Suena 5 (Antena 3), representó a España en Eurovisión un año después de que la edición en la que iba a participar se cancelara por el coronavirus... Anécdotas no le faltan.

El cantante ha pasado recientemente por El Faro (Cadena SER) y ha hecho algunas profundas confesiones seguramente desconocidas para el gran público. Como él mismo dice, no ha "tenido un año igual a otro" y le gusta el cambio, no le gusta que los días sean iguales -parece que pocas veces lo han sido para él-: "Dentro del pop me puedo permitir que así sea porque me da muchas oportunidades".

A punto de dejar la música para ser...

Curiosamente, Blas Cantó se planteó abandonar el mundo de la música por una labor muy diferente, la de celador. "Me di cuenta de que necesitaba cuidar todo el tiempo a los demás, que no les faltara de nada. En mi familia hay varios celadores y me contaban la vulnerabilidad que trajo el covid. Yo no he trabajado en nada serio, me refiero a que nunca he tenido un trabajo fijo de tratar a gente. Aunque tambien curo con música y es sanador para superar situaciones, como la televisión", ha explicado a la periodista Julia Molina.

Su voz le da la oportunidad de aportar a su público el 'poder sanador de la música', pero lo cierto es que el murciano de 31 años se ha tenido que enfrentar a la cara amarga de la exposición. De hecho, ha subrayado, padeció depresión, y sobre esta enfermedad que tanto estigma sigue arrastrando a día de hoy ha hecho una reflexión: "Entiendo que hay compromisos importantes que cumplir, mucho dinero invertido, pero hemos romantizado la idea de show must go on. Cuando estás con el maquillaje puesto tienes que salir ante el público a dar la cara".

Eurovisión no fue su mejor momento. Tomó la decisión, aclara, de "acompañar los tiempos" y de mostrarse "como estaba". El artista declara que "estaba muy mal". "Tuve que juntar los tiempos y mostrarlo y eso hizo que pasara el trance mejor. Han venido cosas bonitas después, positivas, y me ha ayudado a hacer canciones más optimistas", relata.

Molesto por ser "un chico perfecto"

Tampoco le gusta que se le considere "un chico perfecto". De hecho, le "molesta", porque "ese cargo es una presión" sobre "sus hombros": "Uno no no puede decir o hacer ciertas cosas porque si no llamas a decepcionar. Somos imperfectos y debemos permitirnos serlo".

Sin embargo, Cantó reconoce que esa carga de la que habla viene de dedicarse "a esto toda la vida", dado que ya siendo un niño tomó "esa responsabilidad, ese personaje y siempre estaba serio" y al final "te lo vas creyendo, aunque era un payaso". Por todo ello, tiene algo muy claro: "A los 31 me permito ser más joven de lo que nunca fui".

Sobre la homofobia

Por otro lado, el ganador de TCMS5 ha hablado también de la homofobia que ha sufrido en sus propias carnes, y ha dado un paso adelante, el de interpretar una canción de amor dedicada a otro chico, algo muy poco común (por no decir nada común). Como indica, muchos no han tenido la oportunidad de escuchar temas que les representen, "con los que otros se sientan identificados de manera natural sin tener que inventarse que son los personajes de la canción".

El exvocalista de Auryn fue víctima de un ataque homófobo en un VTC, y su mensaje en este sentido ha sido tajante: "Parece que está todo hecho porque en comparación con otros países estamos muy avanzados, pero seguimos luchando por no ir hacia atrás. Cuando vas por la calle y te llaman maricón ya es una agresión, y luego te pegan o te matan, así que no debe caer en saco roto todo lo luchado y avanzado ni banalizar cuando alguien te llame así".

Respecto a las mujeres, es evidente que en su banda hay mucha presencia femenina, un tema que también ha abordado debido lo poco que se acostumbra a ver a un artista envuelto por mujeres en escena actualmente. En base a ello, ha contado que creció rodeado de mujeres y que ahora está "haciendo de padre orgulloso" porque comparte guitarrista con Coldplay. Palabras mayores.

Ese Blas Cantó al que vimos en Eurojunior ha crecido y ahora es un "animal distinto", como dice el título de su nuevo trabajo. Con él también ha dado un paso más, y decisivo, para "salir del bucle", porque en el asunto de la depresión que como tantos ha sufrido "parte del proceso es querer estar bien". Además, indica, "la salud mental no es una moda, solo nos hemos dado cuenta de que al decir las cosas se pasan antes -junto a la terapia-".

Las cosas no le pueden ir mejor al murciano. Recientemente le escribió Beatriz Luengo para hablarle del talento de Yadam, el artista venezolano que reside en París y con el que ha conectado por el francés. El Perdedor, la canción en la que ha colaborado con él, ya se puede escuchar. Cuando tiene la opción de sumar su voz a la de otro compañero, sus dudas son mínimas: "Son nuevas estrellas a las ves brillar fuerte, me enamoré de su talento". Y los fans de Blas Cantó siguen tan enamorados como siempre del suyo.

Animal distinto