Economía

La escasez de chips retrasa la entrega de los coches a estrenar y hace subir el precio

Los concesionarios calculan que los vehículos nuevos se han encarecido entre 5.000 y 6.000 euros por la caída de la producción

Un hombre mira vehículos en un concesionario.

Un hombre mira vehículos en un concesionario. / NURIA FUENTES

María José Gil

María José Gil

La falta de chips y de componentes utilizados en la industria automovilística que mantiene bajo mínimos la fabricación de vehículos obliga a los compradores a esperar entre seis y siete meses para recibir el coche nuevo elegido. Además de estas demoras, la escasez ha provocado una subida de los precios de entre 6.000 y 7.000 euros, según los cálculos del presidente de Gretamur, José de la Cruz, que representa a los concesionarios de la Región adscritos a la Fremm. El encarecimiento de los vehículos a estrenar se ha trasladado a los de segunda mano, dado que tampoco se está produciendo la rotación. También el mercado de ocasión ha incrementado los precios de los coches seminuevos en 2.500 o 3.000 euros, según la patronal Avomur.

A su vez, la escasez de vehículos nuevos y de ocasión en el mercado ha provocado una caída de las ventas en la Región, que resulta más acusada en el caso de los vehículos de empresa. En los ocho primeros meses del año las matriculaciones han bajado casi un 2,04% en total. Sin embargo, la cifra de los turismos solo ha bajado un 2,04%, hasta los 9.593, mientras que la matriculación de vehículos industriales ha caído un 9,59% y se ha reducido a 2.686, cuando el pasado año se rozaron los 3.000.

En el mes de agosto se ha invertido esta tendencia: la matriculación ha remontado un 3,41% y se han alcanzado los 1.000 turismos. La venta de turismos ha bajado en unos 70, mientras que la de vehículos industriales ha aumentado en 61.

La escasez de semiconductores y de los componentes electrónicos que llevan incorporados los vehículos se extiende cada vez a más productos, según indicó José de la Cruz.

La invasión de Ucrania ha acrecentado las dificultades en el suministro que las compañías automovilísticas venían arrastrando desde que se inició la reactivación de la industria, después del frenazo provocado por el coronavirus, dado que este país también era uno de los productores de semiconductores.

El representante de la patronal adscrita a la Fremm asegura que en este momento los fabricantes tienen dificultades incluso para conseguir "los componentes electrónicos que se utilizan en la transmisión de los espejos retrovisores". Añadió que para evitar mayores demoras en la cadena de producción se están incorporando espejos de transmisión eléctrica de generaciones anteriores con el propósito de sustituirlos cuando exista una mayor disponibilidad en el mercado.

Destaca igualmente que la fabricación de componentes también se ha complicado al dispararse los precios de la energía. De la Cruz explicaba que "la subida del gas natural ha llevado a parar incluso algunas fábricas de parabrisas, que han dejado de suministrar las lunas a la industria del automóvil", debido a la elevada repercusión que el encarecimiento de los precios del gas tiene en el proceso de fabricación.

Calcula que la espera para conseguir un coche nuevo "se puede ir a los seis o siete meses" en este momento.

Solo si el comprador "no es muy exigente al buscar vehículos de un determinado modelo y color y se adapta a las disponibilidades de los fabricantes puede llevarse su coche nuevo sin demoras, dado que siempre hay coches en stock", dijo.

El plazo de entrega se alarga aún más cuando se trata de furgonetas y vehículos industriales, lo que hace que los transportistas tengan graves problemas para renovar su flota.

Señaló que incluso los talleres tienen dificultades para conseguir las piezas de repuesto ante la escasez del mercado de los componentes.

El representante de Gretamur añadió que, pese a la caída de la producción, "la industria tiene que mantener su rentabilidad", lo que está dando lugar a un incremento de los precios del coche nuevo, que han subido entre 5.000 y 6.000 euros en el último año.

El precio de los turismos de gama media rondaba entre los 18.000 y los 20.000 euros, pero en este momento cuestan entre 25.000 y 30.000.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Profesionales de Vehículos de Ocasión (Avomur), Jesús Molina, explicó que al no existir la necesaria rotación en las empresas dedicadas al alquiler de vehículos, que hasta ahora eran las que suministraban turismos de segunda mano, también se ha encarecido el mercado de ocasión.

Jesús Molina calcula que los vehículos usados han subido unos 2.500 o 3.000 euros.

Estima que el precio de los vehículos de gama media se ha incrementado hasta los 13.000 o los 15.000 euros.

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