Antonio Gallego, con la miel en la labios ante su público

El motocross nunca falla a Molina, o mejor dicho, Molina nunca le falla al motocross y convierte la prueba de este deporte gratuita en la más multitudinaria de toda Europa, con unos doce mil aficionados copando el circuito por todo su recorrido y con un patrocinador como El Corte Inglés que se ha volcado en el evento, convirtiendo la prueba molinense en única.

Y es que ayer las colinas de Los Conejos se llenaron desde primeras horas de la mañana. Aún no había amanecido cuando en los lugares más privilegiados para el visionado del circuito, sobre todo el salto principal donde las máquinas se van hasta los diez metros, estaban todos ocupados. Los aficionados fueron llegando en auténticas riadas de gente, ocupando los siete aparcamientos dispuestos para la ocasión y teniendo que ir aparcando cada vez más lejos del circuito.

Muy difícil de controlar tanta cantidad de aficionados que han acudido de toda la Región y provincias limítrofes. 28 miembros de la Policía Local, 20 guardias de seguridad contratados por los organizadores, 20 efectivos de Protección Civil, un hospital de campaña que en esta edición tuvo trabajo en todas las carreras, 16 miembros del almacén municipal que mantuvieron todas las zonas húmedas, además de ir arreglando tanto soportes como vallas que al paso de las motos y accidentes se producían.

En total más de 120 efectivos con los organizadores, para controlar un evento que hoy por hoy es único y se ha convertido en santo y seña de este deporte.

Todo el mundo estaba pendiente de la prueba estrella, la MX2, donde se iba a producir el duelo entre el leridano Adrià Monne y el murciano Antonio Gallego Ramos. El catalán no dio opción y tanto en una primera manga más igualada como en la segunda, donde el dorsal 365 mostró una superioridad absoluta y no dio opción al local, que además se quedó atrapado nada más salir y tuvo que remontar. A pesar de todo la recuperación fue increíble y terminó segundo también en una segunda ronda donde pasó a Juan José Llamas en el último instante, deleitando a los aficionados con saltos de estratosféricos, jugándose el tipo espoleado por su gente para terminar siendo aplaudido en la vuelta de honor por todos los aficionados allí presentes.

La prueba de MX1 fue la más igualada. Si en la primera manga Fran Alcázar el que conseguía ganar llevando la delantera desde el principio, seguido muy de cerca por un José Javier Corbalán que solo al final se dejó ir y que estuvo a punto de pasar por un bullicioso Iván Lacuesta, que quedaría tercero. Pero en la segunda manga todo cambió y Lacuesta consiguió ganar, con Alcázar, muy desdibujado, cuarto, posibilitando que Iván quedase primero, con Corbalán segundo y el tercero en la suma global de puntos.

Borja Caballero se llevó otra de las pruebas más competidas de la dominical, la de MX125. En un primer capítulo, el gran favorito, Javier Salinas, sufrió una avería. Caballero mandó con autoridad y aunque perseguido por Bruno Puerta, nunca estuvo en apuros. El tercero fue Enzo Badenas. En el segundo capítulo Javier Salinas ganó con autoridad, y Caballero solo tuvo que mantener un segundo puesto que le daba el liderato, pero se las vio y se las deseó toda vez que Bruno Puerto se lo arrebató y solo por un punto de diferencia no quedó campeón en Los Conejos.

Las pruebas se fueron sucediendo en las cinco horas que duró el evento y en MX3 Jonathan Plasencia dominó y la lucha estuvo por el segundo puesto, donde Mariano Neuberger y Antonio Martín empataron a puntos y solo los tiempos pusieron a Neuberger como segundo.

En MX 4 Carlos Valiente fue el ganador, ganando las dos pruebas con suficiencia; en MX 85 Benigno García se llevó el trofeo con dura pugna con Rubén Contreras; Antonio Guillén ganó en MX-5, llevándose con autoridad las dos mangas; el MX-AF fue para Alberto Guirao en una lucha enconada con Fran Cano, que quedó segundo, y José Mateos, tercero; y en MA-AF1, Gregorio Pérez ganó la prueba, viendo como su máximo rival, Víctor Pérez, rompía en la segunda manga la máquina haciendo un cero.