Nuevo curso

El juego de las sillas desencadena la primera bronca de la legislatura en el Congreso

El PP ha puesto este lunes el grito en el cielo ante la propuesta, ya desechada, que han presentado el PSOE y Sumar

El hemiciclo del Congreso, vacío, una vez que los diputados han abandonado sus escaños.

El hemiciclo del Congreso, vacío, una vez que los diputados han abandonado sus escaños. / EFE

Miguel Ángel Rodríguez

El curso escolar y el arranque de la XV legislatura van a ir prácticamente de la mano. Y tanto en los colegios como en las Cortes se va a producir un hito determinante, el reparto de asientos. Si la tarea de los profesores no suele ser sencilla -hay que valor quién habla mucho, quién se distrae con facilidad o, incluso, quién no ve de lejos-, menos lo va a ser para la Mesa del Congreso, donde este baile de sillas ha provocado la primera bronca de la legislatura. El PP ha puesto este lunes el grito en el cielo ante la propuesta, ya desechada, que han presentado el PSOE Sumar.

"Nos sacan de lo que nos corresponde", denuncian fuentes populares, sin querer dar más explicaciones, aunque dejando entrever que en el esquema planteado por los socialistas no ocuparían la totalidad de la bancada de la derecha, donde se ha sentado tradicionalmente el partido hegemónico del espacio conservador. Ni el PSOE ni Sumar quisieron dar más explicaciones sobre este asunto, dado que esta primera propuesta de distribución ha quedado rechazada.

No obstante, en el PP insisten en que "nunca hasta la fecha se han negociado cuestiones institucionales en función del peso de la Mesa". En este sentido, explican que los socialistas, junto con Sumar, pretendían usar su mayoría en la Mesa del Congreso para aprobar una distribución que dispersara a los diputados conservadores para que no pudieran ofrecer una imagen de unidad en los plenos. También forma parte de la polémica el sitio que ocupe Vox, si será en primera fila, relegando a diputados del PP al llamado 'gallinero' o si los ultras acabarán en las bancadas superiores, perdiendo su actual posición.

"Sabemos que cinco son más que cuatro, -admiten los conservadores sobre la composición de este órgano, que es el que tendrá la última palabra sobre el reparto de asiento- pero también que 137 son más que 121". A este respecto, reclaman ocupar un número de asientos en primera fila proporcional a su peso parlamentario. Además, lanzan dos avisos a los socialistas. El primero, que ellos podrían hacer lo mismo en el Senado, donde tienen mayoría en la Mesa. El segundo, que sentarían un precedente muy peligroso para futuras legislaturas. La decisión la tomarán, seguramente, la próxima semana, cuando se vuelva a reunir la Mesa.