Aunque en los planes del FC Cartagena figura el fichaje de un centrocampista organizador en este mercado invernal, uno de los mejores regalos navideños que podía tener el conjunto albinegro se llama Adama Fofana. El centrocampista africano comenzó el curso como el sustituto más fiable para Sergio Jiménez, pero una inoportuna lesión sufrida en un partido amistoso en el mes de octubre truncó su progresión. El costamarfileño se rompió el menisco y el ligamento lateral interno de su rodilla izquierda. Inmediatamente, pasó por el quirófano, y un mes más tarde ya vestía de corto, pero hasta el pasado jueves no se entrenó el grupo.

El joven canterano encara ya la recta final de su recuperación, y podría volver a los terrenos de juego el próximo mes de enero. Con él, se abre una nueva posibilidad para Alberto Monteagudo en el centro del campo. Sergio Jiménez, Alejandro Chavero y Miguel Ángel Cordero son los que más minutos acumulan en lo que va de temporada en la sala de máquinas. Sin embargo, los tres han tenido problemas de lesiones o sanciones, y en algún encuentro el manchego ha tenido que hacer encaje de bolillos para formar su línea medular. Con Adama recupera una alternativa para dar descanso a sus hombres más importantes. El marfileño, de solo 21 años, es un pulmón para el equipo, recupera balones y utiliza su potencia física para sumarse al ataque.

Justo antes de su lesión, Adama había sido titular durante tres jornadas seguidas: contra el Villanovense, el Mérida y el Córdoba B. El Cartagena no ganó ninguno de esos partidos pese a las sobresalientes actuaciones del joven africano.

Con la marcha de Poley, Montagudo tiene aún dos balas en la recámara para el mediocampo: Adama y Alberto Aguilar. Además, hace bastantes jornadas que no forma con tres hombres en el centro del campo. El técnico prefiere a Zalazar o a Cristo en el puesto de enganche y a Chavero sacando la pelota desde atrás.

Si bien es cierto que Alberto Aguilar suele jugar como central, antes que como pivote defensivo, el Cartagena aún cuenta con cuatro hombres para dos puestos. Sin embargo, ninguno de ellos se ajusta al patrón de un organizador nato, un perfil que el conjunto albinegro perdió con la marcha de Quique Rivero. En algunas ocasiones, en el Cartagonova se echa en falta cierta pausa e inteligencia para mover la pelota, y el equipo pierde la posesión ante rivales inferiores. Aunque Chavero juega en esa posición y puede asumir ese papel, sus características son las de un todocampista que recupera balones y llega al área con frecuencia. Probablemente, ese tipo de jugador cerebral y técnico que diriga las operaciones es el que salgan a buscar Belmonte y Breis al mercado de fichajes.