Motociclismo

Dos murcianos en un Mundial apasionante

Fermín Aldeguer parte entre los favoritos de Moto2 para hacerse con el título

Pedro Acosta traza una curva de Losail con su nueva GasGas.

Pedro Acosta traza una curva de Losail con su nueva GasGas. / GasGas Media

Emilio Pérez de Rozas

Una semana después de que Bahrein destapara el Mundial de F-1, la noche iluminada de Doha bautizará el campeonato de MotoGP, que probablemente, como ya ocurriera, el pasado año, no se decidirá hasta el último fin de semana de la temporada, en el circuito Ricardo Tormo, de Cheste, en Valencia. Mientras Jaume Masiá (Moto3) y el murciano Pedro Acosta (Moto2), últimos campeones de las pequeñas cilindradas, han dado el salto a la siguiente categoría, Catar verá cómo, de nuevo, el silencioso y educadísimo Francesco Pecco Bagnaia, ya bicampeón en la categoría de MotoGP, trata de repetir título ante un grupo impresionante de pilotos y marcas que pretenden destronarlo.

Todos los ojos, sin duda, están depositados en Marc Márquez, ocho veces campeón, que ha dado el salto de Honda a Ducati para tratar de volver a ser el de antes. El campeonato tendrá 21 fines de semana, lo que significan 42 carreras puntuables para el Mundial, las cortas, al esprint, de los sábados y el tradicional GP de los domingos. La parrilla de MotoGP contará con la friolera de 13 pilotos que han ganado, al menos, un título mundial: Pecco Bagnaia, Johann Zarco, Maverick Viñales, Fabio Quartararo, Franco Morbidelli, Enea Bastianini, Pedro Acosta, Brad Binder, Joan Mir, Augusto Fernández, Alex Márquez, Jorge Martín y el propio Márquez.

«Sé que todo el mundo espera que gane desde la primera carrera, pero la gente debe recordar que llevo cuatro años de viacrucis, cuatro temporadas de vacío, cuatro años sufriendo y que hace mucho, dos años, que no gano una carrera. Esto no será fácil. Nada es fácil. Y, por tanto, debo concederme un tiempo y no querer correr tanto como esperan mis fans. Para volver a ser el de antes primero he de volver a sonreír y estoy en ello», dice Marc Márquez, ya con 31 años cumplidos.

Fermín Aldeguer.  | CIRCUITO JEREZ

Fermín Aldeguer. | CIRCUITO JEREZ / emilio pérez de rozas. doha

El campeón, el bicampeón, perdón, el tricampeón del mundo se mueve con zapatos de gamuza. Silencioso, sonriente, poco hablador, Francesco Bagnaia se ha convertido en el monarca de la máxima categoría y, ahora sí, quiere entrar definitivamente en la historia con un tercer título grande seguido. Lo tiene todo, absolutamente todo, para lograrlo, pues a su enorme calidad y mente de campeón suma la mejor moto de la parrilla. Su Ducati Desmosedici no es como las demás: es la moto del bicampeón. Se la ha ganado.

Si algo se ha ganado, a lo largo de su soberbio 2023, el madrileño Jorge Martín (Ducati), de 26 años, es ser considerado el primer gran candidato con posibilidades de destronar al campeonísimo Bagnaia. Martín, el más rápido de la parrilla de MotoGP, no importa el día, el circuito y, normalmente, ni siquiera la climatología. Está siempre en la primera fila de salida, lo que le coloca como uno de los candidatos al podio en cada carrera. Puede que muchos le consideren aún algo inmaduro, pero el comportamiento de Martinator, el pasado año, en momentos de máxima tensión, ha sido excelente y quién sabe si lo que le faltaba al madrileño sea, eso, pelear por el título y no conquistarlo. Superar esa fase es lo que te coloca, de nuevo, en primera línea.

Muchos temen que el Mundial de MotoGP se convierta en una Copa Ducati. Lo acaba de expresar el expiloto italiano Andrea Dovizioso, aunque no como algo despectivo sino considerando que si los mejores acaban montados en las Desmosedici, como acaba de ocurrir con el fichaje de Marc Márquez por la firma de Borgo Panigale, es evidente que solo las motos rojas pelearán por la victoria en cada GP.

Si hay ojos para Bagnaia, para Marc Márquez, para Jorge Martín, para Aleix Espargaró y Enea Bastianini. Y hay ojos, cómo no, para Pedro Acosta. El tiburón de Mazarrón, el joven que en solo 30 meses ha conquistado, de forma espectacular, los dos títulos menores, de Moto3 y Moto2, se presenta como una de las grandes atracciones de este Mundial. Acosta, que dice no tener prisa por hacerse un hueco en la categoría, ha realizado los mejores entrenamientos de pretemporada de su vida, llamando la atención de todos sus colegas, ingenieros, jefes de equipo y marcas de la máxima categoría. Acosta, rutilante fichaje de KTM, peleará pronto, muy pronto, con la GasGas, que es una buena KTM, por el top5. O eso piensan los que más saben.

Moto3 y Moto2 siguen siendo el mejor trampolín para aspirar a una de las motos grandes. Nadie quiere pilotos que no sean campeones. Por eso el impresionante final de campaña del pasado año de Fermín Aldeguer (18 años) le convierte en el gran favorito para conquistar el título mediano.