Medicina

Donar el cuerpo a la ciencia en la Región, la lección de anatomía del siglo XXI

La Facultad de Medicina de la UMU ya ha recibido en lo que va de año cuatro cadáveres de personas que legan "de forma completamente altruista y solidaria" sus restos mortales a la docencia y a la investigación"

Una sala para hacer prácticas de Anatomía en la Universidad de Murcia

Una sala para hacer prácticas de Anatomía en la Universidad de Murcia / UMU

Ana Lucas

Ana Lucas

Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp es un lienzo pintado por Rembrandt allá por 1632, cuando abrir un cadáver, por cuestiones científicas, era un acontecimiento: solo se permitía una disección pública al año, y estudiantes y maestros se arremolinaban para ver con sus ojos cómo era un cuerpo humano por dentro. Cuatro siglos y muchos avances científicos después, aún son escasas las personas que se deciden por donar su cuerpo con fines científicos. «Es algo variable: el año pasado no recibimos ningún cadáver y este 2024 en un mes ya hemos recibido cuatro», explica la decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia (UMU), Carmen Robles. «La media está en dos o tres donaciones al año», manifiesta.

En concreto, de la recepción de los cuerpos donados en la Región se encarga el departamento de Anatomía Humana de la facultad de Medicina. Cuando se produce la donación de un cuerpo a la ciencia, el fin es principalmente educativo, aunque los restos mortales también se utilizan para la investigación. El objetivo: profundizar en el conocimiento de la anatomía humana. No en vano, gracias a los donantes, los estudiantes de Medicina pueden procurarse un conocimiento completo y exacto de la estructura del cuerpo humano.

La UMU tiene actualmente un registro de unos 60 donantes: los cadáveres que se reciben anualmente pueden variar

«El estudio de la anatomía es básico e importante dentro de la formación médica», subrayan desde el citado departamento de la Universidad de Murcia. «Su conocimiento establece el fundamento, tanto para la investigación médica, como para la mejora de los tratamientos que puedan depender de una más sólida formación de los profesionales de la salud de todas las especialidades», remarcan, para apuntar que «u aprendizaje se basa fundamentalmente en el minucioso estudio del cadáver humano».

Carmen Robles detalla que «tenemos un registro de donantes en la facultad» y que, quien esté interesado en ayudar tras expirar, «solo tiene que ponerse en contacto con el departamento de Anatomía Humana y se le facilitará toda la documentación». Al recibir la documentación de donación, se le envía una carta de agradecimiento. Cuando se completan todos los trámites, a la persona se le hace entrega de un carné de donante que puede llevar consigo, similar al que portan los donantes de órganos. Se aconseja que se lo diga a sus parientes, para que «en el momento en que ocurra el deceso, la familia se ponga en contacto con la facultad», destaca la decana.

Al difunto se le hacen las exequias y «una vez que termina el oficio funerario, en vez de trasladar el cuerpo al cementerio se le lleva a la facultad de Medicina», desgrana Robles.

Se necesitan testigos

El donante ha de firmar un consentimiento (proporcionado por el departamento de Anatomía Humana), ha de aportar su documentación identificativa y necesita la firma de testigos. Para la aceptación del cuerpo por parte de la Universidad de Murcia, la persona ha de pertenecer a su registro de donantes; por descontado, debe tener la documentación en orden y los pertinentes certificados de defunción. La Universidad asume todos los gastos desde el traslado de los cuerpos a las dependencias de la sala de disección hasta su incineración.

No se acepta ningún cuerpo que no esté en la base de datos de donantes

Fuentes del departamento de Anatomía Humana de la Universidad de Murcia ponen el acento en que «la donación de cadáver con fines científicos y docentes es una contribución vital para la comprensión y avance de la ciencia médica en general» y remarcan que «es una acción libre, voluntaria y altruista que puede realizar toda persona mayor de edad». «Salvaguardando en todo momento la dignidad de los donantes y conforme a la legalidad vigente, la tramitación es a través del departamento y se garantiza la protección de la intimidad personal y el tratamiento confidencial de todos sus datos», detallan.

CARMEN ROBLES

Carmen Robles, este miércoles en La Convalencia, sede de la UMU. / Juan Carlos Caval

Un registro de 60 donantes

«La donación implica la renuncia por parte del donante a cualquier derecho de naturaleza económica o de otro tipo sobre los resultados que pudieran derivarse directa o indirectamente», dejan claro desde la facultad, al tiempo que exponen que «cualquier investigación que sea realizada sobre el cuerpo donado seguirá los principios éticos de la Declaración de Helsinki sobre investigación médica en seres humanos», la cual data del año 2013.

