Entrevista | Mª Pilar Martín Chaparro Vicedecana del Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia

Mª Pilar Martín: "Darle importancia a lo que sentimos genera menos sufrimiento"

"Pedimos más profesionales expertos en malestar psicológico para prevenir, detectar e intervenir lo antes posible"

Mª Pilar Martín Chaparro.

Mª Pilar Martín Chaparro. / La Opinión

Adrián González

Adrián González

¿Qué es lo primero que se le debe decir a una persona que tiene una conducta suicida para tratar de intentar salvar su vida?

Esta cuestión es compleja debido a que en muchas ocasiones lo que llamamos señales de alerta que pueden resultar obvias no lo son tanto. Cuando una persona fallece por conducta suicida, mirar con retrospectiva e intentar identificar esos posibles cambios en el comportamiento de la persona puede resultar más sencillo. La cuestión es que desde que nacemos tenemos como objetivo ser independientes y autosuficientes, sin embargo, también es importante que nos preparemos para pedir ayuda, tejer vínculos o establecer redes de apoyo social, pues en determinadas situaciones tener estas competencias pueden salvar vidas. 

¿Cómo se puede prevenir y reducir el número de suicidios?

El suicidio se puede prevenir, esto no quiere decir que podamos evitarlo siempre. Se están haciendo importantes esfuerzos desde las distintas instituciones, se diseñan protocolos, planes, etc., pero las personas no pueden adaptarse a los protocolos, sino más bien al contrario, y para hacer este trabajo hace falta contar con un número suficiente de profesionales. En este sentido, desde el Colegio Oficial seguimos demandando la incorporación de profesionales de la Psicología que como expertos en el malestar psicológico puedan prevenir, detectar e intervenir lo antes posible. Para prevenir hay que indagar en las causas, informar de los recursos, formar a los distintos profesionales e incidir en la petición de ayuda. Claro está que los recursos deben ser lo suficientemente sólidos para sostener y acompañar a la persona que está pensando en suicidarse. Es decir, hace falta poner en marcha todo un sistema que, en mi opinión, estamos todavía articulando, no por falta de interés, sino por la alta complejidad del problema. 

¿Qué factores o motivos cree que podrían estar detrás del incremento de suicidios en las personas de 55 a 64 años?

Identificar los motivos que conducen a una persona a quitarse la vida es una cuestión que la comunidad científica lleva muchos años tratando de esclarecer. En cada caso se conjugarán una serie de factores diferentes, pero sin duda en lo que pueden coincidir todos es en el sufrimiento humano y en el malestar psicológico. Tal vez el hecho de que en esa franja de edad se espera que tengamos controladas ciertas cosas de manera exitosa (familiares, laborales, etc.). Pero que la tasa de suicidio en un momento dado se centre más en una franja de edad u otra no nos debe alejar de la mirada global que debemos tener hacia otros colectivos como las personas mayores o las más jóvenes. Sabemos que 3 de cada 4 suicidios son hombres y también sabemos que las mujeres intentan suicidarse tres veces más que los hombres. Esto nos redirige una vez más a la importancia de incorporar la perspectiva de género en el diseño de los planes de prevención e intervención.

¿Qué importancia tiene la labor que desempeñan los psicólogos para tratar de ayudar a estas personas que pueden ser víctimas y a sus familiares? 

La psicología aporta conocimientos y herramientas fundamentales para sus intervenciones. Los psicólogos deben trabajar de manera conjunta con otros profesionales aportando lo que nos es específico. Por ejemplo, intervenimos para ayudar a las personas a que vean su situación y su futuro de otra manera, introduciendo esperanza donde se siente que no la hay o a que su situación actual resulte menos insoportable. Darle importancia a lo que sentimos genera menos sufrimiento. La familia juega un papel fundamental como en tantos otros procesos, pero necesita el apoyo y el respaldo de las instituciones y de los profesionales, y la oportunidad de establecer vínculos que en colectivos vulnerables resulta más difícil.

Consecuencias del coronavirus

Lo que queda fuera de toda duda es que los años de la pandemia del coronavirus pasaron factura a la salud mental de una parte importante de la población y, a raíz de esta situación, cada vez más personas han acabado dándole una mayor importancia al cuidado de su salud mental. La vicedecana del Colegio Oficial de Psicología de la Región expone que estos momentos de crisis «tienen consecuencias en todas las personas». 

Mª Pilar Martín asegura que «lo importante es ser capaces de adaptarnos a esos cambios y más aún anticiparnos. La prevención es fundamental». Desde el Colegio de Psicología, añade, seguirán apoyando cualquier iniciativa que incorporando la perspectiva psicológica vaya en esa dirección.