Economía

La cifra de ricos que pagarán el impuesto de Patrimonio por última vez en la Región sube un 2%

Los contribuyentes deben declarar ahora el impuesto del año 2022, anterior a la rebaja

Oficinas de recaudación de la Consejería de Hacienda.

Oficinas de recaudación de la Consejería de Hacienda. / La Opinión

María José Gil

María José Gil

La recaudación del Impuesto de Patrimonio que pagará por última vez la mayor parte de los ricos de la Región, al mismo tiempo que la declaración de la renta del año 2022, se incrementará un 2,1%, según las previsiones que ha dado a conocer la Agencia Tributaria del Ministerio de Hacienda al inicio de la campaña del IRPF. También aumentará un 2% el número de contribuyentes obligados a declarar Patrimonio antes de que entre en vigor la exención aprobada por el Gobierno regional que liberará de este tributo a la mayoría de los declarantes actuales. Las grandes fortunas que seguirán obligadas a tributar no llegarán ni al millar.

A partir de ahora solo estarán obligados a pagar los contribuyentes que tienen bienes y propiedades inmobiliarias que suman más de 3,7 millones de euros, porque en los Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2023 se ha elevado el mínimo exento, que estaba establecido en los 700.000 euros.

Este impuesto cedido por el Estado a las comunidades autónomas, que va a las arcas de la Administración regional, se declara al mismo tiempo que el IRPF durante la campaña que se inició el pasado martes y durará hasta el próximo mes de junio.

El Ministerio de Hacienda prevé que declararán el Impuesto de Patrimonio correspondiente a 2022 algo más de 4.600 contribuyentes.

Hacienda prevé que 4.600 murcianos ingresarán 28 millones de euros junto con su declaración de renta

El número de murcianos que superan los 700.000 euros aumenta un 2%, si se cumplen los cálculos de la Agencia Tributaria estatal.

El importe a ingresar ahora asciende a 28 millones de euros, un 2,1% más.

Los contribuyentes que poseen bienes y propiedades que suman hasta 3,7 millones de euros quedarán exentos de este tributo cuando presenten la declaración de 2023 en la próxima campaña. Los que poseen cantidades superiores tendrán que seguir pagando, pero esta cifra no llegará ni al millar.

Las declaraciones  de la renta a pagar aportan un 7% más

La Agencia Tributaria prevé que este año se presentarán en la Región unas 720.000 declaraciones de la renta. En Cartagena espera recibir 162.788, un 4,8% más que el año pasado. En la Delegación de Murcia prevé recibir 577.823, que suponen un 2,9% más. Los contribuyentes pagarán 303 millones, un 7% más que el año pasado. Sin embargo, el importe de las declaraciones con derecho a devolución rondarán los 267 millones, un 2,2% menos que en la campaña anterior.

En la próxima primavera, cuando llegue el momento de declarar el Impuesto correspondiente a 2023, dejarán de pagar unos 3.900 ricos, que se ahorrarán 15 millones de euros, de acuerdo con las cifras que ofreció el consejero de Hacienda, Luis Alberto Marín, cuando dio a conocer las cuentas de la Comunidad Autónoma para este año. La intención inicial del presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, era eliminar totalmente el Impuesto de Patrimonio, tal y como han hecho sus homólogos de Madrid y Andalucía, pero finalmente optó por mantenerlo para los ricos con propiedades superiores a los 3,7 millones, porque el Gobierno central ha creado un nuevo tributo con el fin de evitar agravios entre las autonomías que han mantenido Patrimonio y las que han decidido quitarlo.

A partir de ahora solo seguirán tributando los propietarios de las fortunas que superan los 3,7 millones

El Ministerio descontará a los contribuyentes sujetos a este nuevo tributo el dinero que paguen a las a las comunidades que mantienen Patrimonio, por lo que teóricamente no habrá diferencias para el declarante, aunque sí las habrá para las arcas regionales.

La explicación está en que la recaudación del nuevo impuesto a la riqueza creado por el Ministerio de Hacienda se lo quedará el Estado.

Por tanto, la Comunidad perdería de todas formas los ingresos aportados por los ricos que declaran patrimonios superiores a los 3,7 millones, aunque la supresión total del impuesto tampoco evitaría pagar a las grandes fortunas.

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