Fórmula 1

Max Verstappen gana el Gran Premio de Qatar

El piloto de Red Bull, campeón del Mundial al finalizar tercero en la carrera al sprint del sábado, se pasea en Lusail y Alonso solo puede ser sexto

Max Verstappen.

Max Verstappen. / Xavi Bonilla / Dppi / Afp7 / Europa Press

EFE

El piloto neerlandés Max Verstappen (Red Bull) se impuso este domingo en el Gran Premio de Qatar para celebrar el tercer título de campeón del mundo que abrochó el sábado, una dura cita a tres paradas en la que el español Fernando Alonso (Aston Martin) fue sexto, mientras que Carlos Sainz (Ferrari) no tomó la salida.

El neerlandés no tuvo rival desde la pole. Por detrás, los mejores volvieron a ser los McLaren, con Oscar Piastri y Lando Norris ocupando el podio. Con la estrategia de las tres paradas, mucho calor y unos neumáticos que sufrieron de lo lindo como los piltos, Alonso maximizó sus opciones para ser sexto, mientras que Sainz se quedó sin competir por un problema en el sistema de combustible.

Verstappen -al que los integrantes de su equipo le hicieron el pasillo de honor a su llegada al circuito- ya había dejado resuelto su tercer título (seguido) incluso antes de que acabase el sprint del sábado. A 'Checo' se lo habían arruinado (especialmente) el francés Esteban Ocon -de Alpine, séptimo este domingo- y el alemán Nico Hülkenberg (Haas) y en el mismo momento en el que el mexicano se tuvo que retirar (en la undécima de las 19 vueltas), 'Mad Max' se convertía automáticamente en propietario de su tercera corona.

Algo que no le impidió luchar por la victoria en un sprint que acabaría segundo, por detrás de Piastri: el mejor debutante en mucho tiempo, que venía de celebrar en Japón su primer podio en la categoría reina y este domingo dio otro paso al acabar segundo. Todo eso, tras haber liderado el viernes todas las tablas de tiempos salvo la de la Q2.

Aproximadamente cinco horas antes de la carrera se anunció la obligatoriedad extraordinaria -por motivos preventivos, en aras de una mayor seguridad- de que los neumáticos no podrían tener una duración superior a 18 vueltas, de lo que se desprendía -al estar la carrera prevista a un total de 57- que cada piloto tuviese que hacer un mínimo de tres paradas para cambiar ruedas.

Después de analizar los usados el viernes durante el primer y único entrenamiento libre, Pirellii, el suministrador único de neumáticos, comprobó que aquellos que se emplearon más de 20 vueltas no reunían todos los parámetros de seguridad pertinentes, por lo que se decidió aumentar los límites de pista en dos de las 16 curvas del circuito de Lusail -la 12 y la 13-, en las que los 'pianos' que la bordean podrían ser demasiado corrosivos. Advirtiendo asimismo de que este domingo se podrían modificar las normas.

Así fue, finalmente, abriéndose el abanico de diferentes estrategias, ya que el tope de 18 vueltas refería a los neumáticos nuevos; con los usados anteriormente se podría girar las veces que quedasen hasta alcanzar esa cifra. Lo que aumentó aún más la dureza de una carrera en la que todos fueron permanentemente 'a saco' y que el inglés George Russell (Mercedes), cuarto al final, no dudo en calificar como "la más dura" de su vida.

En una carrera que se presumía agitada -por las innumerables paradas-, Alonso, que declaró a Efe tras la misma que se va "contento", pero a la vez "con un sabor agridulce", salía cuarto, al lado del siete veces laureado inglés Lewis Hamilton (Mercedes), en la segunda fila. Por detrás del tricampeón -en la décima 'pole' de la temporada- y de Russell; amenazado teóricamente por el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que salía quinto -el puesto en el que acabó- y por Piastri, sexto en parrilla.

Con el otro McLaren, el de Norris, saliendo décimo. Detrás de los franceses de Alpine y de Valtteri Bottas (Alfa Romeo), octavo en cruzar la meta.

Sainz, único ganador esta temporada -en Singapur- que no pilota un Red Bull, iba a arrancar duodécimo. Pero apenas una hora antes de la carrera, Ferrari informó de que no participaría en la misma, a causa de una fuga de combustible en su coche. Y 'Checo', al que sus mecánicos se las vieron y se las desearon para arreglar los desperfectos del coche dañado el sábado, que iba a salir un puesto detrás del talentoso piloto madrileño, lo hizo desde el 'pit lane'. Con duros.