Agua

Frenazo a los 120 hm³ de la ampliación de la desaladora de Torrevieja

Un recurso de Acciona, a la que expulsaron del procedimiento de licitación, paraliza la adjudicación para la unión de Sacyr y Ferrovial, que ganaron el concurso de contratación

Imagen de la desaladora
de Torrevieja.  Tony Sevilla

Imagen de la desaladora de Torrevieja. Tony Sevilla / D.p./j.A.S

D. Pamies

La ampliación de la desaladora de Torrevieja tendrá que esperar. Al menos hasta que se resuelva el recurso de Acciona, empresa que fue expulsada del proceso de adjudicación del contrato de expansión de la planta e interpuso un recurso al Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales (Tacrc), que ha aceptado las medidas cautelares contra la decisión de echarles del proceso que tomó la estatal Acuamed.

La aceptación de las medidas cautelares, aseguran, es un paso habitual y, tal y como dice el escrito del Tacrc, «será la resolución del recurso la que acuerde el levantamiento» de la paralización del proceso de adjudicación a la unión de Ferrovial y Sacyr, que son las empresas que finalmente se quedaron con el contrato para llevar la producción de agua desalada de 80 hectómetros cúbicos (hm3) al año hasta los 120 hm3 que el Gobierno de España quiere que se obtengan de la planta resultante tras el contrato que entra en proceso de revisión.

El ejecutivo, a través de Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed), presupuestó la inversión para la ampliación de la planta desaladora de Torrevieja en 108 millones de euros y la empresa estatal desechó la oferta de Acciona Agua del concurso, ya que no pudo justificar, a juicio de los técnicos, la bajada de un 37,8% en su oferta económica. La propuesta presentada por Acciona fue de 60,7 millones de euros, lo que significó 8 millones menos que la segunda plica más económica de las seis presentadas.

Los técnicos aseguraron que la oferta no garantizaba «la ejecución del contrato del servicio con total garantía para Acuamed al no poder demostrar su viabilidad». Lo curioso es que Acciona es la empresa que ganó el concurso de construcción de la planta desaladora en 2006 y la está explotando desde el 2014. Al conocer la decisión, que han recurrido y ahora está paralizada por esas medidas cautelares, alegaron que era una temeridad, ya que si ellos no ganaban la adjudicación, «el perjuicio para la administración sería de unos 13 millones de euros».

Fue la oferta de la Unión Temporal de Empresas formada por Ferrovial-Cadagua-Sacyr por valor de 89.491.551 euros, con los impuestos incluidos. Por su parte, Acciona alegó que ellos pueden reducir el precio porque es más competitiva que otras empresas al contar con sinergias de recursos en la zona tanto en construcción como en operación y mantenimiento, lo que les permite obtener descuentos complementarios por el volumen de adquisición de equipos, repuestos o reactivos, además de contar con una economía de mayor escala que le facilita lograr acuerdos marco con diversos proveedores.

La respuesta de los técnicos que valoraron el contrato fue que «no representa una ventaja en sí misma, ya que el resto de licitadores disponen en mayor o menor medida de sistemas similares», a lo que había que añadir que Acciona no llegó a cuantificar el ahorro.

40 hectómetros cúbicos más

Actualmente se producen 80 hm3 al año y el objetivo de la obra es aumentar esa cantidad hasta los 120 hectómetros cúbicos anuales. El destino preferente de esos 40 hm3 será el abastecimiento para riego que obtendrán las comunidades del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) en el Campo de Cartagena y, en menor medida, Alicante.

Las obras doblarán la infraestructura de captación y bombeo de agua del mar, que está situada frente a la playa de Los Náufragos, en el dique de Poniente del Puerto de Torrevieja, y se construirá una nueva nave de más de cuatro mil metros cuadrados para instalar nuevos sistemas de ósmosis inversa, la tecnología para poder filtrar el agua marina, que conllevará la instalación de los emisarios submarinos de vertido de salmuera que se cifran en hasta 140 hectómetros.

El plazo de ejecución de las obras es de cuatro años y los nuevos caudales no llegarían, si no hay muchos retrasos, hasta 2028. Una fecha que los interesados esperan que no se amplíe por el recurso de Acciona Agua.

Por último, además de la construcción de la ampliación, el contrato contempla la operación y mantenimiento de la planta durante 4 años con el objetivo de garantizar agua en calidad y cantidad a los usuarios de Acuamed y el funcionamiento de la planta mientras se ejecuta su ampliación. Se prioriza además, en todo momento, alcanzar «el menor consumo energético posible de la instalación y minimizar las afecciones sobre la producción de agua durante la ejecución de las obras».

'Renovables sí, pero no así', es el lema de las protestas contra la planta solar

Gran parte de los recursos energéticos de la planta desaladora de Torrevieja se cubrirán con la instalación de una planta solar fotovoltaica, que se ha encontrado con la oposición de los vecinos y agricultores de la zona. Han convocado una concentración en la Subdelegación de Gobierno en Alicante para el próximo martes, 7 de mayo, en la que protestarán contra lo que «consideran un atropello al valor agrícola, paisajístico y cultural de la localidad», dado que la empresa dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica contempla expropiar 200 hectáreas de terreno agrícola de San Miguel de Salinas, en una zona situada en el llano del Campo de Salinas, entre la laguna de Torrevieja y el casco urbano.

Los agricultores muestran su preocupación por el retraso que pueda suponer

Los agricultores murcianos, que serán los más beneficiados de la ampliación de la desaladora de Torrevieja, se mostraron preocupados al conocer la información sobre la paralización de la infraestructura. «Es evidente que algún retraso va a tener. La cuestión es conocer si este recurso se va a resolver de forma rápida en vía administrativa si confirman que era una oferta temeraria o si se va a tener que resolver a en los tribunales, lo que sería un proceso mucho más largo», aseguró Marcos Alarcón, secretario general de UPA en la Región.

«Nos preocupa porque son unas aportaciones de agua desalada de 40hm3, que se necesitan cada vez más porque el cambio climático sigue apretando», añadió un Alarcón que pone prudencia hasta que no conozcan más detalles sobre el proceso.

Recordó que la situación hídrica «es muy complicada y es verdad que ahora mismo vivimos una situación como hacía años que no vivíamos en la cabecera del Tajo, por lo menos hasta que termine el año hidrológico».

Misma valoración que hacen desde COAG Región de Murcia: «Esto nos preocupa, porque pone en peligro el calendario para el aumento de los volúmenes de agua para regadío».

Por eso, añaden, desde la organización agraria, hay que instar a la empresa pública Acuamed para que resuelva la situación con «carácter de urgencia, ya que una controversia de este tipo puede alargarse en el tiempo y es un tiempo que el sector agrario no tiene».