Noticias del Antropoceno

Ricos, muy ricos y asquerosamente ricos

Vista general del Capitolio, sede de la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos.

Vista general del Capitolio, sede de la Cámara de Representantes y el Senado de Estados Unidos. / STEPHEN SHAVER / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO

Dionisio Escarabajal

Dionisio Escarabajal

Ya me lo decía mi profesor de inglés, Steven Marcus, acerca de sus amigos y colegas de juventud de Nueva York, donde él nació, residió y trabajó muchos años hasta que el azar le hizo encontrar, enamorarse y casarse con un espléndido ejemplar de mujer murciana con la que comparte su vida desde entonces: «Todos están ricos podridos». Y no es que a él le vaya mal en Murcia, pero seguro que con sus conocimientos de matemáticas y su visión comercial le hubiera ido incluso mucho mejor que a sus amigos si se hubiera quedado en su país, probablemente trabajando de analista en Wall Street, una dedicación típica para un matemático brillante.

Y es que basta ver el último informe publicado en The Wall Street Journal sobre el patrimonio neto medio de las familias americanas para darse cuenta de que hablamos de una galaxia distinta. Este ha alcanzado para las familias americanas la cifra media nada despreciable de un millón de dólares. Hasta 16 millones se mueven en esa cantidad, con otro porrón de familias que poseen un patrimonio neto de dos o más millones. Para establecer una comparación más precisa, el PIB per cápita en Estados Unidos triplica al español. Así que cualquier similitud que hagamos entre la riqueza de España y Estados Unidos nos hace palidecer de vergüenza. 

Es cierto que las diferencias sociales entre los más norteamericanos ricos y los más pobres son abismales, aunque para una familia de clase media en nuestro país, situarse en el umbral de pobreza en Estados Unidos sería un sueño inalcanzable, entre otras cosas porque los umbrales de pobreza se establecen de forma relativa a la riqueza media de una población en general. 

Los estadounidenses son muy ricos principalmente porque ya eran ricos, valga la tautología. La economía americana lleva creciendo sostenidamente más de dos siglos, por obra y gracia de un capitalismo feroz y una dedicación al trabajo demencial desde nuestro punto de vista. A Estados Unidos le han seguido los países asiáticos, con su misma competitividad personal y afición por el esfuerzo. Por eso España se hunde cada vez más en los ranking de riqueza global.

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