Las funciones del departamento en esta materia contemplan la gestión de las donaciones, la recepción, el tratamiento, la conservación y el uso de los cuerpos con una finalidad docente y científica, así como la eliminación de los restos derivados de la utilización de material cadavérico. «Actualmente tenemos un registro de unos 60 donantes», manifiestan desde Medicina.

La Universidad de Murcia, por otro lado, tiene un monumento al donante (obra de Francisco Javier Caballero), en homenaje a todos aquellos que donan su cuerpo a la ciencia. Se encuentra en los Jardines de la antigua Facultad de Medicina, en el Campus de Espinardo, y está pendiente de traslado a las nuevas instalaciones del Campus de Ciencias de la Salud en El Palmar, que se prevé hacer en breve. «Se ha planteado organizar anualmente un acto conmemorativo», adelantan desde la facultad.

Estudiantes realizan prácticas de radiología

Estudiantes realizan prácticas de radiología / UMU

Sin escándalos como el de Valencia

Hace unos días se arrestaba a los responsables de una funeraria de Valencia acusados de vender cadáveres de forma fraudulenta a universidades, que luego usaban esos cuerpos en sus facultades de Medicina.

Algo así no es factible que ocurra en la Comunidad murciana, donde, como en el resto de España, son las propias universidades las que se encargan de gestionar la donación de cuerpos para la ciencia. La UMU cuenta con protocolos muy estrictos para evitar que se produzca una irregularidad.

A preguntas de si se aceptaría, por ejemplo, el cadáver de un indigente que no tuviese familia que lo reclamase, la decana de Medicina es tajante: no. No se acepta ningún cuerpo que no esté en la base de datos de donantes. Y esa persona donante ha tenido que dar su consentimiento expreso en vida, no solo de forma verbal: ha de dejarlo por escrito. En ningún caso irá una funeraria a vender a la UMU un cuerpo.

"En 50 años no hemos incinerado ningún cuerpo, se estudia y se aprovecha todo"

En las instalaciones del Campus de la Salud (ubicado junto al Virgen de la Arrixaca de Murcia) «hacemos la recepción del cuerpo, que queda registrado pero es completamente anónimo», subraya la decana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, Carmen Robles, en conversación con La Opinión. «Los embalsamamos y ahí están para siempre», comenta la decana, que apunta que en la Medicina «no desechamos nada». «Se van aprovechando: en cincuenta años, no hemos incinerado nunca ningún cuerpo», hace hincapié.

Los profesionales de la facultad cuentan con «una cámara congeladora muy grande» en la cual «entran los cadáveres, para hacer disecciones en fresco». Cuando se embalsaman, van a depósitos y «se van sacando según se necesite: puede ser para prácticas con órganos, del sistema nervioso...»

A la pregunta de si todo el mundo puede donar su cuerpo, Carmen Robles admite que se sabrá «en el momento del deceso», dado que «depende de lo que haya fallecido». Por ejemplo, «no se puede aceptar a alguien con un cáncer con metástasis que suponga la destrucción masiva de órganos», dado que los restos mortales «estarían tan mal que no los podríamos aprovechar».

Bastantes extranjeros

Deja claro, no obstante, que «la edad no importa; el origen, tampoco». En la facultad de la Universidad de Murcia hay «varios extranjeros, que residen en la zona de las playas, donan su cuerpo a la ciencia porque se quedan a vivir por aquí y no quieren que se tenga que mandar el cadáver a su país», significa.

Robles deja claro que donar tu cuerpo a la ciencia es «un acto altruista» y que bajo ningún concepto se experimenta con un difunto que no haya dado en vida su consentimiento expreso. Por supuesto, «jamás se paga» por un cadáver. La decana hace estas puntualizaciones a propósito del escándalo que saltaba esta semana en Valencia, donde se desmantelaba una red que vendía cadáveres a 1.200 euros para que las universidades investigasen con ellos.

Donar el cuerpo a la ciencia «es un acto solidario», reitera, al tiempo que recalca que «una vez que se ha depositado un cuerpo, la familia tiene que saber que la donación es para siempre, que ya no pueden venir a por él».