Opinión | Achopijo

‘El Rollo Ennis’

Dylan Ennis es Murcia. En poco tiempo su relación con esta ciudad se ha convertido en una preciosa historia de amor correspondido

Dylan Ennis, del UCAM Murcia, durante el calentamiento en el Nou Congost.

Dylan Ennis, del UCAM Murcia, durante el calentamiento en el Nou Congost. / acb Photo / J. Alberch

Al terminar el partido contra el Riesen, Troy Caupain estaba exultante. El neoyorkino había dejado tres o cuatro jugadas de nivel estratosférico en la pista del Palacio de los Deportes. Entre otras, un crossover legendario. Enseguida buscó en la zona de palcos a pie de cancha a sus colegas de Warburton, la firma de ropa murciana que viste a grandes artistas como Rauw Alejandro, fans asiduos en la pista de UCAM Murcia. Se saludaron con un salto y encontronazo entre sonrisas abiertas, abrazo y choque de puños y después varios segundos de manos agitadas al aire. Ahí lo vi claro. Esa magia que se produce entre las personas que tienen talento y hace que ocupen un lugar en la forma de compartir el éxito. Se veía brillar un rollo especial, que se lleva viendo en los partidos del UCAM Murcia Club Baloncesto toda esta temporada. Un rollo que fluye desde el banquillo, pero que ha traído a esta ciudad un tipo de Toronto de 102 kilos de peso y 2,03 de altura, todo ello hecho sonrisa en un halo constante de buen karma que se contagia. El equipo está completamente hechizado por ese rollo que ha traído Dylan. Y lo que vengo hoy a decir es que tenemos a Dylan Ennis aquí, y es uno de nosotros. Murcia tiene un nuevo mito, en el mejor equipo de baloncesto que hemos tenido en nuestra historia, con un tipo que rezuma alegría constantemente.

Dylan Ennis es Murcia. Tenemos aquí a un tipo que solo deja de sonreír para volar hacia la canasta o para filtrar asistencias imposibles. La concentración de Ennis es para guardarla siempre como el ejemplo de un deportista que pone todo lo que tiene en la cancha. Un valor incalculable. Pero es que Dylan Ennis es Murcia. En poco tiempo su relación con esta ciudad se ha convertido en una preciosa historia de amor correspondido. Un amor que nos toca seguir devolviéndole y del que es un deber hacer gala. Un equipo que se divierte y gana, que muestra con una fortaleza admirable cómo es la confianza de todos con todos, sobre un engranaje que Sito ha sabido hacer girar y girar, y al que Dylan Ennis saca brillo. Y no es el baloncesto. Al menos no es solo el baloncesto. Dylan Ennis tiene magia, y la ha hecho brillar aquí, junto al Segura. Un nombre que ya es historia de la ciudad.

Y todo esto en una época para el deporte murciano que es también única en la historia. Alcaraz, Almansa, Acosta… Esa magia que vi en los ojos de Troy Caupain y los hermanos Megías de Warburton está construida por Carlitos Alcaraz, visitante, cuando puede, también en la pista de UCAM Murcia. Al más puro estilo NBA, todos beben del éxito de los demás, y todos se creen que es posible gracias a los mejores. Es una retroalimentación intangible. Y ahora está sobrevolando el aire del deporte murciano. No sé si este equipo será el que nos convierta en campeones, pero es evidente que podemos serlo, y esto es algo que nunca había pasado. Nunca es pronto para decir: Gracias, UCAM Murcia Club Baloncesto. Ganemos o no, lo que está pasando este año en el Palacio ya es historia de la ciudad. Vale.

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