Cartagena

Los guardianes de barrios y diputaciones

Desde su puesta en marcha en febrero el nuevo grupo de la Policía Local vela a diario por la seguridad ciudadana y el orden público

Los agentes decomisan varias gramos de cocaína a un individuo en Molinos Marfagones. | IVÁN URQUÍZAR

Los agentes decomisan varias gramos de cocaína a un individuo en Molinos Marfagones. | IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel GonzálezJ.D.G.

La inseguridad ciudadana fue uno de los principales problemas que los vecinos de barrios y, sobre todo, diputaciones de Cartagena sacaron a colación durante el año pasado. El Albujón, Pozo Estrecho, La Palma, La Puebla y un largo etcétera de localidades han sido víctimas de oleadas de robos que han desatado el nerviosismo entre sus habitantes, hasta el punto de que en algunos de ellos, como La Aljorra, han salido incluso a patrullar las calles para disuadir a los maleantes.

Todo ello también ha desatado un aluvión de quejas hacia las administraciones, a las que les pedían una mayor presencia de efectivos policiales. El Ayuntamiento de Cartagena decidió dar respuesta a estas demandas, creando un nuevo grupo especializado dentro del cuerpo de Policía Local, el conocido como Grupo Operativo Especial de Seguridad Ciudadana.

Control en un salón de juego. | IVÁN URQUÍZAR

IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel GonzálezJ.D.G.

Este equipo, formado por 14 agentes (con dos subinspectores) y especializado en el control de masas, lleva en funcionamiento desde febrero del año pasado. Desde entonces y hasta el día de hoy han realizado decenas de controles de tráfico, en locales de apuestas y de ocio, y en plazas y parques de barrios y diputaciones.

Para conocer mejor su forma de operar, La Opinión siguió en primera persona, codo con codo con los policías, uno de sus servicios. En un día normal entre semana, en el que no sucede ningún evento extraordinario, la patrulla la conforman siete agentes. La jornada comenzó sobre las 18.00 de la tarde en el Parque de Seguridad. Desde ahí partieron hacia la ciudad en tres vehículos, vestidos con su boina distintiva, su porra -algo más larga de normal-, su chaleco antibalas y su pistola HK.

Según relataba el subinspector, C.O.B., encargado de dirigir al equipo, el grupo está a la espera de que desde Madrid les hagan entrega de dos nuevas furgonetas que van equipadas con rejillas para proteger del lanzamiento de objetos, para ir lo más protegidos posibles ante cualquier altercado de importante magnitud.

El grupo también peina parques y plazas. | IVÁN URQUÍZAR

IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel GonzálezJ.D.G.

Control en Nueva Cartagena

Tras una parada técnica para recargar energías tomando un café, el equipo se dirigió hacia la zona de Nueva Cartagena. Allí en Ronda Transversal montó el primer control de tráfico. Cada uno de los agentes se encargaba de un rol específico, que les fue asignado antes del comienzo del servicio, una forma de actuar que también se extiende al resto de acciones que lleva a cabo el grupo.

Uno se hizo cargo de la selección de vehículos, mientras su compañera se encargaba de leer con una PDA las matrículas, lo que le permitía conocer al instante si el vehículo carecía de seguro o de ITV en vigor. El resto de agentes se encargaban de llevar a cabo identificación de las personas, así como las labores de registro y cacheo, en caso de ser necesario. En unos veinte minutos llegaron a controlar un centenar de coches y a parar en torno a unos cinco o seis. El control se saldó con dos multas, ambas por carecer de ITV en vigor.

Registro del maletero de un vehículo. | IVÁN URQUÍZAR

IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel GonzálezJ.D.G.

Además, el grupo también está preparado para hacer controles de alcoholemia y drogas, aunque no los hacen con frecuencia, solo si tras haber parado a algún vehículo ven síntomas claros, según contaba el subinspector.

Detenido por llevar coca

Una vez registrado el último vehículo, los agentes emprendieron su marcha hacia un salón de juegos de Molinos Marfagones. Al llegar se percataron de que un individuo que se encontraba en la puerta del local mostraba una conducta evasiva. Inmediatamente cuatro efectivos bajaron del vehículo, identificaron a la persona y descubrieron que portaba cuatro gramos y medio de cocaína, fragmentada en bolsas. En total unos 400 euros de mercancía, estimó el subinspector. Una vez incautada la droga, llevaron al individuo a comisaría, para identificarlo y realizar las diligencias pertinentes tras haber sido sorprendidos con los estupefacientes.

Control de tráfico en Ronda Transversal. | IVÁN URQUÍZAR

IVÁN URQUÍZAR / Juan Daniel GonzálezJ.D.G.

Distintos controles

De forma paralela a este suceso, dos agentes se encargaron de hacer un control en el interior del salón de juego. Lo primero que hicieron (y que siempre hacen en estos casos) es pedir la documentación del local, para comprobar si cuenta con la obligatoria licencia de actividad. También se encargan de registrar los aseos y de identificar a las personas que se encuentran en el interior, por si hubiera algún menor. También piden los DNI porque, según explicaba uno de los agentes, hay muchos ludópatas que se «autolimitan» la entrada a este tipo de sitios para tratar de acabar con su adicción, introduciendo su identificación en una base de datos para que el local le restrinja el acceso, pero que muchos casos acaban volviendo porque «el juego les puede». En esos casos, se sanciona al local, pues tiene la obligación de comprobarlo.

Desde su puesta en marcha el GOESC realizó hasta mitad de abril un total de 12 inspecciones en salones de juego, con una denuncia por encontrarse menores en su interior, una denuncia por consumo de tabaco y diversas denuncias por tenencia de armas blancas y faltas de respeto a los agentes de la autoridad.

Para culminar con el servicio, el grupo realizó un control en el parque de El Bohío y dos de tráfico en La Aljorra y Santa Lucía, culminando el servicio en torno a las 2.00 de la madrugada. En ninguno interpusieron denuncias.

Desde entonces los 14 agentes que conforman el GOESC han seguido velando diariamente por garantizar la seguridad ciudadana y el orden público en barrios y diputaciones, convirtiéndose en sus ‘guardianes’.

«Hemos erradicado casi por completo el botellón en el centro»

El Grupo Operativo Especial de Seguridad Ciudadana (GOESC) también se encarga de realizar controles en el centro de la ciudad durante los fines de semana y en grandes eventos.

El equipo, especializado en control de masas y específicamente en seguridad ciudadana, ha conseguido «erradicar casi por completo el botellón en esta zona», según contaba a La Opinión uno de los subinspectores del grupo.

La vigilancia de estos agentes, junto a la acción del resto del cuerpo, también permitió que no se produjeran incidentes reseñables durante Semana Santa y las fiestas patronales de La Palma.

En cifras, desde su puesta en marcha hasta mitad de abril el GOESC interpuso 31 denuncias por consumir alcohol en la vía pública.

Los agentes, pese a que están especializados en el control de masas, no quieren que se les denomine como un grupo antidisturbios. «Nosotros realizamos controles para prevenir la delincuencia. Las competencias de orden público no son de la Policía Local, sino de la Nacional. Nosotros, en todo caso, si ellos se vieran desbordados en alguna manifestación o alteración grave del orden público en la que hubiera que intervenir como antidisturbios, entonces nosotros iríamos a requerimiento suyo para prestar apoyo», asegura el subinspector.

Así pues, su función, además de la vigilancia diaria, es la garantizar la seguridad ciudadana en celebraciones multitudinarias, como pueden ser San Juan, Halloween o Carthagineses y Romanos.