Pasando la Cadena

La Champions que nos lleva

Erling Haaland, delantero del Manchester City, se saluda con Pep Guardiola, entrenador de los ’citizens’.

Erling Haaland, delantero del Manchester City, se saluda con Pep Guardiola, entrenador de los ’citizens’. / EFE

José Luis Ortín

El maestro José Luis Sampedro publicó en 1961 una novela de culto homenajeando a los gancheros del Tajo. Después, Antonio del Real dirigió una película con el mismo título: ‘El río que nos lleva’, protagonizada estelarmente por un dramático Alfredo Landa, que dio en ella la medida del gran actor polivalente que era. Transportar troncos por el río era lo de menos.

Unos años antes, don Santiago Bernabéu había impulsado en Europa una competición continental para que los campeones de sus distintas ligas disputaran el título de campeón europeo. Había nacido la Copa de Europa, hoy conocida como Champions. La diferencia es que entonces solo la jugaba uno por liga, su campeón, y hoy lo hacen hasta cuatro o cinco.

Al fútbol español le cabe el honor de reinar en la mejor competición del fútbol mundial con diecinueve entorchados europeos, catorce del Madrid y cinco del Barça, frente a los quince de Inglaterra y los doce de Italia, países que nos siguen en tan distinguido ranking.

Señalo lo anterior porque hace años que en esta lacerada España estamos rasgándonos las vestiduras con envidia hacia la ricachona Premier inglesa. Y resulta que en 2024 repetimos tres equipos entre los ocho mejores de Europa. Además, un club español, el Real Madrid, lidera el palmarés deportivo, con catorce Copas, doblando al Milan, el segundo, con siete; y también es quien más ingresos genera mundialmente en el planeta fútbol.

Y esta temporada, si la fortuna acompaña, podemos tener otra final española para un suma y sigue que aleje complejos absurdos. Y eso, pese a los problemas que asolan al Barça.

A tenor del sorteo de cuartos, el Atlético de Madrid es quien más asequible tiene pasar a semis. Su rival, el Borussia de Dortmund, es el menos glamuroso de los ocho clasificados, lo que no asegura que vaya a ser fácil, y menos jugando la vuelta en Alemania. Decíamos la semana pasada que Simeone continúa buscando la excelencia con suerte dispar, pero Europa le debe una orejona tras sus tres finales perdidas por verdadera mala suerte. Aquella lejana del golazo de falta de Luis Aragonés al Bayern de Beckenbauer, y las recientes del cabezazo de Ramos en Lisboa en el noventa y tres para empatar el partido, y la de Roma en una fatídica tanda de penaltis. Pero para superar estas pupas europeas debe mejorar a domicilio, donde el equipo se diluye sin explicación lógica.

El Barça ha renacido en el último mes y encara frente a los parisinos de Luis Enrique un final de temporada con cierta dosis de optimismo. Pero lo tiene chungo. Mbappé y compañía son mucho arroz y veremos si hay suficiente pollo blaugrana. Tiene mérito que Xavi apalanque a su equipo con dos juveniles que él ha hecho de postín, tirando de los veteranos que le quedan sanos con tanta calidad como ganas. Aptitud y actitud en efervescente armonía para pasmo de propios y extraños. Si Ter Stegen, Araujo, Gundogan y Lewandowski cumplen con su parte, los del PSG al completo deberán sudar la gota gorda para domar el ímpetu añadido de Lamine, Cubarsí, Fermín y el resto de imberbes y renacidos como Sergi Roberto que Xavi pueda sacarse de la chistera. ¡Ay!, si pudiera contar ahora con Gavi, Balde y Pedri más De Jong. En tal caso, con todos en condiciones, quien debería demostrar que su gallo azul canta serían los parisinos. Una pena.

Y llegamos al rey de Europa. Con el Madrid enfrente, una vez más, mal pájaro se le ha puesto a Guardiola en la bardiza. El City pasa por mejor equipo de Europa tras coronarse en Champions en 2023 y mandar con autoridad en las últimas Premier. Y lo consiguió haciendo bueno aquello de que para triunfar en Europa hay que eliminar primero al Real Madrid y después ganar la final correspondiente. Pero en 2022 sucedió al revés, contra todo pronóstico. Y eso, añadido a las experiencias anteriores de don Pep ante los blancos, hacen que se igualen los pronósticos pese a las lesiones que sufren los de Ancelotti. Al City se le puede oscurecer no solo la Premier de este año, sino que puede suspender su reválida europea. Las figuras de Vinicius y Bellingham en el horizonte son una nebulosa inquietante para De Bruyne, Haaland y compañía. En Europa, el Madrid es mucho Madrid.

En todo caso, futbolistas extraordinarios de equipos españoles que nos llevan como intrépidos gancheros por el río Champions hacia la gloria.